El exministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, llegó esta semana a Bolivia como jefe de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que colabora en resolver la crisis política de ese país, agudizada tras la renuncia del expresidente Evo Morales el pasado 10 de noviembre.
Tras su llegada a La Paz, capital boliviana, Piza pidió este jueves que las elecciones se realicen lo más pronto posible como una forma de pacificar ese país, en donde las protestas dejaron 32 muertos en el último mes.
“La pacificación puede ayudarse mucho con un llamamiento a elecciones”, declaró ayer el exministro costarricense en el Palacio Quemado, sede del gobierno, donde se reunió con la presidenta interina, Jeanine Áñez.
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“Esas elecciones obviamente deben ser libres, transparentes, confiables y deben ser lo más antes posible con garantías para todos. En ese sentido, que la propuesta de plazo sea definida por el Tribunal (Supremo Electoral) que llegue a constituirse nos parece razonable. Nosotros acompañaremos ese proceso”, añadió el Piza, según el diario La Razón de Bolivia.
Piza renunció el 29 de julio pasado como titular de la Presidencia, cargo que desempeñó desde el inicio de la administración de Carlos Alvarado, el 8 de mayo del 2018.
Tras su salida del gobierno costarricense, el también excandidato presidencial por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) asumió, en setiembre, la coordinación del proyecto Observatorio de la Democracia y el Desarrollo, un cargo de confianza otorgado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El socialcristiano publicó en sus redes sociales que, firme en su compromiso con la democracia en el continente, “represento al señor secretario general de la OEA en misión enviada a Bolivia en procura de una pronta solución a la crisis actual”.
En tanto, al urgir prontas elecciones, desde el palacio de gobierno, el jefe de la delegación del organismo hemisférico confirmó que hoy llevaría a Bolivia una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evaluar la situación de los derechos humanos en el conflicto.
Tras perder el respaldo de las Fuerzas Armadas y acorralado por las protestas en contra de su reelección, Evo Morales renunció como presidente.
Antes de su dimisión, un informe de la OEA denunció “graves” irregularidades en las elecciones del 20 de octubre que desataron la crisis.
El organismo hemisférico recomendó anular ese proceso en el que el Tribunal Supremo Electoral había declarado ganador a Morales en primera vuelta, y pidió convocar nuevas elecciones.
La misión de la OEA que observó esos comicios estuvo dirigida por el excanciller costarricense, Manuel González.