A las 9 a. m. de ayer, José María Villalta, aspirante presidencial del Frente Amplio, exigió la renuncia del sindicalista Jorge Arguedas a su candidatura a diputado por San José. “Yo no veo a Jorge aferrado como mono en ventolero al cargo”, dijo con seguridad.
Villalta alegó que el líder gremial del ICE recibió medidas cautelares por un caso de violencia doméstica entre el 2002 y el 2004, y que ese antecedente le impide figurar en una papeleta de su partido.
El candidato presidencial se mostró confiado en que Arguedas depondría sus intereses, para no hacerle un daño al Frente Amplio.
Pasaron seis horas y, a las 3 p. m., el sindicalista del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) se aferró a su aspiración. Dejó claro que no renunciará; argumentó que hacerlo sería reconocer un hecho que no cometió y traicionar a quienes lo han apoyado en la campaña.
De paso, dijo que las papeletas no eran de Villalta, sino del Partido, y que no existe posibilidad legal de que le quitaran su postulación en el segundo lugar de la nómina josefina. “Solo hay tres formas: por renuncia, por muerte o porque me haga loco, y ninguna de estas cosas va a pasar”, declaró.
Villalta dijo que hoy el Comité Ejecutivo del Partido convocará a una asamblea para pedir al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) anular la postulación de Arguedas, pero este último insistió en que esa posibilidad no existe.
El caso. La discusión obedece a que, en noviembre del 2002, la exesposa de Arguedas solicitó al Juzgado de Violencia Doméstica de Escazú imponer medidas cautelares al sindicalista, al argumentar que sufría agresión psicológica.
El Juzgado accedió ante su solicitud y le prohibió al sindicalista cualquier tipo de acercamiento.
En marzo del 2003, ante la Justicia, Arguedas rechazó haber incurrido en agresión y dijo que no tenía ninguna intención de acercarse a la casa. Pero más bien hubo una primera prórroga de las medidas. Luego, en julio del 2003, la exesposa pidió otra ampliación al alegar que, si bien Arguedas no la volvió a molestar, era una persona muy violenta.
Las medidas fueron prorrogadas hasta enero del 2004.
Para el candidato presidencial del Frente Amplio, Arguedas les ocultó información.
Villalta señaló que en la primera oportunidad que le pidieron información sobre el caso, este dijo que hubo unas medidas provisionales que se levantaron sin que existiera condena, y sin que ese asunto con ella llegara a más.
Sin embargo, para el aspirante presidencial, el dictado de las medidas cautelares es una sentencia en materia de violencia doméstica, en vista de que fueron confirmadas en una audiencia y de que se prolongaron más de un año.
“El Frente Amplio tiene en sus estatutos que no puede ser candidata una persona que tiene o ha tenido medidas de violencia doméstica”, sostuvo el diputado Villalta. “Sencillamente, hay una incompatibilidad entre su candidatura y los parámetros definidos por el Partido, que rechaza toda forma de violencia contra las mujeres”, agregó el candidato presidencial.
Él insistió en que la salida de Arguedas evitaría un daño a un partido que quiere ser diferente.
Sin embargo, el sindicalista dijo que renunciar sería darles una bofetada a sus hijos y al sector trabajador que lo apoya.
Sobre la discusión, Arguedas dijo: “Yo no he matado a nadie (...). Presentamos cuestiones jurídicas, presentamos cosas de buena fe, nada basta. Cuando hay grupos empujando en esa dirección y radicales, no basta nada”. Además, negó haber ocultado información. Sobre su futuro en el Partido, dijo que hay personas dispuestas a mediar, al tiempo que insistió en que tiene excelente relación con su familia.