“Tenemos poco espacio para financiar el déficit del Gobierno (...). Queremos transmitirles a ustedes la urgencia de salvaguardar la situación del mercado local, en un entorno cada vez más difícil del mercado internacional”.
Con estas palabras, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, les advirtió a los diputados el complicado escenario que encara el Gobierno para financiar el gasto público, en los próximos años, mediante dinero prestado en el mercado interno.
En una reunión celebrada el jueves con los jefes de fracción de la Asamblea Legislativa, el jerarca dijo que, si el Ministerio de Hacienda sigue yendo al mercado local a endeudarse, va a estrujar más las tasas de interés para el público en general y el Estado va a seguir desplazando al sector privado.
“El problema en el mercado local es la formación de ahorro nacional, que no alcanza para financiar inversiones”, dijo.
Explicó que no es buen negocio para el Gobierno financiarse en el mercado local, a muy corto plazo, con plazos de 5,5 años, y a tasas de interés muy altas.
Agregó que, cuando el Gobierno acude a financiarse en el mercado local, aumentan las necesidades de dólares del Estado, para pagar intereses y deuda, lo que tiene un fuerte impacto en el tipo de cambio.
Frente a la necesidad de financiar los gastos del Gobierno con fuentes más baratas, lo que calificó de urgente, Nogui Acosta insistió ante los diputados en la conveniencia de que aprueben una colocación de eurobonos por $6.000 millones, en el mercado internacional, para pagar tasas de interés más bajas y con mejores plazos.
Adujo que no hay un plan B, es decir, que la única vía en este momento para financiarse adecuadamente es a través de la colocación de títulos valores de la deuda costarricense en el extranjero.
“En el 2023, vamos a tener que ir a recoger al mercado, solo para el servicio de la deuda (pagar principal e intereses de financiamiento) ¢4 billones. Eso deja otra presión, qué vamos a hacer cuando Hacienda tenga que ir a captar, sea en colones o en dólares, al mercado local”, manifestó Acosta.
El ministro aseguró que los eurobonos le ahorrarán al país ¢1 billón en el pago de intereses.
Por otra parte, aseguró a los jefes de las fracciones legislativas que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) implicaba tener una cantidad de reservas que “no tenemos en este momento”.
Buena parte de esta situación radica en que el país debe pagar, solo en amortizaciones, ¢9,6 billones de deuda pública entre el 2022 y 2026, una cifra inédita en los últimos 20 años, por el vencimiento de bonos colocados años atrás.
Esta cantidad de dinero equivale a cuatro veces el presupuesto del sector educación para el año 2022.
A esa cifra hay que sumar el pago de los intereses de la deuda, la cual en este momento casi alcanza el 68,3% del producto interno bruto (PIB).