Será un jurista en el trono de los médicos y un liberal para quien la acción pública pareciera no ser una piedra en el zapato, al menos en lo que a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se refiere.
Como un acto papal, la designación de Rodolfo Piza Rocafort como futuro presidente de la CCSS rompió con la tradición de 24 años de destinar ese puesto a un médico.
Las circunstancias parecieran haberse prestado al hecho pues Piza asumirá en un momento en que la Caja está inmersa en un proceso de cambio, dentro de la reforma del sector Salud.
Sin embargo, en un proceso de descentralización de la CCSS, el futuro jerarca niega ver la privatización como una prioridad, aunque buscaría una administración privada de las clínicas si comprueba sus beneficios.
En una entrevista con La Nación, anunció algunas medidas que no pasarán inadvertidas: incremento en la edad de pensión y el compromiso para reducir filas en un año.
-¿Cuáles van a ser sus prioridades?
-Lo más importante es asegurar la viabilidad financiera, que la institución sea solvente y asegure la pensión a los ciudadanos.
"Descentralizar, sería mi principal objetivo; que las soluciones no salgan de la avenida segunda, sino de los propios centros. Ellos saben dónde les aprieta el zapato, y no un abogado, evidentemente."
-¿Cómo pretende asegurar las finanzas?
-Hay que mejorar los ingresos, asegurar que el pago de cuotas y deudas del Estado se vaya dando de la forma más completa posible, mejorar la rentabilidad de las inversiones y asegurarnos de que no se gaste más de lo necesario.
-¿Ha pensado en algún mecanismo concreto para mejorar la recaudación y el pago de deudas a la Caja?
-Lo que uno debe hacer en esta materia es el inventario de soluciones, ponerlo a debate y a valoración. Pero tengo la impresión de que se puede mejorar sustantivamente.
"Lo que corresponde a la Caja es ser mejor recaudador, con medidas administrativas y aplicar la ley."
-¿Privatizará servicios de la Caja?
-No está en un lugar prioritario de la agenda. No se debe privatizar por dogma, pero tampoco se debe mantener una acción pública por dogma. Es muy posible que hacia el futuro incentivemos que las clínicas sean administradas por mecanismos privados.
-¿Está de acuerdo en cómo la administración actual emprendió la reforma del sector Salud?
-Sí. Creemos en la primera etapa de desconcentración que se lleva, en los compromisos de gestión y en el proyecto de los EBAIS. Nosotros vamos a seguir con eso.
"Queremos avanzar mucho en la descentralización. Que la Caja sea un fijador de metas."
-¿Cómo piensa seguirla?
-Falta pasar de la desconcentración mínima, a la máxima y, después, pasar a la descentralización, es decir, cambiar la ley para dar a hospitales y clínicas una personería jurídica instrumental que les permita tener su propio presupuesto. Pero todavía hay un gran margen para desconcentrar sin modificar la ley."
Trabajar más tiempo
-¿Está de acuerdo con la postura del actual gobierno de que se debe aumentar la edad de pensión?
-Sería irresponsable decirle a la sociedad que no se va a aumentar. Hay margen para un proceso de concertación, que busque un régimen transitorio, que no afecte mucho a las personas cercanas a pensionarse. No creo que se necesite acelerar el proceso. Un incremento paulatino sería lo más razonable.
-¿Considera necesario aumentar las cuotas?
-Todavía hay un margen importante de aumento de los ingresos vía un mejoramiento de la recaudación. Tal vez no se necesite.
-El proyecto de reforma a la Ley Constitutiva de la Caja, de este gobierno, introduce la universalidad de la cotización ¿Comparte Rodolfo Piza esta postura?
-Sí, soy amigo de que ampliemos y que lleguemos a ampliar bastante, pero reconociendo siempre la especial condición de ese tipo de profesionales. Estaría contento de verlos incorporados, conforme a reglas propias que tomen en cuenta las condiciones propias de ese tipo de profesionales.
-Se creó la Superintendencia General de Pensiones, pero no tiene injerencia sobre el régimen de la Caja. ¿Cómo garantizar al país y a los asegurados un manejo transparente?
-A mí no me preocuparía que nos fiscalizaran. Uno tiene que tener sus cuentas abiertas. La Contraloría fiscaliza a la Caja en ese campo.
Cara al usuario
-En el programa del PUSC, se achaca parte del problema de las "colas" a la mala administración de hospitales y falta de controles institucionales; pero ¿qué se piensa hacer en concreto?
-La primera tarea es hacer un mapa de la situación de filas.
"Tendremos que poner especial cuidado en los plazos superiores a los tres meses; no porque los de tres meses no sean altos, pero hay plazos de años, seis meses...
"No hay una receta única para rebajar los plazos. Tenemos que impulsar más la cirugía ambulatoria y la atención vespertina. Compraremos algunos servicios cuando creamos que no hay posibilidad interna para mejorarlos."
-¿Cómo se pretenden evaluar los servicios?
-Tenemos que hacer una superintendencia de centros de salud. Necesitamos crearla y ponerla a operar con criterios más objetivos de medición.
-¿Hay un plazo para la reducción de filas?
-El compromiso es que en un año podamos bajar significativamente los plazos problemáticos. Por ejemplo, si eran seis meses y bajamos a cuatro, en un año, aunque no estaré contento, sentiré que estamos mejorando.
-Usted habla de dar más participación a los asegurados, ¿cómo?
-Debemos asegurar que en todos los centros de salud haya una junta con mayores competencias, que tengan el poder para revisar compromisos de gestión, presupuestos y que, hacia futuro, tengan poder para vetar el nombramiento del director de un centro.
-¿Cómo mejorar el programa de los EBAIS?
-El balance es positivo. Nosotros quizás debamos obligarlos a que ellos mismos encuentren soluciones y después analizar cómo les damos la mano. Hay que equiparlos decorosamente, no lujosamente, ni con todos los equipos porque no son una clínica.
"Pero más que cualquier otra cosa, falta mayor sentido de pertenencia a la comunidad."
Participó en esta entrevista Antonio Jiménez, redactor de La Nación.