Las primeras noticias sobre gripe aviar en el mundo datan de hace varias décadas y los primeros casos en humanos se reportaron de forma oficial a inicios de la década del 2000. Sin embargo, en los últimos meses, se ha vuelto a escuchar sobre esta enfermedad luego de que fuera detectada en mamíferos (especialmente en ganado), en muestras de leche sin pasteurizar y se registraron más casos en personas, especialmente en Estados Unidos.
El país norteamericano, además, reportó a mediados de diciembre su primer caso grave en humanos; Canadá informó de otro en noviembre, específicamente un adolescente.
Un hecho igualmente relevante ocurrió en setiembre, cuando Estados Unidos registró el primer individuo con gripe aviar que no había tenido contacto previo con animales infectados.
Estas situaciones llevaron a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a hacer una evaluación de riesgo para el continente, calificándolo como moderado. La institución precisó en su reporte del 23 de diciembre, que esta estratificación se hace con base en tres factores:
- El riesgo de diseminación del virus y propagación a otros países de América del Norte, América Central, América del Sur y el Caribe, con brotes en aves, ganado lechero y spillovers (propagación de una especie a otra) a otros mamíferos.
- El riesgo para la salud humana, basado en la creciente tendencia de infecciones humanas en Estados Unidos, la incertidumbre en torno a la fuente de exposición de un caso confirmado en los EE.UU., la aparición de exposiciones por riesgos laborales o interfaces incidentales humano-animal que faciliten el contacto entre animales infectados y humanos.
- El riesgo para la salud pública, basado en las diferentes capacidades de detección temprana, prevención, respuesta y contención dentro de la región, así como los desafíos en la implementación y adaptación de medidas de control a nivel intersectorial.
“Esta evaluación también considera que el virus actualmente sigue siendo puramente aviar y que, hasta la fecha, no se ha identificado la transmisión de persona a persona del virus. También considera que el riesgo de infección en trabajadores agrícolas expuestos a animales infectados varía entre bajo, moderado y alto, dependiendo del tipo de exposición y la aplicación de medidas de prevención y control de infecciones”, cita el documento.
En Costa Rica, los primeros casos de esta enfermedad se dieron en enero del 2023, cuando se detectó en tres pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis) en Punta Cocles, Puerto Viejo de Limón. Los últimos casos reportados por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) se dieron en octubre de ese mismo año. Esta enfermedad no se ha visto en mamíferos en toda la región centroamericana; sin embargo, tanto el Senasa como el Ministerio de Salud permanecen vigilantes.
Para entender los cambios y a qué debemos estar atentos La Nación Explica con base en información de la OPS, los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (WHOA, por sus siglas en inglés).
¿Qué hay de diferente en este virus de gripe o influenza aviar?
Al igual que sucede con la gripe humana, hay varios virus que causan la influenza aviar, explica la WHOA. En términos generales, es un solo tipo, el A, con varios subtipos: H5N1, H5N3, H5N8. Las características genéticas de estos virus evolucionan con rapidez.
En el caso de la enfermedad actual en América, el virus causante se denomina AH5N1, de un clado (una especie de variante) llamado 2.3.4.4b. Es un virus muy contagioso entre las aves. Se trata de una enfermedad de alta patogenicidad, que provoca síntomas graves y es altamente letal entre los animales infectados.
El clado 2.3.4.4b se detectó inicialmente en América del Norte en el 2021 y luego llegó a América del Sur en el 2022. Los estudios confirman infecciones en aves y mamíferos, lo que sugiere que las aves migratorias desempeñarían un papel clave en la transmisión.
Desde el 2021, esta enfermedad se ha presentado en aves de 19 países del continente americano, incluido Costa Rica.
El clado 2.3.4.4b está asociado con muertes masivas de aves acuáticas y mamíferos silvestres, y casos en aves de corral.
También desde el 2021, se han visto infecciones en diferentes mamíferos en Argentina, Chile, Brasil, Canadá, Perú, Uruguay y Estados Unidos. Entre los mamíferos afectados destacan leones marinos, focas, ratones, alpacas, perros y gatos.
