Sus cargos de vicepresidenta de la República y ministra de Justicia se erigen como obstáculos para la probable candidatura presidencial de Laura Chinchilla en las elecciones del 2010.
De concretarse la escogencia de Chinchilla como aspirante que representa al movimiento arista dentro de Liberación Nacional, ella deberá renunciar a más tardar en febrero próximo y dejaría al Gobierno sin vicepresidentes.
La renuncia de Kevin Casas al puesto de segundo vicepresidente de la República, en setiembre, dejó a Chinchilla, primera vicepresidenta, como única persona dispuesta para sustituir al mandatario Óscar Arias ante alguna eventualidad.
Sin vicepresidentes, el sustituto del mandatario, en caso de ser necesario, sería el presidente de la Asamblea Legislativa, según el artículo 135 de la Constitución Política. En este caso, Francisco Antonio Pacheco tiene todo a su favor para mantenerse por tercer año consecutivo en este puesto.
Chinchilla aceptó en una entrevista con La Nación que le quedan diez meses para oficializar su interés electoral. Esto porque la ley ordena estar fuera de un cargo público durante los 12 meses previos a las elecciones, que son siempre en febrero, dice el artículo 132.
Chinchilla, a quien el presidente Arias ha ensalzado como líder política de manera frecuente, enfrenta además otras desventajas por su cargo en el Gobierno, pues está impedida de promocionarse como aspirante presidencial.
Otras figuras liberacionistas interesadas en llevar la bandera verdiblanca en los comicios del 2010 no tienen esa dificultad, como el alcalde de San José, Johnny Araya, o el excandidato Antonio Álvarez.
Álvarez ya ha realizado recorridos por el país para reunirse con dirigentes de base liberacionistas y Araya mantiene una elevada exposición pública por la imagen que proyecta desde la Alcaldía.
Chinchilla, como funcionaria pública, no puede montarse plataformas publicitarias en su favor. Solo le queda la publicidad de tareas propias de su cargo en Justicia o las que desempeñe como vicepresidenta, que han ido en aumento.
Los mensajes indirectos que Arias ha emitido en favor de ella, más una confesión de apoyo hecha pública por el ministro de Vivienda, Fernando Zumbado, ya provocaron una denuncia contra el Gobierno por “beligerancia política”, ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). La plantearon diputados del PAC.
Chinchilla está fuera de los ministerios más expuestos al público, como Educación, Transportes o Seguridad, a pesar de su especialidad en este tema.
En los últimos dos meses, sin embargo, ha asumido más funciones, incluso en actos protocolarios, representando a la Presidencia de la República.
También tomó el Ministerio de Seguridad durante menos de dos semanas, tras la salida de Fernando Berrocal y la llegada de Janina del Vecchio.
Por ahora, Chinchilla aún no decide cuándo dejará el puesto.