Rodrigo Arias, exministro de la Presidencia, llamó a los diputados del PLN y al Gobierno a actuar con responsabilidad y franqueza, de cara a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el fin de evitar una severa crisis que desate la pobreza y la inflación.
Al Gobierno, Arias le pide explicar con claridad la difícil situación económica. “El país tiene que tomarse una medicina dura y amarga. Para aceptarla, hay que explicarle primero en qué consiste su enfermedad”, dijo.
A los diputados de Liberación Nacional (PLN), en tanto, les recomienda actuar con responsabilidad y evitar que el país se hunda: “Nunca un partido de oposición ha perdido una elección por ser responsable. La ha perdido por ser irresponsable”.
“Hay personas en Liberación Nacional, dirigencia, que creen que hay que oponerse a todo lo que el Gobierno proponga. Me parece que es un grave error. No vamos en dos barcos diferentes”, afirmó. Este es un extracto de una entrevista concedida por el exministro acerca de la reunión que sostuvo con los diputados del PLN, el viernes pasado, en el Balcón Verde.
- ¿Qué realmente se conversó en ese encuentro?
Aproveché para comentar la difícil situación sanitaria y económica que está viviendo el mundo y que está viviendo Costa Rica. No por nada el Fondo Monetario llama a esta crisis una crisis sin parangón, una crisis extraordinaria en donde vamos a enfrentar probablemente consecuencias nunca vistas.
Comentamos la preocupación por las proyecciones que dio el Centro Centroamericano de Población para setiembre, de posibles escenarios de 1.500 casos diarios (de covid-19) y del impacto negativo que eso generaría en la reactivación económica.
No podemos ocultar que esta crisis va a atraer una contracción de las economías en el mundo. El Fondo Monetario estima una contracción de entre un 4% y el 9%. Para Costa Rica, el Banco Central ha dado cifras de que sería alrededor del 5% de contracción.
Si a esta contracción le agregamos el problema del déficit fiscal, ahí vemos que tendríamos un faltante entre ingresos y gasto de aproximadamente entre el 10% y el 11% del producto interno bruto.
Eso nos pone en una situación muy, muy preocupante. Es una situación de extrema gravedad y mi mensaje a los diputados fue decirles que esto se agrava porque la recuperación de esta pandemia es incierta.
Lo que procede es actuar responsablemente y me alegré mucho que, el día anterior a esta reunión, el jueves, se había aprobado el primer proyecto del Fondo Monetario, el crédito rápido por $504 millones. Si no se hubiera aprobado, habría un efecto rebote inmediato negativo en los mercados financieros.
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Hablando de ese tema de la responsabilidad, yo les recordaba lo acertada que fue la fracción al haber dado los votos para aprobar la reforma fiscal del 2018. Si no se da esa reforma, hoy estaríamos con un escenario totalmente diferente en Costa Rica. Me parece que, desde esa época, la fracción dio muestras de seriedad, de responsabilidad, al igual que con el trámite de otras leyes como la de huelgas que, me parece, ayudará a la gobernabilidad de este país.
En ese contexto, les ahondé en lo que significa para un partido de oposición su actuar. A mí me parece que un partido como Liberación debe ser y debe de actuar como el partido más preparado y el más responsable ante esta crisis.
Cuando se les critica a los diputados que, al aprobar proyectos de ley, pueden poner en riesgo el ganar o no una futura elección, yo les decía que nunca un partido de oposición ha perdido una elección por ser responsable. La ha perdido por ser irresponsable y yo sigo creyendo fielmente en esa manifestación.
Creo yo que Liberación debe ser más grande que la magnitud de esta crisis y debe manifestarlo en propuestas y en soluciones. Y sobre todo, no se debe tener temor a coincidir cuando el motivo de esas coincidencias es para beneficio nacional, para beneficio del país.
Sobre esas bases transcurrió mi presentación ante ellos, insistiéndoles en que, lógicamente, estaban en una situación muy difícil como diputados, porque estaban en una encrucijada. Por un lado, yo siento que ellos tienen una reacción, un reclamo al Gobierno por cosas justificadas que yo las acepto. Probablemente, no han recibido toda la información del Gobierno. Hay proyectos de ley que se han enviado que no están bien hechos, como la reforma a la ley de empleo público. No se ha presentado una verdadera ruta de desarrollo hacia donde queremos ir, no se han presentado proyectos concretos de reactivación de los sectores productivos.
