Salitral (Santa Ana). El aumento notorio de barriadas en condiciones precarias, donde mayormente viven inmigrantes nicaragüenses, preocupa a las autoridades municipales de Santa Ana.
Alberto Durán, alcalde, reconoció que “es una situación difícil, porque los mismos vecinos de Santa Ana lo están propiciando”.
“Les construyen (a los inquilinos) cualquier cuartucho, sin condiciones adecuadas de salud”, agregó. Pese a ello, la municipalidad no puede “cerrarlos de un día para otro, porque (los propietarios) nos acusan de no haber seguido el debido proceso”.
Para la ingeniera municipal Soraya de Souza, ese fenómeno tiene una explicación lógica.
“Santa Ana está teniendo un importante desarrollo, las construcciones han aumentado y los nicaragüenses vienen aquí por trabajo. Ya no solo por café, sino a trabajar en construcción y la gente que tiene lotes desocupados han empezado a construir casas de lata y fibrolit , les cobran por mes y no podemos entrar por estar en propiedad privada”, informó la funcionaria.
Algunos de los extranjeros que viven en dichas casas dicen no tener ni siquiera agua potable, ni un adecuado sistema de desagües.
La ingeniera de la Municipalidad de Santa Ana puntualizó que uno de los principales problemas “son las aguas negras. Les hacen esos ranchos en los lotes y tiran las aguas negras a las quebradas que pasan por esos lotes. Ya hemos notificado a los propietarios de tres casos y el departamento legal se ha encargado del asunto, pero sabemos que son como diez”.
Una nicaragüense, quien no quiso identificarse por temor a represalias, comentó: “A los que venimos a coger café, nos dan la casa como parte del pago, porque pagan muy mal”.