Después de un año sin un embajador de Estados Unidos en Costa Rica, Washington pidió al gobierno de Luis Guillermo Solís aceptar al nuevo jefe de la misión diplomática establecida en Pavas, San José.
La solicitud de beneplácito fue confirmada por el canciller costarricense Manuel González, quien se abstuvo de confirmar el nombre del designado por el presidente Barack Obama.
Fuentes internas de la Cancillería, sin embargo, ratificaron que se trata de Stafford Fitzgerald Haney, un empresario de Nueva Jersey, registrado en varias bases de datos como financista electoral del Partido Demócrata en el 2012.
Haney dirigió una firma de gestión de inversiones asentada en Nueva York, llamada Pzena Investment Management, de acuerdo con el sitio digital de la revista de negocios de Bloomberg.
La embajada de Estados Unidos en San José declinó hacer comentario alguno sobre la nominación.
Costa Rica es uno de los pocos países en los que Estados Unidos permite que el embajador sea ajeno al Servicio Exterior. Es común que la Casa Blanca lo nombre por afinidad o amistad.
Según la revista Bloomberg, Haney obtuvo un diplomado en negocios internacionales en la Universidad de Georgetown.
El beneplácito podría ser aprobado pronto para que la Casa Blanca envíe el nombramiento al Congreso para la ratificación.
Así se podría volver a ocupar la silla de embajador que dejó libre, en junio del 2013, Ann Andrew, lo que dejó la misión diplomática en manos del encargado de negocios, Gonzalo R. Gallego .
Esta designación coincide con el nombramiento del empresario Román Macaya como embajador de Costa Rica en Estados Unidos, por decisión de Luis Guillermo Solís.
Macaya aún no ha recibido el beneplácito de Washington, pero participó en la gira de Solís por Estados Unidos la semana pasada, donde visitó organizaciones empresariales y académicas en San Francisco, Nueva York y en la capital.
“Dichosamente pronto tendremos un embajador”, comentó el canciller González. “Hemos trabajado de manera armónica, pero tener un embajador en plenas funciones refuerza la relación con nuestro principal socio comercial”.
El experto en Relaciones Internacionales, Guillermo Barquero, restó gravedad a la ausencia de embajador por un año, pero señaló conveniente la llegada del jefe de la misión ahora que empieza un nuevo gobierno con Solís.
“Hay una expectativa natural, aunque ya Solís ha dado señales que pueden ser favorables, como su viaje a Estados Unidos acompañado por dirigentes del sector empresarial”, comentó Barquero.
El analista en política exterior, Carlos Murillo, también profesor en la Universidad Nacional (UNA), dijo creer que no fue casual el año sin embajador.
“La cuestión es qué hay en el fondo para que no se haya producido ese nombramiento, qué temas de la agenda bilateral están causando algún tipo de diferencia. Muchos dirán que eso es irrelevante; pero en diplomacia no es así”.
Uno de los temas que podrían romper la armonía bilateral son los problemas administrativos para ejecutar el convenio de patrullaje conjunto antidrogas.