Pero yo les decía ’qué difícil’, porque ustedes está en una encrucicijada. Por un lado, tienen el derecho de reclamar esto, pero por otro lado, ¿cuál es la solución? La solución ante la crisis es que ustedes tienen que actuar con responsabilidad porque no puede dejar que el país se hunda. No se puede ser corresponsable de que el país se nos vaya y caigamos en un hueco del cual no nos podamos recuperar fácilmente. Si como partido político se aspira a gobernar en el 2022, no queremos ir a Gobernar un país que está hundido en una tragedia y en una crisis financiera insostenible, con grandes porcentajes de pobreza y desempleo.
Yo les hacía énfasis en eso y en la gravedad de no actuar acorde con esa responsabilidad. Les mencionaba que muy pocos de ellos habían vivido la crisis de la década de 1980 en Costa Rica. Yo la viví y ahí tuvimos una contracción de la economía de más de un 7%, pero lo más grave fue que vivimos años en que la inflación, que hoy día está en casi cero, se nos fue, de 1980 a 1981, a más de un 30% y en 1982 llegó a un 90%, y la pobreza subió a un 54%. La historia está ahí para no repetirla y no cometer los errores que se cometieron en ese momento.
- ¿Les dijo cómo cumplir con esa responsabilidad en el trámite de algunos proyectos de ley para cumplir con el acuerdo con el FMI?
Les comenté una cosa que se la he oído al presidente del Banco Central (Rodrigo Cubero), de que el Fondo Monetario de hoy no es el mismo de los años 80 o 90 que nos traía una receta para que la aprobáramos o no. Ahora va a ser un Fondo que nos va a pedir cuál es la propuesta de Costa Rica para llegar a las metas que se han conversado. Las metas están contenidas en este crédito rápido que ya se aprobó. Queremos que nuestra deuda vuelva a niveles de un 50% del PIB y queremos lograr un posible superávit primario de más del 2,2% en los próximos años. Esas son metas hacia las cuáles se deben caminar.
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El Fondo le va a decir a Costa Rica ’dígamos usted cómo va a llegar a cumplir con esas metas’ y ahí es donde la fracción va a esperar a que el Gobierno le presente cuál es su propuesta. Que el Gobierno le presente su menú de condiciones o de propuestas que está barajando su equipo económico, para presentar e iniciar sus negociaciones con el Fondo. A mí me parece y, eso lo conversábamos, de que esas medidas deberían cumplir algunas condiciones básicas.
Deben ser cosas que sean viables políticamente, para comenzar. Segundo, deben ser sostenibles en el tiempo; y tercero, deben ser propuestas que sean congruentes entre sí y que sean congruentes con la visión de desarrollo que tiene no solo Costa Rica, sino también un partido político como Liberación. Con esa métrica es como la fracción debería orientarse.
De ahí, habrá que valorar todas esas medidas y ver cuáles, por ejemplo, son políticamente viables. Yo le pongo un ejemplo: si alguien propone que hay que subir el IVA un 25%, imagino que eso se va a considerar que no es políticamente viable. Si hay una propuesta de aprobar un proyecto de ley de renta mundial en este momento, yo diría que es difícil hacerlo ahora. Y así uno puede argumentar cosas, pero, en realidad, en esta reunión del viernes no entramos en esos detalles.
- ¿Les sugirió abandonar posiciones de tipo electoral durante el debate legislativo, de cara a las elecciones del 2022?
Uno siempre trata de pedir a los diputados que se concentren en los temas serios de todos los proyectos de ley que se presenten, pero no significa que tengan que renunciar al control político. Yo creo que eso es inherente a las cosas que le competen a un partido de oposición. Si hay materias que ameriten hacer un control político fuerte, me parece a mí que lo deben hacer y eso lo conversamos.
Lo que pasa que, por hacer control político, no se debe decir que no se va a conocer, aprobar o coincidir en cosas que son en beneficio del país. Eso es otra cosa. Hay personas en Liberación Nacional, dirigencia, que creen que hay que oponerse a todo lo que el Gobierno proponga. Me parece que es un grave error. No vamos en dos barcos diferentes en el que unos se pueden salvar y otros no. Vamos en un solo barco.
