Las vueltas de la vida lo pusieron como candidato presidencial. Este abogado de sangre socialcristiana liberal acabó siendo la cara del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) para el 2014.
Ha vivido siempre en la segunda línea de la política partidaria, siendo parte de la agrupación en que militó su papá, el exmagistrado Rodolfo Piza Escalante.
Desde joven fue parte de la juventud de la Coalición Unidad, la cual conformó el PUSC en 1983.
Tras una educación primaria entre España y Costa Rica, se graduó en Derecho en la Universidad de Costa Rica (UCR), al presentar una tesis sobre mecanismos de defensa de Derechos Humanos.
De este tema se hizo especialista y se doctoró años después en la Complutense de Madrid, España.
Fue presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez y procurador de la República por 25 días.
Siempre ha sido abanderado del liberalismo. Presidió la Asociación Nacional de Fomento Económico (ANFE) en 1996, un centro de proyección de ideas liberales clásicas, como la apertura económica, libertades individuales y la oposición a la intervención estatal.
Diez años después tuvo un acercamiento con el Movimiento Libertario, en el que figuró como “delegado adicional”, que según el TSE, es una categoría de miembro en las asambleas de partidos.
Fue magistrado suplente de la Sala IV desde 2010 al 2013. Después, a sus 55 años, emprendió su primera aventura en el primer plano de la política, como precandidato en el mismo PUSC donde empezó. Perdió en primarias con el médico Rodolfo Hernández, quien tuvo apoyo calderonista.
Entonces, fue inscrito como candidato a una vicepresidencia de Hernández, pero tras la renuncia de este, Piza tomó el escudo del PUSC. Casi un asunto de casualidades.