El presidente de la República, Rodrigo Chaves, calificó a Costa Rica como la “dictadura perfecta”, quejándose de que la institucionalidad y el sistema democrático, según él, no le permiten a su gobierno generar una prosperidad que incluye no solo dinero, sino también seguridad, infraestructura y bienestar general.
Chaves se refirió en esos términos al sistema de gobierno creado luego de la guerra civil de 1948, durante un discurso pronunciado en La Fortuna de San Carlos, el viernes 14 de junio.
Ese día, el mandatario participaba en la inauguración de dos tanques que garantizarán el almacenamiento de agua durante los próximos 20 años en la zona norte en beneficio de cerca de 20.000 personas, de acuerdo con la Presidencia.
Luego de asegurar que Costa Rica tiene el potencial para ser uno de los países más prósperos del mundo y que no debe envidiar a Irlanda ni a Singapur, Chaves se preguntó: “¿Qué nos falta, digo yo, a los ticos, para ser felices? Excepto modorra, corrupción, feudos, la dictadura perfecta de 75 años. Nos hicieron pensar que esto era totalmente nuestro, cuando solo lo era parcialmente”.
El presidente criticó que, según el artículo 9 de la Constitución Política, el Gobierno de la República debe ser popular, representativo, participativo, alternativo y responsable, ejercido por el pueblo y los tres poderes independientes entre sí (Legislativo, Ejecutivo y Judicial).
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Sin embargo, señaló que el artículo 105, que otorga al pueblo la potestad de legislar a través del Congreso mediante el sufragio, prohíbe la convocatoria de referéndum para aprobar o derogar leyes y reformas parciales de la Carta Magna en materia de pensiones, seguridad y actos administrativos.
“Estamos hablando de cosas que, durante 75 años, en la dictadura perfecta, fueron montadas por gente muy inteligente. Ya nos dimos cuenta los dueños del país. Usted señora (dirigiéndose al auditorio), usted lo sabe, ya que hay que cambiar cosas”.
Chaves expresó que las instituciones no deben servir a intereses particulares ni negarse a cumplir con obligaciones legales como proporcionar servicios esenciales a los ciudadanos. Enfatizó que deben ser gestionadas con transparencia y eficiencia, cumpliendo con leyes, presupuestos y competencias legales para asegurar que los ciudadanos se sientan como clientes y dueños del país.
Además, lanzó una nueva crítica contra la Contraloría General de la República (CGR), insinuando que interpreta las leyes para bloquear proyectos como el de la marina en Limón. Sin embargo, el ente fiscalizador aclaró que nunca ha emitido un pronunciamiento específico sobre dicha iniciativa.
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Por otra parte, el gobernante señaló el pasado viernes que el Poder Legislativo ha permanecido prácticamente igual durante 75 años, con pocos cambios significativos en la nominación de magistrados y en las decisiones de la Sala IV.
Dijo que a lo largo de ese tiempo, los diputados han nombrado a los mismos magistrados, a la misma Sala IV y haciendo los mismos cambalaches, según aseguró.
“Y de un momento a otro, (imita el rugido del jaguar) el tigre, el pintado. El jaguar (vuelve a imitar el rugido de jaguar), se despierta y dice, como decimos los ticos, ‘suave un toque’”, aseveró.
El pasado 5 de junio, Chaves propuso llevar a referéndum un proyecto al que bautizó “ley jaguar”, el cual pretende debilitar controles sobre la contratación pública, en específico los que ejerce la Contraloría General de la República (CGR).
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Chaves aseguró que el país está en una revolución a la que calificó de gloriosa porque nadie ha soltado un tiro. “Nadie va a soltar un tiro y al que lo quiera soltar aquí está mi pecho, vamos a ver si lo dejamos”, expuso.
Afirmaciones de Chaves son excesivas, dice analista
Constantino Urcuyo, analista político, ubicó este sábado las aseveraciones del presidente dentro de una teoría de la conspiración, calificando de simplista reducir la historia de los últimos 75 años a una supuesta dictadura.
“Primero, todas las democracias son imperfectas. Básicamente, una democracia es el gobierno de las mayorías, pero con respeto de los derechos de las minorías”, apuntó Urcuyo.
Además, señaló que, si bien después de 1948 hubo un partido hegemónico en el gobierno, este luego perdió varias elecciones y luego hubo alternancia en el poder, una característica esencial de la democracia.
Urcuyo también consideró excesivo incluir a la Sala IV como parte de esa supuesta dictadura perfecta, dado que se creó en 1989 y ha servido de contrapeso al poder.
Incluso, señaló que el concepto de dictadura perfecta fue acuñado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa, para referirse al dominio de décadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México.
Tampoco es cierto, añadió Urcuyo, que desde 1948 los magistrados se nombren de la misma forma, ya que se requieren 38 votos en el Congreso para nombrar a un alto juez, algo difícilmente alcanzable por un solo partido.
Urcuyo cree que la táctica del mandatario con este tipo de discursos gira en torno a vivir en un presente permanente y a creer que es la narrativa la que crea la realidad y no los hechos.
“Cree que eso va a movilizar a la gente en contra de los partidos que se han derrumbado. Lo que figura ahora es el personalismo, pero no sé adónde va él, porque no puede optar a la reelección, no tiene un candidato porque el que aparentemente estaban incubando lo expulsó del gobierno, no tiene partido para llevar adelante cualquier proyecto”, concluyó Urcuyo.