Cinco directivos del Sindicato de Empleados del Banco Nacional (Sebana) renunciaron a sus puestos, a finales del 2019, denunciando supuestos abusos de poder e irregularidades en la cúpula sindical.
Según dijeron, el manejo actual del sindicato bancario desvirtúa la naturaleza de la agrupación y perjudica a los afiliados.
En un lapso de 11 días, entre el 27 de noviembre y el 7 de diciembre de 2019, renunciaron a la Junta Directiva del sindicato María Elena Rodríguez, secretaria general adjunta; Dulce María Arias, secretaria de Relaciones Públicas; José Howard, secretario de Finanzas; Mauricio Meza, secretario de Asuntos Legales; y Óscar Mauricio Chinchilla, secretario de Conflictos.
En sus cartas de dimisión, los cinco exdirectivos denuncian supuestos cobros irregulares de viáticos, maltratos al personal, favoritismos, manipulación indebida de las actas de la organización y hasta ofrecimientos indebidos.
Antes de renunciar a sus puestos, los exsecretarios de Asuntos Legales y Finanzas, Mauricio Meza y José Howard, elaboraron un informe que determinó que, entre abril de 2017 y agosto de 2018, el secretario general, Hárold Reyes, cobró viáticos improcedentes por ¢4,5 millones.
“Las instalaciones del sindicato son en oficinas centrales, en San José. Hárold decía que, por venir de Alajuela, a él le tenían que pagar viáticos, pero eso solo aplicaba si era el banco el que lo trasladaba a una oficina que estuviera 10 kilómetros más lejos de la oficina donde la persona tuviera plaza”, argumentó Meza.
Incluso, en su carta de renuncia, la secretaria de Relaciones Públicas, Dulce María Arias, desaprobó estos cobros por parte del secretario general.
“Por un acuerdo de junta directiva, el cobro de este tipo de viáticos procedería en el tanto algún miembro de esta tuviera que desplazarse a algún lugar de la Gran Área Metropilitana (GAM), a efecto de cumplir con labores sindicales".
“Dicho acuerdo, el señor Reyes lo interpretó a su conveniencia. El descaro es tal que, en actas, él (Reyes) deja señalado que necesitaba la aprobación (de los viáticos) para realizar el pago de sus tarjetas, como si el sindicato fuera responsable de asumir deudas de sus miembros de Junta Directiva”, escribió la exencargada de Relaciones Públicas.
Ella agregó que una parte de la directiva, que tiene 13 sillas, “se sirve del sindicato para sus propios intereses”.
Secretario general: ‘Son cortinas de humo’
Vía correo electrónico, el secretario general Hárold Reyes contestó a La Nación que desconoce los documentos y correos mediante los cuales los exdirectivos renunciaron y, por lo tanto, no se referiría a ellos.
Además, agregó que se encuentra en curso una investigación en contra de los cinco exdirectivos, lo que le impide dar declaraciones al respecto.
“En mi opinión, la renuncia ha tenido como finalidad evadir la realización de la asamblea general (del sindicato), así como evitar rendir cuentas a los asambleístas por los hechos investigados”, respondió Reyes.
De hecho, añadió el secretario general del Sebana, la comisión investigadora ordenó aplicar medidas cautelares a dos de los exdirectivos.
No obstante, aseguró que dicha comisión no reveló los nombres de esas dos personas.
Posteriormente, explicó Reyes, en noviembre del 2019, la junta directiva convocó a asamblea general extraordinaria, “para que fuera esta la que valorara la separación temporal del ejercicio de sus cargos a estos dos directores, sustentada en la gravedad de los hechos que, aparentemente, arrojó la investigación".
“Fue precisamente, días después de que la comisión solicitara la realización de aquella asamblea, que los señores directores renunciaron a sus respectivos cargos”, argumentó el secretario.
Por esas razones, el líder del Sebana consideró que las acusaciones son “cortinas de humo” para desviar la atención con respecto a los hechos por los cuales son indagados los cinco exdirectivos.
‘Como una dictadura’
“Es como una dictadura y creen que son dueños de una pulpería. Manejan los fondos y la organización como quieren. Y es que el dinero que pone cualquier trabajador (a una organización sindical) es sagrado”, expresó la exsecretaria general adjunta, María Elena Rodríguez.
