A un año y dos meses de que se celebren las elecciones nacionales para elegir presidente y diputados, el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) vive un fuerte movimiento de tendencias internas que buscan consolidar sus aspiraciones para la campaña 2022.
En ese contexto, y luego de observar las gestiones del diputado Pedro Muñoz por concretar una candidatura, una tendencia liderada por el también legislador Erwen Masís le tocó las puertas al expresidente de la República Rafael Ángel Calderón Fournier.
Bajo el argumento de atender el llamado del exmandatario a formar una coalición, registrado por Noticias Monumental el 15 de noviembre, la tendencia de Masís se comunicó con Calderón.
El grupo se hace llamar Gente Unidad y cuenta con el respaldo de los excongresistas Wálter Céspedes Salazar y Jorge Eduardo Sánchez, el alcalde de Belén, Horacio Alvarado; los diputados Masís y Óscar Cascante; el jefe de asesores de la fracción Unidad, Henry Salazar; y la jefa de Seguridad del Congreso, Magaly Camacho Carranza.
Dicho frente ya había solicitado al Comité Ejecutivo Nacional del PUSC, desde mediados de octubre, celebrar una asamblea nacional partidaria presencial para modificar los estatutos de la agrupación, a fin de permitir la negociación de una coalición con otros partidos.
En la mira de esta tendencia está la alianza con la rama socialcristiana que, cobijada bajo el ala de Calderón, se separó y conformó el Partido Republicano Social Cristiano en el 2016, el cual se dejó dos curules en el 2018, aunque ya uno renunció a la agrupación y se declaró independiente: Dragos Dolanescu.
Dentro de sus peticiones, Gente Unidad también quieren definiciones sobre qué género encabezará la lista de candidatos a diputados en cada provincia, para ir definiendo a quiénes se les permitirá aspirar a las curules.
Otra solicitud es que se adelanten las elecciones distritales y eventual convención del partido para mayo del 2021, pues tradicionalmente ese evento está fijado para junio del año anterior a las elecciones.
En la carta enviada a Calderón Fournier este 2 de diciembre, para solicitar un encuentro con el expresidente y sondear el camino a la coalición, la tendencia de Erwen Masís alabó la gestión del expresidente (1990-1994).
“Bajo su liderazgo y gran capacidad negociadora, se iniciaron procesos de reforma del Estado costarricense, el país contó con una mayor estabilidad económica, se incrementó la producción y las exportaciones, creció el sector turismo, las pensiones se hicieron más justas y se atrajeron inversiones al país para la generación de empleo”, dice la carta.
Durante ese periodo, Jorge Eduardo Sánchez, uno de los firmantes, ejerció la primera de sus tres diputaciones.
La tendencia de Masís le pide a Calderón conversar “como hermanos de lucha” en camino a conformar una coalición que el exdiputado Sánchez Sibaja califica de “centro derecha”, para frenar el “caos” que aseguran han sido los gobiernos del PAC.
Calderón recibirá a Masís
La respuesta de Calderón Fournier llegó este 4 de diciembre, cuando no solo le agradeció a la tendencia de Erwen Masís que lo contactara, sino también que le haya destacado “los logros de nuestro gobierno” e hizo hincapié en que varios de los firmantes lo acompañaron en esa administración.
“Hoy en día estamos viviendo una de las peores crisis de la historia. Me alegra que coincidamos en esta visión, por eso he manifestado que debemos hacer un gran esfuerzo para lograr una gran coalición de los partidos de centro humanista, para no solamente ganar las elecciones, sino poder tomar las medidas necesarias para salir adelante y retomar el camino del desarrollo y la justicia social”, dijo Calderón en su respuesta.
Alegó que él ha estado en cuarentena estricta, por la pandemia del coronavirus, pero que está dispuesto a recibir a Masís como líder de esa tendencia.
¿Y la tendencia de Pedro Muñoz?
Aunque el diputado Pedro Muñoz aseguró que no podía conversar con La Nación, este viernes, el jefe de la fracción legislativa, Rodolfo Peña, quien es cercano al él, dijo que no se descarta una coalición partidaria para el 2022.
No obstante, arguyó que esa decisión solo la pueden tomar los delegados de la Asamblea Nacional del PUSC y contar con apoyo de las bases de la Unidad.
“Nadie puede pasarle por encima a la Asamblea Nacional, así como ningún individuo puede arrogarse la potestad de rechazar una coalición en nombre del PUSC, hacerlo sería temerario y antidemocrático”, adujo Peña.
El guanacasteco también dijo que, si hay coalición, tiene que ser con partidos afines en pensamiento, ideales y con “una ruta muy bien establecida para sacar adelante el país”.
Casi como respuesta a ese reclamo de Peña, Jorge Eduardo Sánchez replicó que no es posible atrasar la discusión entre fuerzas opositoras para generar “la gran alianza”.
“No podemos esperar las formalidades jurídicas de la institucionalidad. Es un tema de personas, tienen que hablar, verse, discutir y encontrar puntos de acuerdo”, dijo.
Por su parte, Erwen Masís manifestó que la propuesta de Gente Unidad no tiene como objetivo bloquear ni obstruir las aspiraciones de Pedro Muñoz, pues adujo que “no han manifestado simpatía por ningún precandidato en particular”.
“Hemos iniciado un proceso para fortalecer las bases del partido, con reuniones en todas las provincias y cantones. No veo por qué otro grupo se vea de alguna manera afectado por lo que estamos haciendo”, alegó.
Pese a esa supuesta ausencia de una aspiración presidencial en Gente, Masís dejó ver que no descartaría él mismo aspirar a la candidatura socialcristiana. “No estoy trabajando directamente en eso, sí en darle músculo al partido, pero no lo descartaría”, indicó.
El diputado alajuelense también le tocará la puerta a Mario Redondo, el alcalde de Cartago y presidente del partido Alianza Demócrata Cristiana.
Entre las disputas más fuertes que se tejen a raíz del surgimiento de las tendencias socialcristianas está la pugna por encabezar las listas de candidatos a diputados.
El PUSC elige sus aspirantes a las curules en las asambleas provinciales y, tanto la tendencia de Muñoz como la de Masís, tienen la mira puesta en San José.
El problema que enfrentarían las dirigencias del partido es que, en caso de coaligarse, tendrían que ceder espacios a figuras de los aliados.