“Sabemos que estas elecciones se darán en un marco de malestar ciudadano, de mucho enojo con la política y los políticos y que podría incrementarse la abstención”.
Así de contundente fue Luis Antonio Sobrado, presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), al convocar a la ciudadanía a las votaciones nacionales del 2014.
Tras firmar el decreto con que se abrió el período de campaña electoral, el magistrado advirtió que los comicios del domingo 2 de febrero serán diferentes porque la sociedad costarricense ha cambiado.
“Ya no veremos los techos de zinc saturados de banderas partidarias, probablemente no presenciaremos multitudes cargadas de fe y porras, como en las plazas públicas de antes, o echemos de menos los carros ataviados con los colores políticos pitando en la Avenida Central”, declaró Sobrado.
Lo dijo en un auditorio del TSE lleno de políticos y de autoridades de Gobierno encabezadas por la presidenta Laura Chinchilla
Gustavo Román, asesor de Gestión Política del TSE, sostuvo que las alusiones a la posibilidad de un mayor abstencionismo provienen de una percepción sobre lo que se observa en la opinión pública.
Según la más reciente encuesta de la empresa Unimer para La Nación , elaborada en setiembre, casi una tercera parte de los ciudadanos se abstendría de votar.
En las elecciones del 2010, 32 de cada 100 ciudadanos no asistieron a las urnas. En el 2006, no votaron 35 de cada 100 ciudadanos.
Román señaló que en otros países el abstencionismo es mucho más alto y nadie duda de la legitimidad del mandatario.
Puso el ejemplo de Estados Unidos, donde el porcentaje alcanza el 50%. Sin embargo, evitó referirse al reconocimiento político que tendría un gobernante aquí si la reticencia a las urnas creciera mucho.
Además, manifestó que para el TSE el éxito de la organización electoral no puede medirse por el porcentaje de participación de la gente, sino en garantizar a la ciudadanía el voto y el respeto a este.
“Que no nos hagamos los sorprendidos el día de las elecciones. Lo que no podía hacer el Tribunal era decir que (...) vamos a romper el récord de participación, porque sería fingir”, dijo.
La gente cambió. Para el TSE, las elecciones nacionales aún son una “fiesta”, pero esta vez añaden mesura y reflexión.
“Somos una sociedad políticamente adulta que ha cambiado las ‘pitoretas’ por las preguntas directas, y el confeti por el reclamo frontal”, expresó Sobrado.
Román resaltó que sobre todo son las nuevas generaciones las que reclaman una participación distinta: “En redes sociales queda muy claro que no es gente que se va a contentar con ir a una plaza pública a mover una bandera. Es gente que no solamente tiene niveles de enojo importantes, sino que también quiere dar opiniones. Ahora la pregunta es si los partidos políticos van a ser capaces de reaccionar”.
Tres candidatos consultados aseguraron compartir las reflexiones y el llamado del Tribunal.
El aspirante del Movimiento Libertario, Otto Guevara; Johnny Araya, de Liberación Nacional y, José María Villalta, del Frente Amplio se comprometieron a hacer una campaña de mucha crítica pero “de altura”.
Guevara advirtió que será muy crítico tanto de la gestión del actual gobierno verdiblanco, como de Araya, quien estuvo al frente de la Municipalidad de San José por dos décadas. En el mismo sentido, Villalta adelantó señalamientos contra “los partidos tradicionales”.
Hacer algo. Pese a reconocer la molestia con los políticos, Sobrado llamó a la gente a elegir y recordó que el abstencionismo, los votos en blanco o nulos, no logran nada.
“Ese malestar es una buena razón para participar, no para renunciar a la condición de ciudadano quedándose al margen. Desentenderse de los asuntos públicos está bien para vasallos o rebaños, pero para un ciudadano es inaceptable”, afirmó el magistrado.
El presidente del TSE advirtió a los partidos que al pueblo ya no le entusiasman colores políticos ni caudillos: “Quiere propuestas claras y soluciones concretas... y quiere que se le respete y tome en cuenta”. Colaboró María Andrea García