El jerarca de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, pactó una reunión con el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, luego de que el mandatario renunció, la semana pasada, a impulsar los proyectos de ley que se gobierno planteó en materia de seguridad.
El encuentro se realizará como una de las reuniones de los jerarcas de los supremos poderes, en la que también estará el magistrado presidente de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Aguirre.
La cita tendrá lugar este jueves 30 de noviembre, en la oficina del jerarca del Poder Judicial, a las 2 p. m.
En la nota de prensa donde se informó de la reunión, se informó de que, en la cita, participará también la presidenta de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico del Congreso, la vicepresidenta legislativa Gloria Navas.
El objetivo de la conversación es “abordar la crisis de inseguridad que afecta al país, así como lograr los avances necesarios en sesiones extraordinarias, para contar con una agenda legislativa robusta que ayude a construir una política de Estado en seguridad ciudadana”.
Por tratarse de una reunión centrada en los temas de inseguridad y la crisis de criminalidad que azota al país, en esta cita de presidentes de los poderes no participaría la presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la magistrada Eugenia Zamora.
El pasado 22 de noviembre, Rodrigo Chaves anunció que retiraba de la agenda legislativa los proyectos de ley sobre seguridad ciudadana que presentó su gobierno en abril, debido a que los diputados cuestionaron la eficacia de sus planes.
La orden la giró durante una actividad en la Escuela Nacional de Policía, en el cantón de Pococí, acto en que se presentaba la Estrategia Nacional de Seguridad de la administración Chaves Robles.
Su reacción se dio un día después de que los diputados de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico dictaminaron, de forma negativa, el expediente 23.689, que modificaría la Ley de armas y explosivos para elevar las penas por posesión ilegal de armas, porque el expediente no tocaba nada relativo a las armas militares que usan los sicarios.
Sin embargo, la orden de Chaves también sacó de la agenda un proyecto que ya había sido dictaminado afirmativamente, para ampliar las escuchas telefónicas en la investigación de otros delitos, entre ellos homicidio simple y feminicidio.
El presidente, en un discurso, le pasó la bola a los diputados y dijo que, a partir de su decisión, reportarían cada miércoles los asesinatos que, según la Presidencia, ocurran a causa de leyes débiles o por acciones erróneas de los jueces.
Argumentó que los diputados no se cansan de decir que las iniciativas del Ejecutivo no sirven para nada, que son malas y que decidieron rechazarlas o archivarlas. De las cinco presentadas, una se archivó y otra estaba por ser dictaminada negativamente.
“A partir de este momento, el Congreso tiene la absoluta responsabilidad, sin participación del Ejecutivo, de generar las leyes que garanticen la desactivación, eficaz y contundente, contra los grupos de crimen organizado”, alegó Chaves ese día.
La decisión presidencial no cayó nada bien, ni entre los diputados ni tampoco al jerarca legislativo, que cuestionó la reacción de Chaves por el archivo de una sola iniciativa legal.
Los congresistas, ese mismo miércoles, reclamaron que Rodrigo Chaves optara por renunciar a su labor presidencial y la propia Gloria Navas calificó el gesto del mandatario como un autogolpe.
Un día después, Rodrigo Arias advirtió de que si Chaves renuncia a sus atribuciones, incluyendo las responsabilidades sobre el mantenimiento del orden y la seguridad del país, estaría incurriendo en un delito.