En menos de un mes, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, pasó de elogiar a Álvaro Ramos e invitarlo públicamente a ocupar otro cargo en su Gobierno, a propinar nuevas críticas en contra del ahora exjerarca de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Chaves removió a Ramos el pasado 17 de setiembre, tras diferir en torno al aumento salarial, de carácter retroactivo, para los 63.000 empleados, aprobado por la Junta Directiva de esa institución.
No obstante, el mandatario declaró, en una entrevista con radio Monumental, que también consideró otras críticas personales, al momento de tomar la decisión de destituirlo.
Durante ese interrogatorio, Chaves cuestionó “la intensidad” de Álvaro Ramos para resolver temas que él considera prioritarios. Citó, por ejemplo, las listas de espera, la corrupción institucional y la sostenibilidad financiera de la seguridad social.
“En el caso de don Álvaro, él tiene una opinión totalmente diferente, pero yo sentí que él no estaba percibiendo con la intensidad, sudando la camiseta, como debería para el problema que la mayoría clama que debe ser resuelto de manera inmediata”, declaró el gobernante.
Luego agregó que “no fue solo una, dos, tres, cuatro cosas… Yo le dije: ‘Mire don Álvaro, ¿cómo va a hacer usted para arreglar esto?’, y él me dijo: ‘Mire, no, yo no puedo’. Entonces, yo de dije: ‘Bueno, entonces yo le tengo que pedir la renuncia’. Él me dijo que no, entonces lo destituí y creo haberlo hecho en buena conciencia”.
La Nación contactó a Álvaro Ramos para conocer su posición sobre las declaraciones del mandatario; sin embargo, no se obtuvo respuesta al momento de esta publicación.
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Situación financiera de la CCSS
Otro de los señalamientos hecho por el presidente Chaves contra Ramos, fue su forma de entender la situación financiera de la Caja. Al respecto, manifestó que “don Álvaro antes de irse decía ‘hay que subir la contribución, hay que subir la edad de retiro, hay que subir…’ todas esas cosas”.
Y de seguido declaró que trasladó a la ministra de Trabajo, Marta Esquivel, a la Presidencia Ejecutiva de la CCSS, para que resolviera “el desorden” que considera que hay en esa institución. No obstante, no se refirió a la estrategia del Gobierno para atender la sostenibilidad de la institución y del régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), así como el resto de problemas que, según citó, afronta actualmente.
Pese a ello, el mandatario reconoció que le pidió a la nueva jerarca apuntar su mirada hacia los mandos medios de la institución. “Tiene grupos de poder internos, de mandos medios, que no dejan que haya cambios. Parte del tema que le asigné a doña Marta Eugenia es ‘usted tiene que ver qué hace con esas asesorías’”, expresó Chaves.
Como último punto, el mandatario también dijo que sintió indignación cuando solicitó el acta de la sesión donde se aprobó el aumento salarial retroactivo y se enteró de que el documento no estaba preparado.
“Vea el desorden, porque es que yo no me enojo, yo me indigno; desde el 8 de mayo no hay actas. Una institución con más de 60.000 colaboradores tiene que pasar un presupuesto extraordinario para contratar cuatro personas más para transcribir las actas.
“No hay cuatro personas en una estructura de más de 60.000 personas para decir ‘jáleme a esta persona, a fulanito y perencejo y se ponen a actualizar las actas’.
“No, perdóneme, cuando yo dije: ‘Yo quiero ver las actas de la discusión para ver qué pasó’, me dijeron: ‘No, no hay actas’, desde el 8 de mayo”, reclamó Chaves.
En esa sesión que menciona el gobernante, la Junta Directiva aprobó un aumento salarial de entre ¢7.500 y ¢8.500 para los 63.000 funcionarios de la institución. Dicho ajuste costará ¢10.000 millones más por año, más otros ¢29.000 millones, porque se decidió darle efecto retroactivo al 2020.