Luego de jurar como el 49.º presidente de Costa Rica, el economista Rodrigo Chaves Robles aseguró que jamás usará “la excusa de que este país no se puede gobernar” porque, según señaló, la orden del pueblo es que gobierne.
En su primer discurso, Chaves sostuvo que alguna gente de la clase política ha hecho creer que Costa Rica es un país ingobernable, pero sostuvo que el problema no es de ingobernabilidad sino de falta de toma de decisiones
“Es una cuestión de valentía, aunque vayan en contra de grupos pequeños que han usado su influencia y poder para aprovecharse de políticas públicas (...).
“Tengo clarísimo, muy claro, que si pongo por delante el faro de esa voluntad ciudadana, nunca me perderé. Jamás usaré la excusa de que este país no se puede gobernar”, aseveró.
El mandatario, quien el próximo 10 de junio cumplirá 61 años, afirmó que el resultado electoral pide “dejar atrás las viejas prácticas” que el pueblo costarricense tanto les cobra a los políticos y aseguró que no habrá distinción entre oficialismo y oposición.
También prometió que será un “fiel mandatario” que buscará “acatar a cabalidad el mandato” de los costarricenses y cumplir la voluntad del pueblo “dentro del marco riguroso del Derecho”.
Con Carlos Alvarado ya sin la banda presidencial, unos pasos detrás suyo, Chaves rechazó que la casa esté ordenada, en alusión a las afirmaciones del ahora exgobernante, y sostuvo que llegará a Zapote “no solo a ordenar la casa, sino a reconstruirla”.
En palabras con un profundo sentido reformista, aseguró que se siente llamado a realizar un “cambio histórico” y enfatizó que considera su ascenso al poder como una demanda particular a toda la clase política.
“Si una vez más la clase política falla, el país se podría desmoronar”, advirtió el nuevo mandatario durante la ceremonia de traspaso de poder celebrada en el plenario de la Asamblea Legislativa.
Usando la metáfora de un espejo, afirmó que ni a él ni a muchos les gusta la imagen que proyecta el país con un nivel educativo que ya no es ejemplar para la región latinoamericana y que, según el Informe del Estado de la Educación, se deterioró por el “apagón educativo” provocado por la huelga de tres meses de educadores, en 2018, y la pandemia de la covid-19 que entró en marzo del 2020.
“Cayó un mazazo sobre miles de niños, niñas y adolescentes”, enfatizó, aunque comentó que la situación ya era aguda antes de la emergencia sanitaria.
Lucha contra el acoso de mujeres
Como parte de su primer mensaje a sectores específicos del país, Chaves prometió combatir en particular el acoso que sufren las mujeres en todos los espacios de la sociedad.
“No es posible que las mujeres tengan miedo de andar solas en la calle, no es posible que las mujeres sientan miedo en su propio hogar, en su propio trabajo, en un parque, en un concierto”, aseguró.
El propio Chaves carga sobre sus hombros una sanción como exfuncionario del Banco Mundial (BM), luego de que se le encontró como responsable de conductas inapropiadas contra colegas suyas.
El mandatario número 49.º sostuvo que su primer compromiso político será “detener la discriminación y el acoso contra todas las mujeres en todos los ámbitos de la patria”.
También enunció compromisos con otros sectores, como juventud, adultos mayores, pueblos indígenas, universidades públicas, empleados públicos, sindicatos, sector privado e inversionistas, la comunidad internacional y la comunidad LGBTIQ.
Por ejemplo, a los jóvenes les prometió “deshipotecar” su futuro, con muchas más oportunidades que las que ofrece hoy el país, mientras que a los adultos mayores les prometió no abandonarlos más “porque merecen una vejez justa”.
En cuanto a los pueblos originarios, afirmó que estos serán incluidos y que la deuda histórica del país con ellos será reparada, sin hacer referencia específica a las tierras por las que luchan.
Con respecto a la población LGBTIQ, prometió no retroceder en los derechos que se les han reconocido por sus “luchas por la equidad y el aprecio por la diversidad”, y aseguró que son luchas que él respeta y que continuarán incólumes.
Además, expresó su reconocimiento a la autonomía de las universidades estatales, pero advirtió que no permitirá el “despilfarro” de los recursos que el Estado les transfiere. De manera similar, se refirió a los empleados públicos, a quienes advirtió que el abuso y el aprovechamiento no serán tolerados.
El presidente prometió dejar trabajar al sector privado, pero también quitar los obstáculos a los emprendedores, a la vez que les pidió a los empresarios “que han extraviado el norte de la ética” no corromper a los funcionarios.
“Se acabaron los monopolios privados. Se acabaron los privilegios de las políticas públicas para favorecer a unos a costa de la mayoría.
“A los inversionistas, el país se hace responsable de sus deudas. Nunca hemos fallado en pagar, haremos lo que tengamos que hacer para honrar nuestras obligaciones con nuestro pueblo, con nuestros empleados públicos y con nuestros acreedores”, indicó.
Chaves enfatizó que los sindicatos deben recordar que la cuestión no se trata de choque entre gobierno y sector privado, sino de una búsqueda del bienestar de todas las personas.
Finalmente, lanzó una advertencia para corruptos y organizaciones de crimen organizado, así como a los que trasiegan droga por el territorio costarricense, a quienes prometió no darles tregua.
“Dense por notificados. Busquen otro territorio. No toleraremos su presencia en nuestra patria”, aseveró.