Familias enteras, niños que estaban dando sus primeros pasos, jóvenes con sus mascotas y adultos mayores con alguna conexión con Venezuela, se congregaron este sábado 2 de febrero en el Parque Nacional, en San José.
La concentración frente al Monumento Nacional fue una respuesta al llamado que hizo el presidente interino de la nación suramericana, Juan Guaidó, quien solicitó a sus compatriotas salir a las calles de las principales ciudades de su país y de aquella ciudades donde está la diáspora venezolana alrededor del mundo.
“En más de 175 ciudades del mundo los venezolanos nos estamos manifestando en apoyo a nuestro presidente Juan Guaidó, quien ha trazado una ruta muy definida para llevarnos hacia la organización democrática”, detalló Napoleón Martínez, coordinador de “Venezuela Somos Todos”, en Costa Rica.
En San José se hicieron presentes desde las 2 p.m. y hasta las 5 p. m., horas en las que escucharon música originaria de su patria, clamaron por la libertad y convivieron su sentimiento: la tristeza de una ver una Venezuela en crisis y la esperanza de estar atestiguando el final del mandato de Nicolás Maduro, y con ello, el final de una dictadura de 20 años.
Con pancartas y banderas en alto, el movimiento solicitó el cese de lo que ellos llaman “la usurpación de Maduro”.
Martínez aseguró que el gobierno de transición, presidido por Guaidó, representa un buen augurio para el camino a unas elecciones transparentes, libres, en paz y totalmente confiables que puedan generar nuevas autoridades que definan el proceso democrático en Venezuela.
“Al estar acá queremos decirle al mundo que los venezolanos lo que queremos es poder elegir transparentemente unas nuevas autoridades para poder trazar una ruta democrática”, expresó el organizador de la concentración a la cual, al final de la tarde, llegaron varias decenas de personas.
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Teresa Franco es una empresaria originaria de Maracaibo. Allá tenía negocios y exportaba a Costa Rica, por lo cual visitaba este país constantemente. Poco a poco la situación en Venezuela la obligó a salir huyendo “no teníamos nada, ni electricidad, comida o medicinas. Ya era insoportable”, relató.
Tras verse obligada a cerrar todos su negocios en Venezuela, se trasladó a suelo tico de manera permanente, mientras que sus hijos son residentes de Canadá, Estados Unidos y México. “La dictadura separó a mi familia”, dice.
Sin embargo, durante la manifestación se mostró feliz y orgullosa de lucir su bandera con la frase “mi presidente es Guaidó”. “En este momento sí sé que Maduro se va; ya sale, son horas, solo horas”, manifestó.
El actor venezolano radicado en Costa Rica, Vicente Tepedino, también se unió a la cita josefina y aseguró que estos son momentos para celebrar. “Mis expectativas son las mejores. Creo que el presidente Juan Guaidó es un hombre de paz y un hombre democrático. Lo que he visto de él, en todas las entrevistas que ha hecho desde el 23 de enero a la fecha, es una persona que viene con un plan país positivo para recuperar a Venezuela”, manifestó.
Tepedino relató que en su país natal “hay mucha gente que se muere de hambre y falta de medicinas”. Su expectativa es que se detenga la miseria y el hambre. “Es momento de que se reconstruya la Venezuela en la cual crecimos la gran mayoría de los venezolanos que vivimos en Costa Rica”, agregó.
La ilusión la comparte Anders Medina, venezolano con tres años de vivir en Costa Rica y quien asistió a la concentración acompañado de sus dos hijos, su esposa, sus sobrinas y un perro que rescataron de la calle. “Estamos muy ilusionados de que en horas o en días el cambio comience y esta congregación es un pequeño gesto de solidaridad con nuestro pueblo, con gente que está dando todo, está dando su vida, que ha enfrentado balas y tanques con piedras y cartones”, señaló, mientras a su esposa le recorrían las lágrimas.
Lección para Costa Rica
Anders Medina recuerda que cuando llegó a Costa Rica tuvo que recomenzar su vida en un inicio que no fue fácil.
“La historia nuestra es la historia de miles de venezolanos. Yo vine a Costa Rica hace tres años. Traje una maleta llena de ilusiones. Costa Rica no fue casualidad, fue una decisión, decidimos a dónde queríamos ver crecer a nuestros hijos y de todos los países que analizamos, elegimos esta tierra”.
A los dos meses de estar en suelo tico estableciéndose, haciendo trámites migratorios y buscando trabajo, se trajo a su esposa e hijos. “Ahí comencé a hacer Uber porque no conseguía trabajo por el tema migratorio, estaba legal pero con condición restringida, entonces era difícil. Me postulé a más de 1800 posiciones de empleo y fui a más de 48 entrevistas”, recuerda Medina.
Ahora tanto él como su esposa cuentan con un trabajo estable y con todos los papeles en regla.
“Costa Rica ha sido un sueño, un paraíso. Que por cierto nos recuerda mucho a nuestra Venezuela de los años 80: un país amable, lleno de oportunidades.
"Nuestro país no era nada distinto a lo que es Costa Rica hoy, por eso creemos que los ticos tienen una joya que hay que cuidar. Si de algo sirve esta terrible pesadilla que ha vivido Venezuela, que sea para alertar a nuestros hermanos de otros países para que no pasen por lo mismo”, detalla.
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