Sin identificar el nombre del país aunque parece fácil de intuir, la Unión Europea (UE) anunció que será más rigurosa con los proyectos de financiamiento que canaliza a través del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), debido a problemas con uno de los estados miembros.
Félix Fernández, director de Cooperación Internacional de la UE, confirmó a La Nación que se continúan girando fondos al organismo regional pero que, debido a inconvenientes con una de las naciones integrantes, los europeos ya no serán “relajados” a la hora de otorgar financiamiento.
“Nosotros financiamos al SICA en la medida que los estados que pertenecen nos dicen ‘aquí se puede trabajar’. Lo que procuramos es que donde no se puede trabajar, no se trabaja”, manifestó Fernández el pasado jueves, durante una visita a Costa Rica.
“Lo que pasa es que trabajamos señalando ‘¿y esto donde se va a hacer? Antes éramos más relajados, ahora somos más estrictos para estar seguros de que no estamos por la puerta de atrás haciendo lo que tenemos que hacer por la puerta de adelante”, aseveró.
El director de Cooperación no mencionó a ningún país en específico. No obstante, es conocido que las relaciones entre Nicaragua y la UE están rotas desde setiembre pasado, luego de que el régimen de Daniel Ortega expulsara a la embajadora Bettina Muscheidt, no sin antes declararla “no grata” por supuesta injerencia en la soberanía nacional.
“En el SICA sí hay cooperación, lo que pasa es que tenemos un problema derivado de la membresía del SICA… Tenemos problemas con un Estado miembro”, recalcó Fernández.
Actualmente, la secretaría general del SICA está en manos de Nicaragua, específicamente de Werner Vargas, quien recibió el apoyo unánime de los ocho países miembros, incluido Costa Rica, una decisión criticada por grupos políticos en el país.
La decisión del gobierno costarricense estuvo sustentada, en buena parte, en la necesidad de acceder a cooperación internacional que se canaliza solo a través del SICA y que ronda los $38 millones anuales, según confirmó la Cancillería.
A diferencia de los demás países, en Nicaragua, la cooperación de la Unión Europea se canaliza a través de organizaciones no gubernamentales, las cuales están siendo cada vez más acechadas por Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Consultado Fernández sobre si la cooperación al SICA se traduce en financiamiento al régimen de Nicaragua, aseguró que la Unión Europea está enfocada en proyectos específicos, precisamente para evitar las discreciones.
Facilitador de inversión
En cuanto a Costa Rica, la Unión Europea está ampliando su enfoque de cooperación y ahora pretende ser un facilitador de inversiones.
El pasado miércoles, el bloque del Viejo Continente aportó 2,5 millones de euros (más de ¢150 millones) para la asistencia de migrantes que podrán acceder al seguro social y a oportunidades laborales. La ayuda va dirigida especialmente a venezolanos.
Sin embargo, Fernández indicó que la cooperación hacia Costa Rica no está especialmente enfocada en combatir problemas sociales, como la pobreza, como sí ocurre en otros países de la región, sino en asistencia técnica, y ahora como un facilitador de inversión, específicamente con bancos europeos de desarrollo.
La propuesta de los europeos es colaborar en la identificación de proyectos de inversión en los que ambas partes tengan interés. Uno de ellos, detalló el director de Cooperación, es la transición verde y digital, en un país reconocido por su estabilidad y prosperidad.