El impuesto al salario subiría entre ¢1.000 y ¢21.000 por mes para el 20% de la población laboral asalariada, en caso de aprobarse el proyecto de ley que introduciría el esquema de renta global.
Se trata de los trabajadores con patrono que devengan entre ¢683.000 y ¢1,2 millones mensuales.
Los que ganan ¢700.000, por ejemplo, pasarían de estar exentos del impuesto de renta a pagar ¢1.666 mensuales.
En el caso de un asalariado que reciba ¢850.000 al mes, el tributo subiría de ¢1.000 a ¢16.666. Y quien devengue ¢1,2 millones pasaría de pagar ¢36.000 a ¢56.666 mensuales.
No obstante, los asalariados también tendrían derecho a justificar condiciones que atenúen el pago del impuesto de renta.
Si los mismos asalariados de los casos anteriores justificaran tener dos hijos dependientes y pagar hipoteca de su primera vivienda o alquiler de casa, por ejemplo, los impuestos quedarían de la siguiente manera:
-El de ¢700.000 quedaría exento del todo
-El de ¢850.000 pagaría ¢10.400 mensuales
-El de ¢1,2 millones pagaría ¢47.300
El proyecto de ley prevé varias condiciones de las personas para aumentar el monto salarial libre de impuesto, como tener hijos, cónyuge o padres dependientes, así como pagar alquiler de vivienda o la hipoteca de la casa de habitación, e incurrir en gastos por honorarios profesionales de diversos servicios, como los de salud.
AHORA, OBSERVE EL ESCENARIO SI SE APLICAN DEDUCCIONES:
Cambio en el umbral y en el esquema
Este texto de renta global, que forma parte del ajuste fiscal acordado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para equilibrar las finanzas públicas, bajaría de ¢842.000 a ¢683.000 el monto a partir del cual los asalariados pagarían impuesto de renta.
Así lo hace para equiparar el cobro del impuesto entre asalariados y trabajadores independientes, pues estos últimos hoy pagan mucho más tributo de renta que los asalariados.
Actualmente, los independientes son gravados a partir de los ¢312.000 mensuales (¢3,7 millones anuales).
Con el proyecto, en cambio, asalariados e independientes serían gravados con una misma escala cuando los ingresos anuales superen los ¢8,2 millones, equivalentes a ¢683.000 mensuales. El aguinaldo seguiría exento.
La escala es la siguiente:
Para hacer los cálculos que se exponen en este artículo, La Nación calculó los ingresos anuales que generan diversos salarios y aplicó el impuesto según la tabla incluida en el proyecto. Luego, se dividió el tributo en 12 para mostrar el efecto mensual sobre el salario.
70% de asalariados exentos; 10% pagará los montos mayores
El 70% de la población asalariada quedaría exenta del impuesto de renta, según datos de Hacienda, pues ganan menos de ¢683.000 mensuales.
Luego, un grupo de asalariados que hoy está exento pasaría a pagar impuesto de renta por un máximo de ¢16.666 mensuales, aunque podrían reducir los impuestos mediante las deducciones previstas en el proyecto.
Este grupo, el que devenga entre ¢683.000 y ¢842.000, representa cerca del 12% de esta población trabajadora.
Otro 8% de los asalariados, que gana entre ¢842.000 y ¢1,2 millones, percibiría aumentos tributarios hasta de ¢21.000 mensuales, a menos que apliquen deducciones.
Por último, el 10% mejor remunerado de la población asalariada, los que ganan más de ¢1,2 millones, recibirían aumentos tributarios superiores a los ¢21.000.
Una persona con un salario de ¢1,5 millones mensuales percibiría un incremento tributario de ¢22.500 sin deducciones y de ¢13.000 con deducciones por dos hijos y pago de casa.
Otra con un salario de ¢2 millones pagaría ¢38.200 más sin deducciones y ¢25.800 con deducciones.
En el caso de un sueldo muy alto, de ¢5 millones por ejemplo, el incremento sería de ¢198.000, pero con las deducciones el trabajador podría bajarlo a ¢180.500.
Para salarios de ¢10 millones, el aumento tributario superaría los ¢300.000.
El proyecto aumentaría el porcentaje máximo de impuesto para los salarios muy altos. Actualmente, la tasa máxima es de un 25% para los montos salariales que excedan los ¢4,3 millones.
Con renta global, el 25% se aplicaría para los montos entre ¢2,2 millones y ¢3,1 millones y se impondría un 27,5% a partir de los ¢3,2 millones.
Los datos expuestos hasta ahora valen en el tanto las personas reciban ingresos únicamente de su salario, pues el proyecto de renta global establece, precisamente, que el impuesto de renta se calculará sobre la totalidad de los ingresos de la persona.
Es decir, si un asalariado también percibe ingresos porque es dueño de casas de alquiler o porque tiene acciones o certificados a plazo que le generan rendimientos, esos ingresos deberán sumarse al salario y otras rentas para calcular su impuesto anual.
La suma de todo podría provocar que la persona deba pagar un mayor porcentaje del tributo, según la escala establecida en el proyecto para los ingresos anuales.
Por eso, los patronos lo que harían es una retención mensual del impuesto mensualmente y, al final, la persona deberá hacer su declaración total de ingresos, alegar sus deducciones y cerrar cuentas con Hacienda para la liquidación anual tributaria.
Las deducciones
El proyecto de ley prevé las deducciones que las personas, asalariadas o independientes, podrían registrar para aumentar los ingresos libres de impuestos, más allá de los ¢8,2 millones mínimos.
Por ejemplo, por un cónyuge con ingresos inferiores a ese monto mínimo, se puede aplicar ¢250.000, así como ¢150.000 por cada hijo menor de edad o hasta de 25 años si está estudiando.
Los montos por hijos pueden subir en ¢100.000 por concepto de materia escolar.
También, se permite aplicar hasta ¢452.000 (un salario base del Poder Judicial) por el pago de intereses de una hipoteca de una primer vivienda o por alquiler de casa.
Asimismo, se pueden aplicar hasta ¢250.000 por pago de honorarios profesionales, así como hasta el 10% de los ingresos por el pago de una pensión complementaria.
Cada deducción aumenta el monto exento. Por ejemplo, con dos hijos y pago de vivienda, se empieza a pagar impuestos a partir de los ¢8.952.000 anuales.
El monto mínimo exento se duplica si la familia tiene a una persona discapacitada.