El presidente de la República, Rodrigo Chaves, votó a favor del nombramiento de Werner Vargas, candidato del régimen de Daniel Ortega, para el cargo de secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Este jueves, los representantes de las ocho naciones que conforman el Sistema eligieron al nicaragüense en un encuentro virtual, liderado por República Dominicana. Desde junio, los cancilleres recomendaron a los mandatarios la elección de Vargas, luego de varios intentos fallidos de Nicaragua por posicionar un candidato para el puesto.
De los países miembros, participaron tres presidentes: Rodrigo Chaves, de Costa Rica; Xiomara Castro, de Honduras; y Luis Adinader, de República Dominicana.
Nicaragua fue representada por Denis Moncada, canciller de ese país.
El nombramiento de Vargas será por cuatro años; rige del 2022 al 2026. Posteriormente, le corresponderá a Costa Rica asumir la Secretaría General, de acuerdo con la declaración emitida este jueves.
Con este respaldo, el presidente Chaves desoyó el pedido de los ocho expresidentes de la República de no apoyar a Vargas por la falta de legitimidad que pesa sobre el régimen sandinista, acusado por la comunidad internacional de violentar los derechos humanos de su población.
Para los expresidentes, esta elección resultaba “altamente inconveniente” a la luz de los principios de la política exterior de Costa Rica que ha salido a denunciar los atropellos de derechos en Nicaragua y la anulación de la democracia.
“Consideramos que dicha elección resultaría altamente inconveniente a la luz de los principios que han orientado nuestra política exterior, de los instrumentos regionales que velan por la seguridad y estabilidad de Centroamérica, y de los intereses de seguridad nacional de nuestro país”, señalaron los exmandatarios.
Los expresidentes manifestaron especial preocupación por la seguridad nacional, en vista de que Werner Vargas ocupó puestos en la Cancillería nicaragüense y en la Corte Centroamericana de Justicia, cuando se produjo la invasión de Nicaragua a isla Calero en el año 2010.
“Desde ambas instituciones se produjeron acciones que lesionaron gravemente la soberanía, seguridad y tranquilidad de los y las costarricenses y se produjeron daños ambientales de dimensiones considerables, todo lo cual fue documentado en las resoluciones emitidas por la Corte Internacional de Justicia que fallaron en favor de los intereses de nuestro país”, advirtieron los expresidentes.
No obstante, el Poder Ejecutivo mantuvo su posición y argumentó: “Costa Rica estará expectante de la propuesta del Plan de Trabajo, a la espera de que provea objetivos claros que se traduzcan en resultados que generen bienestar a todas las poblaciones y que promuevan la transparencia, el uso adecuado de los presupuestos y fondos de cooperación, la rendición de cuentas y la participación equitativa de todos los países miembros”.
Por parte de Costa Rica, también presenciaron el encuentro virtual el canciller costarricense, Arnoldo André Tinoco, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Christian Guillermet.
André Tinoco, había confirmado que mantendría la recomendación que hizo al presidente Chaves desde junio por razones económicas, principalmente. Argumentó que la falta de elección del secretario general tenía varados $153 millones de cooperación internacional para la región; además, indicó que la no elección del candidato de Ortega implicaba derrumbar el funcionamiento del Sistema.
“La falta de designación del secretario general impide en este momento que $153 millones de cooperación internacional fluyan hacia nuestros países. A raíz de la carta de los expresidentes, yo me comprometí con el presidente a hacer consultas internacionales con los países cooperantes y los países observadores del sistema. Todos, absolutamente todos, me han manifestado que corresponde a los países escrutar la decisión que corresponda según la normativa y que ellos van a respetar la decisión de los países miembros del Sistema y que tampoco ven un peligro para la cooperación internacional en que un nicaragüense ocupe esa posición”, dijo André a La Nación, semanas atrás.
¿Por qué Nicaragua?
En el 2017, los presidentes de los países miembros del SICA acordaron rotar la secretaría general del Sistema; desde el 2021, le correspondía a Nicaragua nombrar a una persona en este puesto, sin embargo, el gobierno costarricense se opuso a ese nombramiento. Una sola oposición bastaba para que no se concretara su nombramiento, pues estas decisiones solo se dan por consenso.
Ese acuerdo es el argumento de la administración de Chaves para respaldar a Vargas. Sin embargo, el expresidente Luis Guillermo Solís (2014-2018), quien firmó en ese momento, aseguró que las condiciones en Nicaragua han empeorado desde el entonces, por lo que no es válido mantenerlo.
“Esa es la base jurídica, porque desde el punto de vista político, Costa Rica no tiene por qué elegir al representante de una dictadura asesina. La decisión del Gobierno no puede ser tan pulcra legalmente.
“Es una decisión política frente a un acto que consideramos lesivo para el sistema democrático porque poner ahí al candidato de Ortega significa deslegitimar a todo el Sistema”, enfatizó.
“En el 2017, no habían pasado las matanzas del 2018. Daniel Ortega no se había robado las elecciones. O sea, teníamos pleito, pero el Gobierno de Nicaragua no era ni mucho menos al actual”, señaló Solís a La Nación, el pasado 26 de junio.
La expresidentes coincidieron en la falta de legitimidad de Nicaragua, al incumplir con los principios democráticos establecidos en el marco jurídico del Sistema, el Protocolo de Tegucigalpa.