A mí me parece que hay que hacer una clara distinción entre los temas que una fracción de oposición puede hacer control político fuerte y los temas donde tiene que ser responsable con el país.
- Pasemos a temas propios de las negociaciones del Gobierno con el FMI. ¿Es el camino idóneo tomado por el Poder Ejecutivo?
Sí, señor. Definitivamente. Me parece que en este momento es lo mejor para lograr el equilibrio fiscal. Ese equilibrio fiscal uno lo puede hacer con ayuda del Fondo o sin ayuda del Fondo, porque es algo que el país necesita. Pero, lógicamente, si lo podemos hacer mediante un convenio con el Fondo, es lo mejor porque no solo nos van ayudar con un crédito en buenas condiciones. Ese convenio nos va a dar un sello de confianza hacia la comunidad internacional sobre las políticas fiscales de Costa Rica y sobre nuestra posible estabilidad. Eso vale muchísimo porque nosotros, para salir de esta crisis y poder balancear nuestra gran deuda, vamos a necesitar de varios años. Vamos a necesitar de mercados financieros con nuevos créditos para poder lograr ese balance con nuestras finanzas. Entonces, el convenio con el Fondo nos da este sello de confianza ante estos organismos internacionales.
- ¿Cómo cree que se debe componer ese acuerdo, sobre todo que genere un equilibrio en sus diferentes líneas?
Me parece que tiene que haber algo de venta de activos. También, tiene que haber, probablemente, algunos ingresos nuevos. Me parece que tiene que haber un compromiso serio con el gasto público. Este compromiso lo veremos ahora con la presentación del presupuesto ordinario del año que viene para el 2021, donde me parece que ahí el Gobierno tiene que dar muestras claras de este compromiso de reducción del gasto publico.
- ¿Cómo debería quedar el gasto social y el de Educación en estos compromisos, por ejemplo?
Bueno, todo eso estará dentro de las medidas. Todas esas medidas tienen efectos, algunas más estructurales que otras, pero ahí es también donde yo le decía que la tercer condición es que esas medidas sean congruentes con un modelo de desarrollo que los partidos quieren y que el país quiera. Algunas de estas medidas tienen que ir tendientes a reducir un poco el aparto estatal. Ser un Estado más eficiente y, por supuesto, quitar las contradicciones que tenemos internamente. Por ejemplo, ser más eficientes en nuestro gasto social, reduciendo instituciones. Hoy tenemos más de 25 instituciones que manejan fondos para reducir la pobreza. Hay que ser más eficientes en ese campo. O sea, reestructuraciones administrativas internas para lograr esas eficiencias.
- ¿El Gobierno le ha consultado a usted sobre estos temas?
Yo he conversado un par de veces con el presidente de la República sobre estos temas en general y he tenido varias conversaciones con el ministro de la Presidencia, don Marcelo Prieto. La última de ellas la sostuve el jueves, después de que se aprobó el convenio con el Fondo.
- ¿Les ha sugerido algo en concreto?
Les he sugerido y lo sigo sugiriendo que se le debe de explicar a Costa Rica con mucha claridad la difícil situación en que estamos. No solo como lo hace el Gobierno con el tema de la salud pública, sino, también, explicar mucho la difícil situación en la que está nuestra economía, porque esto no es sencillo.
Esto es como un enfermo que tiene una enfermedad grave. Si usted no le explica bien cuál es la gravedad de ese mal, va a ser muy difícil que el enfermo acepte la medicina que le van a dar.
Y aquí sabemos que el país tiene que tomarse una medicina dura y amarga. Para aceptarla, hay que explicarle primero en qué consiste su enfermedad, cuál es la gravedad de la situación económica actual. Y más importante cuáles son los riesgos si no se toman esas medidas, qué es lo que puede pasar si no se actúa responsablemente.
- ¿Hablar con esa transparencia podría generar nerviosismo en los mercados financieros, en la inversión y en otras áreas económicas? Luis Guillermo Solís generó un efecto adverso cuando anunció, a finales del 2017, que había dificultad para cumplir con las obligaciones del Gobierno.
