En los últimos meses, los costarricenses aumentaron su apoyo a la democracia, lo que los ha llevado a estar más vigilantes del respeto del Gobierno y los políticos a las reglas establecidas. Así lo explicó el investigador y politólogo Rónald Alfaro, coordinador de la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La más reciente encuesta del CIEP, publicada el pasado 24 de agosto, reveló que el respaldo ciudadano a la democracia se incrementó en este mes a 70 puntos en una escala de 0 a 100, lo que constituye uno de los niveles más altos en este siglo.
“Cuando en sociedades el apoyo a la democracia disminuye, la gente lo que está haciendo es que se está desentendiendo de la política, le interesa menos, le da lo mismo o le da igual lo que pase; pero cuando se tiene un panorama donde más bien hay un aumento, más apoyo a la democracia, la gente asume una actitud mucho más vigilante, mucho más activa, más beligerante con el tema político”, expuso Alfaro.
En consecuencia, continuó, la ciudadanía tiene una actitud más vigilante frente a los líderes, frente a las decisiones y frente a su forma de hacer las cosas.
Hoy, el nivel de apoyo hacia la democracia es el segundo más alto de las últimas dos décadas. Solo es superado por la cifra registrada en abril de 2020, a un mes del inicio de la pandemia por covid-19, cuando 73 de cada 100 personas manifestaban su apoyo a este sistema político.
Entre los factores que explican el incremento están los procesos electorales que atravesó el país en el 2022, los cuales llevaron a la ciudadanía a estar a la expectativa del nuevo gobierno.
“Esto ocurre frente a algunos escenarios. Ocurre, por ejemplo, cuando hay cambio por elecciones, pero no es tan fácil separar cuánto de esto depende del personalismo del presidente o de su gobierno, o cuánto depende de qué haya ocurrido en este cambio, porque en año electoral es usual que uno vea un incremento, tal vez no tan grande, pero sí un aumento. No es tan fácil de ligar una cosa de la otra”, comentó Rónald Alfaro.
Según explicó el politólogo, esta situación genera que la ciudadanía pueda reaccionar ante algunas actitudes de los políticos que atenten con cambiar “las reglas del juego” democrático que han caracterizado al país.
Asimismo, el aumento en el costo de la vida y las preocupaciones por la alta inflación también llevan a los ciudadanos a poner la lupa sobre los líderes políticos.
“Condicionan como la gente se comporta respecto a la política. En el caso nuestro, la reacción viene por el lado de que la gente en un escenario complejo (aumento de costo de vida e inflación), se vuelve más democrática y no menos. Es decir, la gente entiende que los desafíos que tenemos como sociedad los tenemos que resolver con más democracia”, aseveró el experto.
Por otra parte, el investigador del CIEP indicó que el apoyo a la labor del presidente no es un cheque en blanco, sino que tiene límites y no es “incondicional”.
La encuesta del CIEP reveló que el 79% de los costarricenses valora positivamente la gestión del actual mandatario y solo un 10% considera que su labor es mala.