La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, no ocultó en ningún momento su descontento con la sanción que la Contraloría General de la República recomendó al presidente, Carlos Alvarado, para ella.
Durante la conferencia de prensa en que ella confirmó su renuncia irrevocable al puesto, reiteró varias veces que considera que se trata de una decisión equivocada.
Aguilar, incluso, le lanzó un dardo a la entidad regida por Marta Acosta, pues recordó que, en su momento, la Contraloría tuvo la oportunidad de advertirle a la Asamblea Legislativa la situación del Presupuesto Nacional del 2018, el cual presentaba un faltante para hacer frente a vencimientos de deuda pública.
La Contraloría recomendó la sanción contra Aguilar por pagar los compromisos del Gobierno con sus acreedores, a principios de esta administración, pese a no tener contenido presupuestario, lo que quiere decir que no se contaba con el aval legislativo para hacer esos pagos.
La administración de Luis Guillermo Solís había agotado la partida desde principios del 2018.
Esos acreedores eran, principalmente, instituciones públicas que le prestan dinero al Gobierno central para cubrir su faltante de recursos a cambio del pago de intereses.
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“Mi decisión tiene que ver exclusivamente con una decisión que no comparto en absoluto con la Contraloría, que en su oportunidad, cuando le correspondió emitir un dictamen sobre el Presupuesto del 2018, no le advirtió al Congreso de esa situación”, dijo la jerarca.
Aunque la jerarca indicó que respeta la recomendación del ente contralor, enfatizó que ella está en su pleno derecho de optar si se iba 30 días “de vacaciones”, tal como se le recomendó al presidente, o el resto del periodo de gobierno.
Por otra parte, Aguilar aseguró que no quería dejar al presidente Alvarado en la disyuntiva de tomar una decisión, por lo que le ganó el pulso al mandatario y dejó el cargo de inmediato.
En cuanto a las razones para criticar la recomendación de la Contraloría, la ministra respondió que son “de carácter muy técnico” y prefería no referirse a ellas.
Sin embargo, sí manifestó que los pagos de los vencimientos de deuda no son una decisión voluntaria de la ministra de Hacienda, ni de las otras personas del ministerio, sino que se trata de pagos automáticos.
“Se han hecho así por muchos años, pensando en que sería lamentable que, por un error humano, el país dejara de pagar una obligación”, indicó.
De hecho, el riesgo de que el Gobierno no honrara los vencimientos de deuda le habría generaro una situación de impago y habría generado una peor situación al país, en el contexto de los mercados internacionales donde precisamente había estado buscando financiamiento.
“La razón del faltante fue una mala formulación del Presupuesto. A pesar de eso, el Ministerio lo expresó en su exposición de motivos (del proyecto de ley presentado al Congreso en setiembre del 2017) y me parece que las siguientes fallas estuvieron en un dictamen (emitido por la Contraloría) que fue omiso sobre el particular y una aprobación que no consideró, para nada, que lo correcto era considerar potenciales canjes de deuda”, explicó Aguilar durante la conferencia.
La jerarca saliente también enfatizó en que ella decidió no apelar, de manera voluntaria, porque considera que no es oportuno posponer su decisión.
“Con apelar y sin apelar, la decisión habría sido la misma”, comunicó.
También, Aguilar confirmó que Carlos Alvarado le pidió, durante la conversación que mantuvieron hacia el mediodía, que no se fuera. “Después de que me lo solicitó, lo convencí de que era lo mejor”, dijo.