Además, desde marzo del 2024, se han reportado infecciones por este clado 2.3.4.4b en ganado lechero, especialmente en Estados Unidos.
“Se ha detectado un potencial para transmitirse a otras especies, especialmente de mamíferos. Se han reportado hasta 50 especies afectadas. Las vacas lecheras en Estados Unidos son una señal. Anteriormente el ganado vacuno no había sido visto con potencial de infección de influenza A y ahora ya lo vemos afectado”, señaló Andrea Vicari, jefe de la Unidad de Gestión de Amenazas Infecciosas de la OPS, durante una conferencia de prensa en diciembre.
La infección en las vacas también provoca que la leche de los especímenes afectados lleve el virus, de ahí la importancia de la pasteurización.
“La pasteurización de la leche se ha conocido desde hace más de 150 años, con esto no habría mayores problemas de transmisión”, puntualizó Vicari.
Gripe aviar en humanos
A partir de 2022, Ecuador, Chile, Canadá y Estados Unidos han reportado casos en humanos con este clado. Estos dos últimos países son los únicos que registraron incidencia en el 2024.
Estados Unidos es el país con mayor impacto. El año pasado se reportaron oficialmente 66 casos en 10 estados, hay siete casos sospechosos en estudio.
California ha sido el lugar más afectado hasta el momento, con el 56,07%. Además, el impacto ha sido mayor en las infecciones provenientes de ganado, con tres de cada cinco infecciones.
En el caso de personas afectadas, Vicari recordó que casi todas han trabajado directamente en las fincas con animales o leche infectada y casi todos los casos han tenido manifestaciones muy leves.
“Este sigue siendo un virus eminentemente aviar y de granjas, por eso se ha visto principalmente en trabajadores que tienen contacto directo con animales y no hemos visto transmisión de humanos a humanos”, enfatizó.
De acuerdo con el CDC, hay diferentes clasificaciones de enfermedad en los seres humanos:
- Leve: tos, dolor de garganta, conjuntivitis, fiebre o febrícula (aumento leve de temperatura), congestión nasal, fatiga, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de articulaciones. La gran mayoría de los casos en humanos cabe en esta categoría.
- Moderada: dificultad respiratoria, estado mental alterado, convulsiones.
- Complicaciones: neumonía, deficiencia respiratoria, síndrome de distrés respiratorio, problemas en los riñones, falla en más de un órgano a la vez, sepsis, encefalitis.
Los CDC son enfáticos en que los trabajadores de granja de los lugares con la enfermedad confirmada deben usar protección personal, como guantes, ropa especial y lentes para así evitar exponerse al virus. También piden a la población no tomar leche sin pasteurizar.
¿Cambios genéticos en el virus que infectó al paciente grave?
Este 26 de diciembre, los CDC informaron de cambios genéticos en el virus del paciente grave y quien permanecía hospitalizado para dicha fecha.
Los investigadores analizaron dos muestras y encontraron dos cambios en el virus que habrían motivado una presentación más agresiva y que podrían facilitar la dispersión entre seres humanos. Una de estas mutaciones también fue encontrada en un paciente canadiense que requirió atención hospitalaria.
Sin embargo, dichas mutaciones ocurrieron posterior a la infección y no fueron encontradas en las muestras de la granja donde fue infectado.
Pese a que esto podría sugerir mayor diseminación entre los seres humanos, las autoridades estadounidenses son enfáticas en que esta persona no infectó a nadie más y que hasta el momento no hay evidencias de que haya un solo caso de contagio de persona a persona.
¿Qué puede hacerse ante estos cambios en la gripe aviar?
La OPS pide a los países estar pendientes y que las instituciones de salud animal coordinen con las de salud humana. En Costa Rica, el Ministerio de Salud y el Senasa tienen un plan conjunto y permanecen vigilantes.
Como la enfermedad no se ha visto en seres humanos en Centroamérica, la población no requiere más medidas que permanecer atenta a las informaciones de las autoridades de salud. No obstante, la OPS es enfática en que, independientemente de la dispersión del virus, nadie debería considerar tomar leche sin pasteurizar, pues esto podría acarrear varios riesgos para la salud.
Colaboró el periodista Juan Fernando Lara