EscucharEl presidente de la República, Rodrigo Chaves, declaró este jueves que sus “detractores” quieren asustar a la población, porque “tienen miedo” después de que él dijo que espera dirigir un pueblo enardecido si la ley jaguar es declarada inconstitucional.
En su discurso al final de la sesión solemne del Concejo Municipal de Nicoya, en el marco de la celebración del Bicentenario de la Anexión de Guanacaste a Costa Rica, Chaves dijo estar feliz por el momento político que vive Costa Rica.
Nuevamente, el mandatario lanzó críticas a la Contraloría General de la República (CGR), como ha venido haciendo desde hace varios meses, y se arrogó que “hoy muchísima gente sabe qué hace la Contraloría y mucha gente la reconoce como el quinto poder de facto, no constitucional”, al alegar que solo es un órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa.
Muchos sectores han refutado a Rodrigo Chaves sus ataques al ente contralor. Las funciones de la Contraloría no solo están establecidas en la Constitución Política, sino que jurisprudencia de la Sala Constitucional ha establecido que no se le pueden reducir las potestades de control y fiscalización sobre la Hacienda Pública, tal como lo pretende hacer el presidente de la República a través de la ley jaguar.
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El próximo lunes 29 de julio, la Sala IV se pronunciará sobre la consulta que presentó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) sobre la ley jaguar. Precisamente por esa razón, Chaves adujo que “el pueblo” podría hacerse el pendejo o reaccionar enardecido y manifestarse “en una huelga de brazos caídos”.
El mandatario añadió que él esperará ver lo que haga la gente y eventualmente decidir si lidera a esa gente.
“Ese pueblo está listo para actuar, esperando cuáles van a ser las acciones de los poderes de la República, la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, para responder”, dijo Chaves este jueves, en Nicoya.
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Estas declaraciones han generado múltiples cuestionamientos, desde el presidente del Congreso, Rodrigo Arias, hasta el del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Juan Carlos Hidalgo, y voceros de los partidos Liberación Nacional (PLN), como Óscar Izquierdo, Rodrigo Sancho y Miguel Guillén.
El PLN acusó a Chaves de emular las amenazas populistas de Nicolás Maduro. “Ese llamado es una traición y revela las verdaderas intenciones de reducir a ruinas lo que ha sido la institucionalidad democrática costarricense, para convertirla en un régimen autoritario, emulando las amenazas populistas que recientemente lanzó Nicolás Maduro, sugiriendo que si no gana las elecciones, habrá sangre en las calles”, indicaron el Comité Ejecutivo Superior Nacional y el Directorio Político Nacional de Liberación.
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El Partido Acción Ciudadana (PAC) también anunció una denuncia penal por dos delitos tipificados en el Código Penal como instigación pública y propaganda contra el orden constitucional.
Es por estas reacciones que Rodrigo Chaves dijo este jueves que hay sectores que lo acusan de sedicioso y arguyó que eso le hace mucha gracia.
“A quien quiera pensar que voy a dar un golpe de Estado, sepan que soy el primero que voy a poner el pecho y se van a tener que enfrentar conmigo. Sépanlo, pero no se escondan; esos que gritan y empiezan a oprimir botones de pánico y alarma, para asustar el pueblo, son los mismos que han llamado a cerrar el país, con huelgas en las calles, los mismos que están negociando ¢20.000 millones de FEES (Fondo Especial para la Educación Superior) que por ley no les corresponde y están usando tácticas ilegítimas”, dijo el presidente.
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Después de las fuertes críticas que han generado sus comentarios, Chaves, adujo que él solo va a observar lo que hace el pueblo, “para calmarlo o tratar de liderarlo en sus respuestas sobre lo que hagan los poderes de la República, y a mí me dicen sedicioso”.
“Eso se llama hipocresía, lo que pasa es que no les gusta que diga las cosas”, arguyó.
Además, dirigiéndose al presidente de la Corte Suprema Justicia, Orlando Aguirre, quien estaba presente durante la sesión del concejo municipal, Chaves dijo que en 1948, durante la Guerra Civil, “los costarricenses se dispararon los unos a otros, en parte por dudas sobre el Poder Judicial” y alegó que Costa Rica no se puede arriesgar a que eso se repita.
