San José
"Sí se puede hacer política con resultados, sin opacidad y sin miedo. Y esto ocurre pese a quienes quieren desprestigiarnos invocando corrupción donde no la hay ni por atisbo". Con esas palabras, ante el Congreso, el presidente Luis Guillermo Solís afirmó en su tercer informe de labores que su Gobierno escapa de la corrupción.
Según su visión, esa es una de las principales características del "cambio" que ofreció durante la campaña política del 2014, promesa que, afirmó, ha sido el referente permanente del trabajo del Gobierno.
"Uno de los pilares del Poder Ejecutivo es la lucha frontal y fehaciente contra la corrupción. Costa Rica logró en el 2016 su mejor calificación en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, al obtener un registro de 58 puntos, en un año en que la norma fue el retroceso de los países en sus notas", destacó el mandatario.
Según Solís, gobernar con "absoluta honestidad" sí es posible y su administración es prueba de ello por haber adoptado medidas para que las funciones publicas se ejecuten con honestidad y transparencia.
Dijo, además, que en su Gobierno, cuando han surgido dudas acerca de la probidad con que se tomaron determinadas decisiones, se ha actuado "con prontitud y eficacia". Puso como ejemplo las intervenciones que ordenó hacer al Instituto de Fomento Cooperativo (Infocoop) y a la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur (Judesur).
Sin embargo, nunca mencionó los casos de sobrepagos ilegales que recibieron el ministro de Turismo, Mauricio Ventura, y las viceministras Carmen Muñoz (Gobernación), Ana Cristina Trejos (Vivienda) Ana Gabriel Zúñiga (Presidencia) y Víctor Barrantes (Paz).
"¿Cómo decir que no ha habido cambio?"
Luis Guillermo Solís concluyó su tercer informe de labores con una extensa defensa del "cambio" que, afirma, fue una realidad que se expresó "muy pronto" con el accionar de su administración.
La atención de la conflictividad social desde el diálogo ciudadano, el levantamiento del veto sobre la Ley Procesal Laboral y el decreto para aplicar la Fertilización in Vitro (FIV), dijo el gobernante, son muestras tangibles del cambio.
Para el presidente, a quien le resta un año de mandato, otra muestra de que su Gobierno dio un golpe de timón al rumbo del país fue el pago del 55% de la deuda del Gobierno central con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) por cuotas patronales atrasadas.
"¿Cómo decir que no ha habido cambio cuando por primera vez desde 1969 esta Administración fue capaz de negociar a la baja las convenciones colectivas? ¿Y cómo decir que no ha habido cambio cuando este Gobierno ha logrado cobrar mejor los impuestos existentes, invertir de manera más eficiente los recursos públicos y reducir los gastos superfluos?", reclamó a la oposición legislativa.
El cambio, agregó, se demuestra con la atención a problemas "largamente postergados", como la ampliación y reparación de puentes muy transitados.
Y para concluir, Solís situó los beneficios del "cambio" que herederá a su sucesor en el poder: "Permitirá al próximo Gobierno que, como he dicho siempre, espero sea mejor que el que presido, trabajar en una finca en donde el 'charral' de ayer es hoy un espacio de servicio público que, si bien no será menos complejo que el que yo hube de administrar, al menos le permitirá al próximo gobierno hacer su aporte sin preocuparse de temas que ya no le significarán, como fue en el caso para nuestra administración, una carga de décadas".