Seis sindicatos se retiraron de la mesa de diálogo convocada por el Gobierno, en la que se discuten cambios a la Ley Marco de Empleo Público que entró a regir el 10 de marzo.
Las conversaciones empezaron el lunes 20 de marzo, pero estas agrupaciones desistieron de continuar al conocer las “reglas de oro” establecidas por el Ministerio de Planificación (Mideplán), el cual advirtió de que no negociará reformas en nueve temas modulares de la legislación.
Se retiraron la Unión Médica Nacional, la Unión Nacional de Empleados de la Caja y Seguridad Social (Undeca), la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), el Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC), la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) y el Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial.
Los dirigentes sindicales criticaron la imposibilidad de negociar el principio de salario global y las escalas salariales, así como las limitaciones a la negociación de las convenciones colectivas. Consideraron que las reglas fueron una “imposición” por parte del Gobierno.
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A estas mesas de diálogo también están invitados representantes de numerosas instituciones públicas y diputados, con la mediación del Colegio de Abogados y de especialistas en conciliación y arbitraje del Ministerio de Justicia.
La molestia de los sindicatos fue evidente desde la presentación de la metodología.
El bloque Movimiento Sindical, que agrupa varias organizaciones de trabajadores, presentó un documento en el que expresó su descontento porque, según argumentó, el Gobierno “puso un candado” al diálogo.
“Deploramos que, en la apertura del proceso, el Gobierno anunció las reglas de oro imponiendo, unilateralmente, la metodología, y advirtiendo de manera radical que no son negociables la inmensa mayoría de los capítulos de la ley, incluidas las familias de puestos, la escala salarial global, el congelamiento de los salarios y la modificación del decreto (del reglamento)”, dice el documento.
Días antes, el secretario de ANEP, Albino Vargas, había adelantado que no sería posible sentarse a negociar aspectos sustanciales de la ley. Esta organización pidió que se derogue toda la nueva norma, lo cual no está sobre la mesa, como lo dejó claro la ministra del Mideplán, Laura Fernández, este lunes.
La Unión Médica se retiró al decir que las reglas de oro “no son más que una mordaza y un atropello a nuestro Estado de derecho y cuando existe imposición no hay diálogo verdadero”.
Fernández dejó en claro que el diálogo tendría un nivel técnico.
El diputado del Partido Liberación Nacional, Gilberth Jiménez, quien participó de la sesión de este lunes, respaldó los argumentos de los sindicatos. Días antes de la entrada en vigencia de la ley, el pasado 10 de marzo, Jiménez pretendió aplazar esta legislación.
Para el congresista, las declaraciones de Fernández representan un menosprecio a las organizaciones sindicales.