Las consecuencias del vapeo sobre la salud de los costarricenses van en aumento, especialmente entre los jóvenes, entre quienes la práctica se ha vuelto popular. Se prevé que este año finalice con 3.500 atenciones por trastornos vinculados con el uso de vapeadores.
Las cifras al 8 de mayo anterior hacían prever esta situación. Hasta ese momento, los servicios de consulta externa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) habían atendido a 1.290 personas con daños pulmonares asociados al vapeo. De ellos, 774 eran hombres (un 60%) y 516 mujeres (40%). Un 38% de los pacientes estaban entre los 10 y los 29 años.
Los 3.500 casos con los que cerraría el año son 2,4 veces la cantidad reportada en 2023, cuando las atenciones fueron 1.456.
Esta proyección es una de las conclusiones de una ponencia presentada durante el Congreso Médico Nacional, que se celebra esta semana en el Hotel Real Intercontinental.
“Estos datos son alarmantes y reflejan un problema de salud pública que no podemos ignorar”, afirmó Gloriana Loría Chavarría, especialista en Neumología Pediátrica que hizo la ponencia.
El aumento no solo se ve en trastornos respiratorios, también en intoxicaciones que requieren mayor atención. El Centro Nacional de Intoxicaciones reportó 14 durante 2023, el doble de las siete registradas en 2022; en 2020 y 2021 solo se atendió una en cada año.
Los síntomas más comunes de intoxicación por vapeadores son taquicardia, presión arterial baja, temblores y dificultad respiratoria. Un estudio del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) encontró al menos ocho compuestos tóxicos, 12 peligrosos y 18 irritantes en estos dispositivos.
Consecuencias del vapeo para la respiración
Loría manifestó que esta práctica está más asociada a jóvenes porque se mercadea como un producto atractivo para ellos, como algo con buen sabor y aroma, presentaciones agradables y una forma de socializar. Además, existe la percepción de que es menos nocivo que el cigarrillo, cuando en realidad sí daña la salud.
La especialista aclaró que la inhalación de las sustancias en los vapeadores no solo provoca irritación e inflamación de las vías respiratorias, sino también puede aumentar la predisposición a infecciones respiratorias y, en casos graves, el desarrollo de la enfermedad pulmonar asociada al vapeo (Evali, por sus siglas en inglés).
Costa Rica reportó su primer caso de Evali en noviembre del año pasado, en un adolescente de 16 años.
Para la especialista, estas situaciones requieren atención urgente por parte de autoridades de salud, pero también de las educativas y en las familias.
“El aumento del vapeo en Costa Rica presenta un desafío significativo que requiere atención urgente. La salud de nuestros jóvenes está en juego y la sociedad tiene una responsabilidad de abordar este problema con seriedad y compromiso. Es esencial implementar políticas efectivas y programas de educación que aborden el uso del vapeo, promoviendo la salud y el bienestar de las futuras generaciones”, aseguró Loría.
El cerebro también puede verse afectado con el uso de estos dispositivos. En la adolescencia este órgano es más vulnerable a generar nuevas adicciones.
A más largo plazo, el vapeo puede causar falta de concentración y pérdida de memoria. Esto, a su vez, afecta el aprendizaje, la toma de decisiones, y la asimilación de riesgo.
¿Cómo saber si un adolescente está vapeando?
Loría dio estas señales para detectar si un joven está haciendo uso de los vapeadores:
- Tos persistente
- Cambios en el comportamiento
- Irritabilidad
- Presencia de aromas frutales en su cuarto, en sus pertenencias o en su aliento
“Detectar estos signos a tiempo puede ser crucial para intervenir y prevenir problemas de salud a largo plazo”, concluyó la especialista.