Poco tiempo antes de que los precios de los combustibles suban de nuevo esta semana y la gasolina súper llegue a ¢1.104 por litro, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, afirmó que “se nos fue de la mano la situación”.
En conferencia de prensa en Casa Presidencial, el jerarca de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Juan Manuel Quesada, agregó que los precios van a subir por dos razones: el incremento en el tipo de cambio y los precios a nivel internacional.
No obstante, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) también había achacado responsabilidad a Recope al señalar que hizo compras en el mes junio, cuando los precios en el exterior estaban elevados debido a problemas de escasez mundial, pero luego no hizo nuevos embarques a inicios de julio cuando los costos en el extranjero tendieron a la baja.
El jerarca de la Refinadora, en tanto, afirmó que la metodología de cálculo tarifario de la Aresep tiene un rezago de dos meses. “Ahora estamos viendo los tipos de cambio de junio y julio”, dijo.
Posteriormente, Chaves habló de retomar una idea que los diputados de oposición, en especial los de Liberación Nacional (PLN) y la Unidad Social Cristiana (PUSC), le pidieron al principio de su gobierno y que él había rechazado: reducir el impuesto único a los combustibles.
El mandatario y el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, habían advertido del golpe que esto significaría para las finanzas públicas, en momentos de alto endeudamiento público.
El 24 de mayo, Acosta había dicho: “Hay que definir qué dejamos de financiar: ¿los gastos sociales, los recursos para las municipalidades, la Cruz Roja?”.
Así lo afirmó porque el proyecto de ley no señalaba fondos sustitutos para el Gobierno ni partidas por recortar. El PLN y el PUSC pedían bajar entre ¢25 y ¢100 al tributo, lo que le habría costado al fisco entre ¢80.000 millones y ¢240.000 millones.
Ahora, este miércoles 3 de agosto, el presidente anunció: “He instruido al ministro de Hacienda y a la ministra de la Presidencia (Natalia Díaz) que preparen con carácter de urgencia un proyecto de ley para asegurar que el costo de los combustibles sea una realidad. Que eso sea llevado adelante, el financiamiento, que el impuesto único de combustible bajará por el periodo que sea necesario para asegurarse que el techo nunca va a ser roto”.
“El Gobierno de la República quiere que la gasolina y el diésel no suban, en el caso de la súper, más de ¢900 el litro y el diésel a más de ¢800″, expuso.
Esta semana, la gasolina súper pasará de ¢1.016 a ¢1.104 por litro y la regular, de ¢993 a ¢1.081, mientras que el diésel tendrá la subida más fuerte al variar de ¢873 a ¢1.004.
El impuesto ya había sido congelado por los diputados por seis meses.
Actualmente, el impuesto a la gasolina súper es de ¢279 por litro; en la regular, es de ¢266,75 y, en el diésel, de ¢157,75.
Se acaba el subsidio
A mediados de junio, entró a regir un subsidio que bajó temporalmente el precio del diésel, pero a costas de los consumidores de gasolina.
Este subsidio respondió a un decreto del Gobierno, el cual expira esta semana, según informó la Aresep.
Este beneficio les costó más de ¢8.100 millones a los usuarios de gasolina, lo que incluye a la mayoría de los taxistas, motociclistas y todo aquel que use un auto de este tipo de combustible para trabajar
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