De los cinco demandantes, ella es quien tiene más tiempo de pertenecer al Sebana: 44 años, desde que ingresó como funcionaria del Banco Nacional (BN).
Incluso, Rodríguez fue secretaria general del sindicato durante dos gestiones consecutivas (2011-2014 y 2014-2017), así como secretaria general adjunta en esta última ocasión (2017-2020), período que no terminó.
Según ella, fue difícil tomar la decisión de renunciar: “Creo que la defensa de los derechos humanos se da desde todos los ámbitos y el movimiento sindical es parte de eso, desde el área laboral. Pero ya había muchas cosas que se estaban dando que no eran correctas.
“Hay un grupo de personas, que está con el señor Reyes, que lo único que les interesa es sacarle dinero a la organización".
"Cobraban un montón de cosas que no se pueden llamar viáticos, porque el sindicato no paga viáticos por ser una organización sin fines de lucro, pero ellos inventaban giras y cosas; cobraban desayunos, almuerzos, kilometrajes, dormidas”, comentó Rodríguez, quien está pensionada desde el 2011.
Los denunciantes reprochan que las personas que iban a las giras nunca presentaron informes que constataran que los viajes se realizaban para buscar afiliaciones.
Según Rodríguez, en el 2019, se afiliaron al sindicato unas 50 personas, frente al doble de desafiliaciones en ese mismo período.
El Banco Nacional cuenta con unos 5.200 trabajadores, de los cuales alrededor de 2.650 son miembros de Sebana, dijo la exdirectiva.
Para pertenecer al sindicato, los agremiados aportan una cuota mensual del 1% de su salario base.
También en su documento de renuncia, Dulce María Arias señaló que Reyes le habría ofrecido un puesto de tiempo completo a Óscar Mauricio Chinchilla “con tal de que, en las sesiones de Junta Directiva, votara todo a su favor”.
Supuestas alteraciones y maltratos
Otra de las quejas es el “desorden” en la manipulación de las actas de la junta directiva.
José Howard y Óscar Mauricio Chinchilla, exencargados de Finanzas y Conflictos, lo citan expresamente en sus documentos de dimisión.
“En la sesión trasanterior, se escuchó claro cuando se decían, entre algunos, que no importaba lo que despotricara la compañera (Grace) Carballo (directiva), pues eso simplemente lo quitaban del acta”, aseguró Howard.
Ese “déjela que hable, yo lo quito después” también fue señalado por Chinchilla, exsecretario de Conflictos, en su renuncia.
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Exdirectivos también acusaron a Reyes y a sus afines de maltratos a las secretarias de esa organización.
“Hárold humilló a nuestra secretaria, Yerlany (Vargas), delante de los 12 miembros de la junta directiva, hasta hacerla llorar al momento de salir de la sala de sesiones, actos bochornosos y que dejan mucho que desear de supuestos defensores de los trabajadores”, cita Dulce María Arias en el documento de renuncia.
En noviembre de 2019, La Nación publicó que Hilary Mayorga, quien fue despedida de su puesto como secretaria de Sebana, denunció por acoso laboral a Patricia Curione y Xiomara Gamboa, secretarias de Salud Ocupacional y de Organización, respectivamente.
Esos malos tratos también son parte de las causas por las cuales renunciaron los exdirectivos.
“Parte de mi renuncia fue el trato que se les daba a las personas del área administrativa, entre ellas a la compañera Hilary".
“La gota que derramó el vaso fue lo último que le inventaron, de que ella no cumplía con su trabajo y que tenía alguna relación sentimental con los abogados de la organización. Eso me pareció una bajeza, ya era demasiado”, exhortó la exsecretaria general adjunta, Rodríguez.
En el correo electrónico mediante el cual presentó su renuncia ante la Junta Directiva, el exsecretario de Finanzas también expresó: ”Espero en Dios nunca pretender ser mejor que otras personas tratando de minimizar su trabajo y esfuerzo, y mucho menos juzgarlos por su condición social y procedencia.
"También espero nunca abusar de mi posición para hacer sentir mal a personas a mi cargo, pues estas son las peores mañas que puede tener alguien que se dice dirigente sindical”.
“Gracias por mostrarme la peor versión de ustedes mismos, la peor versión de un ser humano, y por enseñarme la peor versión de mí mismo, pues me agoté emocionalmente y me dejé llevar por el odio que crece en sus corazones”, escribió Howard.