El vicepresidente de la República y ministro de Planificación, Kevin Casas, presentó ayer su renuncia a ambos cargos para “no entorpecer” la campaña a favor del TLC y evitarle “mayor desgaste político” al Gobierno.
El abogado, de 39 años, comunicó su decisión en horas muy tempranas en una carta dirigida al mandatario Óscar Arias.
En la nota, Casas justifica su salida en los efectos negativos que ha tenido el memorando que escribió junto al diputado liberacionista Fernando Sánchez con recomendaciones para aplicar en la campaña por el SÍ al Tratado de Libre Comercio con EE. UU., Centroamérica y Dominicana.
Entre las sugerencias, incluyeron “estimular el miedo” entre los votantes, condicionar económicamente a los alcaldes si en sus cantones gana el NO y evadir las regulaciones del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Casas ha insistido en que dicho memorando fue escrito en un momento de enojo luego de ser víctima de ofensas, por parte de partidarios del NO, durante un debate en Heredia. Aseguró que las recomendaciones nunca fueron puestas en práctica.
“Resulta claro que las explicaciones y disculpas ofrecidas no han resultado suficientes para permitir que quede atrás este desafortunado incidente, que lamento profundamente”, expresó el funcionario en su carta.
“Por ello, para no entorpecer la ratificación de un acuerdo comercial que estimo de gran importancia para el país, para evitar que en el debate sobre el TLC prevalezcan los ataques personales antes que la discusión de ideas y, sobre todo, para ahorrarle un mayor desgaste político a su gobierno, prefiero presentar, mediante esta carta, la renuncia irrevocable e inmediata”, agrega.
El comunicado. A las 12:06 p. m. de ayer, en un comunicado de prensa de la Presidencia de la República, el mandatario dio a conocer la aceptación de la renuncia.
“Más que mi vicepresidente, es una persona a la que quiero y respeto mucho. En él veo capacidad de liderazgo y la innovación que el Estado requiere”, dijo Arias.
Horas más tarde, durante una gira por Puntarenas, Arias reiteró su pesar por la dimisión.
Desde la mañana de ayer, se intentó localizar a Casas, pero en su residencia informaron que no se encontraba.
Aparentemente, el funcionario y su esposa salieron de la vivienda desde la noche del viernes o ayer muy temprano.
“Yo entré a las 8 a. m. y ya no había nadie. Las luces quedaron prendidas”, dijo Carlos Mora, miembro de la Fuerza Pública encargado de vigilar la casa del funcionario en Moravia, San José.
“Seguro aquí me quedo cuidando hasta después del referendo, por aquello de la gente”, dijo.
Personeros de la Casa Presidencial también desconocían el paradero de Casas.
Consultado vía telefónica, el coautor del memorando, Fernando Sánchez, prefirió no dar ninguna declaración. El legislador, primo de Óscar Arias, estaba en un centro médico cuidando a su hijo recién nacido, que está delicado de salud.
Mucha presión. El memorando fue enviado el 29 de julio al correo privado del Presidente y, según insistió Casas en la carta, ese documento fue “sustraído ilícitamente de mi correo electrónico personal”.
El 6 de setiembre, el Semanario Universidad, de la Universidad de Costa Rica, lo hizo público.
De inmediato, su contenido provocó fuertes reacciones por parte de los grupos que se oponen al tratado comercial.
Sin embargo, las críticas y repudios también salieron de los grupos que apoyan el acuerdo comercial que se someterá a referendo.
Representantes de ambos movimientos exigieron al Presidente la separación de Casas y Sánchez, pero Arias los respaldó.
“Son dos personas muy inteligentes, representantes de una nueva generación, con gran futuro político y han estado muy involucrados en la campaña a favor del TLC y seguirán estándolo”, dijo el mandatario el 6 de setiembre.
Cuatro días más tarde, el TSE calificó el memorando como “inaceptable”´, criterio que puso más presión sobre los funcionarios.
Ese mismo día, Kevin Casas anunció su separación de la campaña por el TLC y su distanciamiento temporal del Ministerio de Planificación, mientras se realizaba una auditoría ordenada por el TSE.
Como la medida no apagó los reclamos, Casas optó por renunciar.
“Me queda la alegría inmensa de haber servido a los costarricenses con lo mejor de mis capacidades y mis esfuerzos. Me queda también el sinsabor de no poder ver germinar, desde el gobierno, algunas semillas de transformación que planté a lo largo de estos 16 meses”, manifestó Casas en la carta.
Los opositores del SÍ y otros grandes críticos del memorando, como es el caso del Movimiento Libertario, celebraron la salida del vicepresidente y ministro.
Los libertarios incluso condicionaron su apoyo a un receso legislativo que permita a los diputados hacer campaña a favor del SÍ y NO, a la separación de Casas y Sánchez.
Estos grupos esperan que el diputado siga los pasos de Casas, al menos para dejar la presidencia de dos comisiones legislativas.