Este 8 de marzo del 2025, Costa Rica conmemora el Día Internacional de la Mujer bajo la sombra de la violencia de género: en lo que va del año 11 mujeres han fallecido víctimas de femicidio, alarmante realidad que expertos han solicitado declarar como una emergencia nacional.
Además, de la persistente violencia machista presente en la sociedad costarricense, las mujeres de este país también lidian con la brecha de género en sectores claves como participación política, desigualdad salarial, entre otras.
El Índice Global de la Brecha Género, del Foro Económico Mundial, mide desde el 2006 el progreso del mundo hacia la paridad de género en dimensiones claves como la participación y oportunidades económicas. En su edición del 2023, Costa Rica se ubicó en el puesto 14 de un listado de 146 países.
Los datos indican que el país ha logrado cerrar su brecha en un 79%. Sin embargo, en el primer lugar del mundo se ubica Islandia con una disminución de un 91,2%.
A continuación, repasamos la realidad de Costa Rica en tres diferentes aspectos y detallamos qué acciones ha tomado Islandia para reducir la disparidad de género en esos mismos ámbitos.
Participación y oportunidades económicas
Para el 2023, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las mujeres con empleo a tiempo completo en Costa Rica recibían una remuneración 1,45% menor en comparación con los hombres en trabajos similares.
En un estudio de la misma organización, llamado Igualdad de género en Costa Rica hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado, publicado en el 2024, se conoció que para el 2022 el 47% de las mujeres en edad de trabajar estaban empleadas, comparado con el 73% de los hombres.
Los datos son respaldados por el Programa Estado de la Nación, que señala que tras la pandemia de covid-19, la participación laboral femenina se complicó aún más y, en promedio, solo cuatro de cada diez mujeres en edad de trabajar efectivamente buscan o tienen empleo; mientras en el caso de los hombres participan siete de cada diez.
En Islandia, desde 2018, las empresas con más de 25 empleados tienen la obligación legal de demostrar que pagan salarios iguales, según el Foro Económico Mundial. Esta es una práctica que podría ser emulada por Costa Rica.

Empoderamiento político
Actualmente, Costa Rica cuenta con mayor representación femenina en la política. 22 de las 84 municipalidades del país son dirigidas por alcaldesas. Si bien el número de mujeres al frente de gobiernos locales aumentó, ellas representan apenas la cuarta parte del total.
Por otro lado, la actual Asamblea Legislativa tiene paridad de género, pues de las 57 curules del Congreso, 28 son ocupadas por mujeres.
Desde el 2009, el Código Electoral establece que los partidos políticos deben conformar nóminas de manera paritaria entre hombres y mujeres para los cargos de elección popular.
Asimismo, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) “ha servido como línea de defensa de las normas que buscan saldar la deuda de nuestra democracia con la participación igualitaria de la mujer en la política” en Costa Rica, según expuso la abogada Sonia Picado Sotela en el artículo Participación política de las mujeres y paridad horizontal.
En su artículo, la autora también resalta que el país aún enfrenta el desafío de ofrecer a sus madres e hijas la posibilidad real de disputar y ocupar un cargo público por elección en las urnas.
“El nuestro es, sin embargo, uno de los escenarios más paradójicos que hay, porque, a pesar de la reconocida solvencia del Estado democrático de derecho en nuestra tradición e instituciones, apenas en las últimas tres décadas se ejecutaron mecanismos jurídicos y políticos contundentes a fin de conseguir la estructuración paritaria —es decir, con igualdad de hombres y mujeres— de sus gobiernos nacional y municipales”, explicó.
De hecho, Costa Rica solamente ha tenido una presidenta de la República en toda su historia. Laura Chinchilla Miranda gobernó el país del 2010 al 2014.
En este campo, el país nórdico continúa posicionándose como un ejemplo a seguir. A lo largo de las últimas cinco décadas, los islandeses han tenido a mujeres como jefas de Estado durante un total de 25 años. Vigdis Finnbogadottir fue la primera en ocupar el puesto en 1980.
Mientras que en el parlamento, el 48% de escaños son ocupados por mujeres.
Jennýjardóttir Einarsdóttir, profesora de Estudios de Género en la Universidad de Islandia, dijo a la BBC que los partidos que no tengan entre el 40% y 50% de representantes mujeres parecerían anticuados y alejarían a los votantes, por ello, aunque este país no tiene cuotas legales de participación femenina en el parlamento, el porcentaje de mujeres siempre tiene un peso igualitario.

Trabajo y maternidad
Cuando las mujeres se convierten en madres en Costa Rica y en el mundo, la brecha laboral tiende a ensancharse.
Según el Programa Estado de la Nación, las mujeres que tienen hijos están en mayor desventaja que el resto. De las mujeres en edad de trabajar, un 73% son madres; pero se insertan menos al mercado laboral (38,8%) que las mujeres sin hijos (45,2%).
Además, la información añade que estar mucho tiempo sin trabajo complica volver a emplearse y hace que las personas pierdan experiencia y habilidades en su desempeño y les cuesta más adaptarse a nuevas laboras, “situación que empeora si la mujer tiene hijos”.
Actualmente, Costa Rica ofrece una licencia de maternidad pagada de cuatro meses para las madres trabajadoras: un mes antes del parto y tres después.
Para el padre hay dos escenarios, uno en el sector privado y otro en el público. En el primero, el tiempo de permiso es de solo de dos días por semana durante el primer mes de vida del bebé, es decir, ocho días.
En cuanto al sector público, a los padres de un recién nacido se les otorga un mes de permiso con goce de salario.
Según en estudio de la OCDE del 2024, en Costa Rica, el 40% de las familias con al menos un hijo menor de 15 años registraron un compañero que trabaja a tiempo completo y otro que no trabaja de manera remunerada. Es sabido que luego de dar a luz, muchas mujeres no regresan a sus trabajos, pues asumen la crianza y roles del hogar.
En el caso de Islandia, tanto las madres como los padres cuentan con un permiso parental intransferible que le otorga a cada uno una licencia de seis meses con el pago del 80% del salario por parte del Estado.
Dicha medida ha permitido una presencia igual de papá y mamá en los primeros meses de vida del bebé, de modo que el niño reciba un cuido y crianza paritaria por parte de ambos progenitores.
Cuando el parlamento aprobó la medida, afirmaron que el propósito de la ley es “permitir que los hombres se hicieran también cargo de sus hijos y que las madres pudieran integrarse en el mercado de trabajo”, recordó ABC.
Según las proyecciones del Foro Económico Mundial, será hasta el 2158 cuando se alcance totalmente la paridad de género en el mundo. “Es decir, dentro de unas cinco generaciones”, afirmaron.
Para la elaboración de este artículo se intentó conversar con una especialista en género para hacer un análisis comparativo de Costa Rica con naciones líderes en equidad de género. No obstante, tanto la Universidad Nacional (UNA) como la Universidad de Costa Rica (UCR) informaron de que no les fue posible ubicar a una persona experta.