Que el nombre de cirugía vespertina cambie a jornada laboral no tradicional. Sin pago de horas extras ni disponibilidad.
Simplemente, que se contrate a un equipo más a partir de las 4 p. m. en los hospitales donde se requiera bajar las colas en cirugía.
Esto es lo que propone el cirujano Enrique Lobo Hernández, quien ha sido uno de los principales defensores de la cirugía vespertina.
Lobo asegura que la jornada adicional saldría mucho más barata a la Caja que las modalidades que se han aplicado antes (por ejemplo, el pago de horas extras). Se pagaría únicamente con salario base.
Este cirujano se ha dado a la tarea de pensar en una modalidad que le asegure la permanencia a la cirugía vespertina.
Él trabaja en el hospital San Juan de Dios. Allí montó uno de los principales programas de cirugía vespertina en 1997, que ahora está detenido.
"Hay gente dentro de la Caja a la que no le interesa resolver el problema. Lo que les interesa es vender la cola. ¿Por qué no se trabaja en la tarde? ¡Que no hay personal, dicen! ¡Esas son las excusas más baratas!", dijo el cirujano.
Buscar soluciones
Lobo considera que hay formas más honestas de resolver las listas de espera, y una posibilidad es contratar personal dispuesto a trabajar por las tardes.
"Yo quiero que esto (la cirugía) funcione. Sé que hay gente dispuesta a trabajar por las tardes. Por ejemplo, ¿por qué no dar a los médicos jóvenes las plazas de los que se van pensionando? En lugar de colocarlos en la mañana, se asignan para las tardes.
"Es fácil demostrar que hay un desequilibrio entre la infraestructura y el número de cirujanos por la mañana. Esto se aliviaría con la nueva modalidad", dijo Lobo.
La idea no le suena del todo absurda a varios médicos consultados por La Nación .
Uno de ellos, el cirujano Moisés Alvarado Valerio, del hospital Tony Facio de Limón, consideró que "podría ser una alternativa para garantizar la permanencia de estos programas, que son tan necesarios".
La experiencia en el San Juan de Dios dice que 12 de los 15 quirófanos disponibles están sin uso durante las tardes.
Solo quedan tres exclusivos para emergencias.
Para Lobo, este tipo de cirugía necesariamente implica un cambio de actitud: "No podemos estar con esas medias tintas, con la hipocresía colgada en la gabacha blanca".