Por primera vez en el linaje ancestral indígena del territorio de Alto Comte Burica, ocurre el nombramiento de una mujer cacique Ngäbe-Buglé: Idalia Andrade Degracia. Este acontecimiento histórico tuvo lugar la lluviosa tarde de este sábado 23 de abril, en el Centro Comunal de Progreso, ubicado entre los cantones de Corredores y Golfito en la zona sur de Costa Rica.
No solo es la primera cacique de su territorio, sino del país.
Andrade llevará a partir de ahora el cacicazgo, a sus 36 años, como una continuación de la tradición de su familia y ante todo, validando su demostrada capacidad de liderazgo, así como el legado de su padre, don Miguel Andrade, el anterior cacique, quién falleció hace dos años. Sus hermanos acordaron apoyarla en su decisión y le cedieron su lugar, confiados en su capacidad.
Además de la responsabilidad de asumir este histórico mandato, se suma su labor como emprendedora, madre soltera de cuatro hijos, maestra de primaria y secundaria, así como profesora de la lengua ngäbe-buglé (conocida popularmente como “guaymí”).
Ahora, como parte de su empoderamiento como cacica, deberá preservar las costumbres, la continuidad del idioma, gastronomía y el arraigo de la tradición para las nuevas generaciones. A lo anterior se le suma su posición como líder en la lucha por los derechos y proyección de su pueblo, de la mano con la Asociación de Desarrollo Integral de Alto Comte, la cual toma las decisiones legales y de proyectos.
Su elección contó con la aprobación y ratificación de la mayoría del Consejo Nacional de Caciques y Líderes Indígenas de Costa Rica, modificando un paradigma patriarcal y tradicional de su comunidad de los otros cinco asentamientos ngäbe-buglé, así como por los otros siete grupos étnicos distribuidos en 24 territorios a lo largo y ancho del país, con una población estimada de 110.000 indígenas.
“Mi corazón se siente lleno de alegría con respeto a mis ancestros, linaje y raíces, porque tengo la responsabilidad de llevar la bandera que llevó mi padre; esta tarde sentí su presencia. Este nombramiento me convierte en historia viva al ser la primera mujer cacique. Trataré de ser una mejor hija, hermana, madre, prima y ahora cacica”, fueron las primeras palabras de Idalia Andrade al recibir el histórico nombramiento.
Alberto Chaverri, presidente de la Fundación Indígena Ambiental (Fundeico) manifestó que “este día es histórico para el empoderamiento femenino y muestra un reconocimiento a una mujer líder, emprendedora y extraordinaria, además, se le ha dado el lugar que merece por el Consejo Nacional de Caciques”.
Según dijo, están seguros de que realizará una gran labor por su comunidad.
Por su parte, Alberto López, gerente general del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) expresó sentirse lleno de orgullo por participar de esta celebración única, un ejemplo tangible del liderazgo de las mujeres, la conservación de las tradiciones y de cómo es posible mejorar la experiencia de los turistas nacionales e internacionales con la conservación de nuestro legado cultural. “Desde el ICT queremos extender una cálida felicitación a Idalia Andrade, la primera mujer cacique de nuestro país”, declaró López.
El inicio de un nuevo legado
La actividad de nombramiento de la primera mujer cacique inició a las 11:30 a. m. en el Centro Comunal de Progreso Alto Comte, Burica, ante la presencia de 150 invitados y testigos de honor de un acontecimiento histórico.
Como parte de la tradición, todos los presentes tuvieron que pedir permiso de ingreso al territorio a la señora Ofelia Dagracia, esposa del anterior cacique y madre de Idalia, sus familiares y otros representantes indígenas.
Uno de los momentos iniciales más destacados fue la oración del invitado de honor, Kenny Blacksmith, cacique indígena Cree de Canadá, quién se acompañó por sus homólogos costarricenses, los caciques Pedro Bejarano Romero y Aurelio Bejarano Ríos.
Pocos minutos después de la 1 p. m. ocurrió la esperada ceremonia de nombramiento oficial de Idalia Andrade Dagracia como cacique, en medio de cantos sagrados, oraciones, bailes y la “ceremonia de buguta”, esto para concederle sabiduría y buen actuar.
Uno de los momentos más emotivos que llevó hasta las lágrimas a la nueva mujer cacique fue cuando le colocaron en su cabeza un penacho con plumas que usaba su padre. Este objeto lo recibió Miguel Andrade años atrás en un intercambio cultural con una población indígena canadiense. En este caso, Idalia lo usó con orgullo mientras bailaba y rendía tributo a su padre. Finalmente, se develó una placa en honor y recuerdo a este hito de la historia.
El territorio Comte Burica cuenta con 13 mil hectáreas de extensión, 80% conformada por montañas y bosques. El idioma oficial es el ngäbe-buglé y con respecto a otras manifestaciones culturales que se conservan, sobresalen la vestimenta, prácticas medicinales y la construcción de las “casas grandes”, entre otras tradiciones.