El País

¿Qué es una relación impropia?

El caso de la joven de Moravia que escapó de su casa y llegó a Parrita, recuerda la importancia de saber en qué consiste esta, sus implicaciones y qué puede hacerse

EscucharEscuchar

Las relaciones impropias son uno de los principales problemas sociales. El caso de la joven de Moravia de 16 años, que escapó de su casa para irse a Parrita para verse con un hombre de 29 años que la habría seducido por redes sociales, podría ser un ejemplo, si se demostrara una relación entre ambos.

A la luz de esto, recordamos en qué consiste este tipo de relación de poder, cómo identificarla, cómo puede afectar a la víctima y qué hacer.

La Ley 9406 de Relaciones Impropias, dictaminada en 2016, define dos tipos de relaciones impropias, que se separan según la madurez cerebral y desarrollo de la víctima.

La primera se da cuando hay un vínculo sexual entre una persona mayor de edad y adolescentes entre los 15 y 17 años, cuando la diferencia de edad es de siete años o más. Este delito se castiga hasta con tres años de prisión.

La segunda ocurre cuando el vínculo es entre mayores de edad y una adolescente entre 13 y 15 años, si la diferencia de edad es de al menos cinco años. Se penaliza hasta con seis años de prisión.

Además, si el autor tiene una relación familiar o de tutoría con la víctima, la pena irá de cuatro a diez años.

En octubre pasado, la Asamblea Legislativa aprobó también que los padres que sepan de una relación impropia y la consientan y oculten perderán la patria potestad del menor.

Evelyn Durán Porras, asesora del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA, por sus siglas en inglés) en temas de salud sexual y reproductiva aseguró que la diferencia de edades hace que la persona mayor ejerza una autoridad abusiva y manipuladora con la persona menor.

“Muchas jóvenes no pueden negociar el uso del condón, también tienen menos acceso a pastillas anticonceptivas. En muchos casos, las muchachas desconocen el pasado sexual de la pareja, o si mientras mantienen relaciones con alguien más; esto aumenta el riesgo de una infección de transmisión sexual”, dijo en una entrevista al presentar una encuesta de salud sexual y reproductiva.

Una caricatura con una balanza. En la parte de más peso está un hombre adulto, en la de menos, una adolescente.
Las relaciones impropias son relaciones de poder que se dan entre un adulto y un menor de edad. (Archivo/Archivo)

Una de las razones por las cuáles hay una relación de poder desigual entre la persona adulta y la adolescente es porque el cerebro adolescente no ha terminado de madurar y todavía se encuentra vulnerable ante los impulsos.

El cerebro es uno de los últimos órganos del cuerpo en terminar su desarrollo. La pediatra y neurodesarrollista Roslyn Valerín Ramírez, del Programa Nacional de Normalización del Niño y la Niña de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), dijo en una entrevista anterior que la etapa entre los 10 y los 20 años es dinámica para el desarrollo cerebral. Las conexiones cerebrales se someten a una intensa “remodelación” y “poda”. Esta flexibilidad permite a los jóvenes aprender rápido y adaptarse a un ambiente cambiante, pero los hace vulnerables a riesgos.

Los procesos cerebrales se vuelven más rápidos en la adolescencia. Las estructuras de la percepción sensorial maduran rápido en la pubertad, pero las áreas del córtex prefrontal, que permiten planificar, priorizar, sopesar los pros y los contras y controlar nuestros impulsos, maduran en último lugar. Y por eso los procesos de tomas de decisión no son tan racionales a esta edad.

Esta impulsividad y falta de planificación las hace vulnerables ante las demandas de adultos en una relación de pareja, que se vuelve desigual. Y esto se da tanto en relaciones heterosexuales como homosexuales, y sucede tanto si el adulto es hombre o mujer. La gran mayoría de las relaciones impropias son de un hombre adulto y una mujer adolescente, pero esto no excluye otras combinaciones.

Esta situación expone al adolescente a más conductas de riesgo, explicó en la misma entrevista Daniela Carvajal Riggioni, jefa de la Clínica de Adolescentes del Hospital de Niños.

“No porque lo quiera, ni porque sea ‘malportado’, ni porque no se le ha enseñado correctamente, sino porque su cerebro es inmaduro”, enfatizó.

Aunque sea de forma no planificada, el adulto siempre tiene ventajas para moldear al menor de edad a su gusto durante la relación y esto lo expone a violencia.

El UNFPA señala algunas de las consecuencias para las víctimas:

  • Abandono o retraso de estudios.
  • Sometimiento emocional y económico a la persona mayor de edad.
  • Daño en la autoestima.
  • Sentimientos de inseguridad, tristeza, impotencia y miedo.
  • Aislamiento o renuncia a las relaciones con sus amigos y amigas.
  • Embarazo y maternidad.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Violencia física, sexual e incluso femicidio.

Pascale Allotey, directora del Departamento de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló en un informe sobre sexualidad en la adolescencia que ser víctima de violencia, algo más común en relaciones impropias, causa un daño profundo.

“La violencia en estas edades puede causar daños profundos y duraderos, necesita tomarse como una cuestión de salud pública y darle un enfoque de prevención y apoyo”, destacó.

Irene Rodríguez

Irene Rodríguez

Periodista de Ciencia y Salud. Trabaja en La Nación desde 2009 y en periodismo desde 2004. Graduada de Comunicación Colectiva en la Universidad de Costa Rica, donde egresó de la maestría en Salud Pública. Premio Nacional de Periodismo Científico 2013-2014. Premio Health Systems Global 2018. Becada del Fondo Global de Periodismo en Salud 2021.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.