Yo diría que, en estos momentos en que estamos y ante esta crisis, la confianza y la sinceridad es importante. Decir la verdad en política siempre es importante y me parece que aquí nadie va a inventar nada. Sencillamente, se van a decir las cosas como son. Estamos ante una situación económica bien difícil. Tenemos cifras que nunca quisiéramos haber visto de nuevo, como la contracción de un 5% que es lo que el Banco Central ha aceptado hoy, pero que algunos economistas consideran que puede ser de 6% o hasta llegar a un 7% como fue la contracción de los años 80.
Todos los sectores de la sociedad costarricense tenemos que participar con nuestra cuota de sacrificio para que el país salga adelante.
- ¿Cómo debe de actuar el Gobierno para que estos acuerdos sean viables entre los sectores y no derive en protestas como las del 2018?
Le reitero, explicarles la gravedad del problema. Explicarles qué significa para el país una contracción del 5% de la economía. Hay que explicarlo. Comenzando por decir cuál es nuestro producto interno bruto, una contracción del 5% es tanto, un déficit fiscal del 10% o el 12% es una cantidad de tantos millones de dólares menos. Ante esto ¿qué pasa si no logramos este convenio con el Fondo o si no logramos este equilibrio de nuestras finanzas?.
O sea, cuáles son los riesgos que tenemos si esto no pasa. ¿Qué pasaría en nuestra economía si el Gobierno no pudiera honrar nuestra deuda y nuestro tipo de cambio se empezara a deteriorar? Eso significaría casi que reducir el salario a todas las personas en un 50%, todas las pensiones que se pagan. Yo creo que cualquier costarricense que esté en un sector tiene que comprender la magnitud de esto. Explicar lo que hemos tenido en el pasado, donde el Gobierno sencillamente no ha podido cumplir con las obligaciones y al final se terminó pagando parte de los salarios en bonos. Eso ya lo vivimos hace muchos años y ojalá que nunca se repita.
- ¿La reforma fiscal del 2018 fue insuficiente? El proceso de aprobación fue difícil y hay sectores que hoy la siguen cuestionando.
Creo que fue fundamental en su momento, en diciembre del 2018. Fue la mejor decisión que se pudo haber tomado y me alegro que Liberación haya dado sus votos para aprobarla. Estuviéramos hoy en una crisis financiera inmensa si no se hubiera aprobado. Se aprobó, estábamos conscientes de que era insuficiente, pero en ese momento se pensaba que en el tiempo podría ir logrando sus efectos. Desgraciadamente, ahí, debo decir que el Gobierno también dejó que se abrieran algunos portillos para la aplicación, sobre todo, de la regla fiscal. Eso deterioró esa efectividad de esa reforma. Además de eso, nadie pudo prever que tuviéramos esta crisis mundial con esta pandemia. Si ya teníamos una economía enferma, con problemas, pues la vino a revolcar, la vino a afectar y hace necesario hoy tomar medidas mucho más drásticas.
- ¿Debido a esos portillos que usted menciona abrió el Gobierno con la regla fiscal, se puede tener confianza de que el Gobierno llevará a buen puerto las negociaciones con el FMI?
Creo que hay razones para tener temor de que el Gobierno pueda no actuar en la forma como tiene que hacerlo en este campo fiscal. Pero a quien le toca demostrar esa confianza ahora es al Gobierno en esta negociación. De presentar cosas que sean efectivamente necesarias y que sean soluciones reales para poder caminar hacia esos objetivos que están plasmados en esas conversaciones.
- ¿Cómo valora lo que ha hecho el Gobierno hasta ahora en esa ruta hacia la negociación?
Mi opinión es que las consultas debieron haber sido con mayor formalidad con diferentes sectores, con los sectores económicos del país, sectores productivos, sectores sociales. Me parece que, políticamente, cuando uno está en el Gobierno, uno sabe que tiene que tener un diálogo permanente, fluido y amplio con todas las fracciones legislativas representadas en el Congreso.
Me parece que ahí todo lo que sea exceso es bueno, todo lo que se haga es positivo y creo que los diputados reclaman que no han tenido la claridad de conocer cuál es esa ruta que el Gobierno tiene sobre una ruta de reactivación económica a futuro, fundamentalmente.