Al finalizar sus funciones como ministro de la Presidencia, en mayo del 2010, Rodrigo Arias Sánchez tenía claro que aún quedaban pendientes algunas reformas que hacer al Estado costarricense. Recordó que en el camino, durante la segunda administración de su hermano Óscar (2006-2010), se quedaron proyectos de ley importantes, como la apertura del mercado eléctrico y la eliminación de duplicidades a lo interno de las instituciones públicas.
Fue durante ese cuatrienio y, a raíz del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos —aprobado en un referendo—, que se abrió el monopolio estatal de las telecomunicaciones y los seguros, por ejemplo. Sin embargo, Rodrigo Arias, de 75 años, insiste en que quedó “una serie de cosas pendientes”.
Con esa consigna en mente y motivado por seguir activo en la política nacional, se planteó llegar a Zapote en el 2014, pero esa vez como Presidente de la República. Mientras Laura Chinchilla dirigía las riendas del país, él comenzó a moverse a lo interno de su partido, Liberación Nacional (PLN), para organizar su precandidatura.
No obstante, la noche del 3 de enero del 2013, mientras buena parte del país aún veía por televisión las populares corridas de toros de fin y principio de año, Rodrigo Arias anunció que desistía de sus aspiraciones presidenciales. Las encuestas ya vaticinaban una derrota en las urnas y cada vez se veía más empinado su camino hacia la Casa Presidencial.
Hoy, nueve años después, y ya como presidente electo de la Asamblea Legislativa, el dos veces ministro de la Presidencia (1986-1990 y 2006-2010) reconoció que, por aquella época, su imagen sufría un desgaste entre la ciudadanía y que lo mejor era dar un paso al costado.
“Yo sentí que tuve un gran apoyo de la dirigencia de Liberación, pero no así de la opinión pública. Había una percepción equivocada de que, tal vez, yo solo quería volver para mantener poder político. En realidad, las encuestas no me favorecían mucho. A principios del 2013, en enero, tomé la decisión de no inscribirme porque había un plazo de inscripción (de la precandidatura verdiblanca) que vencía en ese mes. Tomé la decisión de no participar en la contienda electoral, siguió don Johnny Araya, quien era alcalde de San José, fue el candidato y el resto de la historia es conocida”, resumió.
Este domingo 1.° de mayo entró de nuevo a la arena política por la puerta grande, al convertirse en presidente de la Asamblea Legislativa. Se trata de un retorno a la política activa porque, en realidad, él nunca ha estado inactivo por completo.
Por ejemplo, apoyó la precandidatura y posterior candidatura presidencial de Antonio Álvarez Desanti para los comicios del 2018, ha participado en la escogencia de los aspirantes a diputado de la agrupación verdiblanca y ha pedido apoyar ciertos proyectos de ley que, en su criterio son importantes, como la reforma fiscal que impulsó el presidente Carlos Alvarado.
Filosofía de vida
“Yo he tenido una filosofía en mi vida. Es que uno en política debe trabajar para ayudarle a Costa Rica”, justificó Arias sobre su apoyo a otros políticos.
“En el gobierno de don Carlos Alvarado la situación fiscal se había puesto muy difícil, teníamos una deuda que seguía creciendo. Si no se actuaba podíamos caer en un precipicio. Ahí se presentó una ley de fortalecimiento de las finanzas públicas, ley controversial por supuesto, porque hacía ajustes importantes. Habíamos tenido toda una huelga de varios meses y yo estuve motivando a la fracción de Liberación para que votara esa ley, porque era lo que le convenía a Costa Rica.
“Y así me mantuve, después, cerca de varios diputados, apoyando otras iniciativas de ley que me parecían importantes como el ingreso a OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el proyecto sobre las huelgas, etcétera”, explicó.
Segundo paso por cuesta de Moras
Esta es la segunda vez que Rodrigo Arias asume como diputado de la República, pues en 1986 ocupó una curul durante solo ocho días, del 1.° al 8 de mayo de aquel año, cuando resultó electo por la provincia de Heredia. Luego, dimitió para asumir el Ministerio de la Presidencia.
“Fueron ocho días muy provechosos porque en ese momento habíamos salido de una campaña muy dura. La campaña entre Oscar Arias Sánchez y Rafael Ángel Calderón había dejado heridas profundas en ambos lados. Durante esa semana que estuve en la Asamblea me permitió conocer mejor a los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Dejé lazos afectivos que, cuando fui ministro, me permitieron hacer mucho mejor la labor de comunicación con las fracciones del Congreso”, reseñó.
Su regreso a la actividad política como diputado fue mucho más sencilla de lo que se especuló, según contó en una entrevista con La Nación, el pasado 29 de abril, pues asegura que lo une una longeva amistad con el expresidente José María Figueres Olsen, quien como candidato del PLN, le ofreció el primer lugar de la papeleta por San José de la agrupación verdiblanca.
