El derrame de 400.000 litros de diesel en el río Tárcoles, el martes de la semana anterior, mantiene molesta a la ministra del Ambiente y Energía, Elizabeth Odio, quien calificó el accidente como un "descuido".
Mientras tanto, maquinaria y personeros de la Refinaría Costarricense de Petróleo (Recope), trabajan desde la semana anterior para sustituir la tubería dañada y restablecer el flujo de combustible hacia Barranca, Puntarenas, que se mantiene suspendido desde entonces.
Mapa: Mancha en el río El accidente se produjo en horas de la noche del martes en la comunidad de Los Mangos de Atenas, en uno de los puntos por donde pasa el poliducto enterrado bajo el lecho del río.
Aparentemente, producto de las fuertes lluvias de ese día, el cauce del río arrastró gran cantidad de piedras y una de ella pudo romper la tubería.
En declaraciones suministradas ayer, la Ministra aseguró que el derrame de diesel en el Tárcoles el segundo que se produce en dos años ya no puede catalogarse como un accidente.
"Espero el informe de Recope, pues ellos no me informaron de nada. Ayer presenté una protesta porque me enteré de ese asunto por los medios de comunicación".
Estoy preocupada y voy a ver qué medidas toma Recope para que esto no vuelva a ocurrir; esto es un descuido", dijo.
Al respecto, el presidente de la Refinadora, Gerardo Rudín, alegó que la noticia sobre el derrame fue dada a conocer el miércoles anterior en la sesión de junta directiva, en la que también estuvo presente el viceministro del Ambiente y Energía, Iván Vincenti.
Pérdida considerable
Producto de este incidente, la Refinería perdió aproximadamente ¢35 millones en combustible.
El daño podría ser reparado en un mes y costará unos ¢10 millones aproximadamente. En total se sustituirán 36 metros de tubería.
Según uno de los encargados de las operaciones en Los Mangos de Atenas, Martín Núñez, las obras serán muy lentas pues el clima no es favorable.
Ayer la sustitución de la tubería se suspendió poco después del mediodía, pues las lluvias y la fuerte crecida amenazaban a los trabajadores que laboraban en ambas riberas del río.
Esta situación mantendrá suspendido el bombeo de productos hacia el plantel en Barranca, Puntarenas.
Por lo tanto, todos los clientes de Guanacaste y una parte del Pacífico tendrán que abastecerse de combustibles en la Terminal de La Garita, en Alajuela.
Turbias aguas
El líquido derramado vino a enturbiar más las aguas del río Tárcoles, una de las cuencas más contaminadas del área metropolitana.
El Informe sobre Perspectivas del Medio Ambiente para el 2000, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, reveló que el Tárcoles es uno de los ríos más contaminados por actividades agroindustriales en América Latina.
Se estima que en las áreas más sucias del Tárcoles se concentran 100.000 unidades de coliformes fecales por cada 100 mililitros.
El agua no es apta para el riego, ni para la recreación.
El fin de semana anterior la Secretaría Técnica Nacional Ambiental se encargó de realizar una inspección en el lugar, para determinar los posibles efectos del derrame.
Colaboró en esta información Wílliam Méndez, redactor de La Nación.