Regreso sencillo
“Yo tengo una buena relación personal con don José María desde hace muchos años. Él fue ministro casi en toda la administración Arias, del 86 al 90. Es cierto que en la campaña de Antonio Álvarez estábamos en tiendas diferentes, pero siempre manteníamos una línea de respeto importante.
“Cuando él decide que va a incursionar en política, en 2021, yo le manifesté que tenía un compromiso con Carlos Ricardo Benavides (exdiputado y exprecandidado del PLN). Él me manifestó que no había ningún problema al decir por quién votaría yo en la convención. Más bien, él quería invitarme a que, pasada la convención, estuviéramos juntos.
“He mantenido con él una amistad y un diálogo muy franco, muy sincero. Nos comunicábamos semanalmente por Zoom, había una comunicación directa, permanente, comentábamos temas de política, temas personales, temas nacionales.
“Y así fue como, al aproximarse las fechas para designar las diputaciones, me pidió consejo en algunos casos de candidaturas provinciales. Cuando ya venía la elección de candidatura por San José me visitó en mi casa. Me planteó quién encabezaría San José. Mencionamos el perfil que se requería y dentro de ese perfil consideró que yo podía representarlo bien. Me propuso que por qué no era yo. Le respondí que lo iba pensar una noche y, al día siguiente, le dije que con mucho gusto aceptaba.
“Fue una sorpresa para mí, pero me pareció que era un reto interesante poder contribuir en algo para generar los consensos que se requieren. Yo estoy claro de que ningún partido político puede arreglar los problemas solo. Necesita el concurso de varios partidos políticos y eso es lo que voy de tratar de hacer”, narró Arias sobre su retorno a la política activa.
Su postulación a la Presidencia del Congreso la anunció el propio Figueres, el 5 de abril, junto con él y el resto de diputados de la fracción liberacionista, luego de que el exmandatario sostuviera una reunión con el presidente electo Rodrigo Chaves.
Prioridades
Ahora, como legislador del periodo constitucional que se inició este domingo, Arias se enfocará en la generación de empleos y reactivación económica: “Para eso voy a apoyar un proyecto de ley para constituir un fideicomiso de vivienda. No hay nada que genere más empleo que poder construir vivienda a gran escala”, adelantó.
De hecho, dijo, la fracción del PLN ya tiene redactada la iniciativa para crear ese programa de hipotecas, el cual se alimentaría de los recursos de los fondos de pensiones, y que buscaría generar 150.000 soluciones de vivienda “que le urgen a las familias costarricenses”. “Eso creo que generaría muchas fuentes de empleo”, insistió.
“Igual voy a impulsar fuertemente que las grandes obras que hoy día no se puedan financiar porque el Estado no tiene dinero, que se puedan financiar con alianzas público privadas, no solo en el campo vial, sino digital, donde hay grandes inversiones”, manifestó.
LEA MÁS: PLN buscará presidencia de Asamblea con Rodrigo Arias como candidato
Fanático del Herediano y abogado de profesión
Su nombre completo es Rodrigo Gerardo de Jesús Arias Sánchez. Nació el 26 de julio de 1946 en San Francisco de Heredia. Proviene de una familia de políticos y hacendados. Tiene dos hijos y una hija, es fanático del Club Sport Herediano y es abogado de profesión.
En una entrevista con este diario, en 2010, sostuvo que le tocó coger café con pala en mano en el beneficio ubicado detrás de su casa. “Si sacaba malas notas, me mandaban a trabajar”, aseguró en esa oportunidad.
Arias es licenciado en Derecho por la Universidad de Costa Rica (1969) y cuenta con una maestría en Derecho Comercial de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos (1971).
“Me fui por las letras debido a la tradición por el Derecho”, respondió en aquella ocasión. “Nunca fui un buen abogado. Estuve en un bufete (Facio y Cañas), pero fui más un asesor en derecho comercial. Mi especialidad en Estados Unidos fue bolsas de valores y comercio”, añadió.
Mientras que sobre su talento en la política apuntó: “Me siento muy cómodo en la relación humana con las personas”.
LEA MÁS: Rodrigo Arias
Rodrigo es seis años menor que el expresidente Oscar Arias. Es nieto de Juan Rafael Arias Bonilla, un abogado, político y constituyente. Su padre, Juan Rafael Arias Trejos, se dedicó más a la abogacía y a las actividades empresariales. Su mamá se llamó Lilliam Sánchez Cortés.
Fue regidor municipal de Heredia para el cuatrienio 1974-1978. “Luego, vinieron los años 80 y empecé a trabajar con Óscar en la secretaría del PLN y después en campaña”, indicó en esa entrevista.
Antes de entrar de lleno a la política se encargó de manejar las empresas de la familia: fincas cafetaleras heredadas, algunas ubicadas en San Joaquín de Flores y en Barreal de Heredia, y el ingenio Taboga, en Cañas, Guanacaste.
“Desde que me gradué de abogado, vine y estuve más con las actividades empresariales, no solo las de mis hermanos, sino con las de la familia en general”, recordó.