La firma china CNPC aceptó ceder en algunas cláusulas del contrato con Recope, con tal de facilitar que la Contraloría General de la República autorice la creación de una empresa conjunta que se encargue de modernizar la refinería en Moín de Limón.
El ente contralor rechazó el contrato el 27 de marzo. Tras una serie de ajustes, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) hizo un nuevo intento de obtener el refrendo o autorización el 22 de julio.
Uno de esos ajustes eliminó la posibilidad de que Recope pague a la Corporación Nacional Petrolera de China (CNPC Internacional Ltd.) inyecciones extras de capital, con cesión de parte del 50% de acciones de la empresa conjunta.
Inicialmente, eso iba a ser posible, pero la Contraloría advirtió que Recope debía conservar al menos ese 50%.
“Yo creo que ellos sacrificaron (…) fueron generosos”, dijo José León Desanti, presidente ejecutivo de la Refinadora.
Definiciones. Igualmente, agregó Desanti, aceptaron nuevas definiciones en el tema de tasas de interés para el financiamiento del proyecto, que posiblemente lo va a conseguir la propia CNPC con un banco chino.
A estos y otra decena de cambios, Recope añadió una aclaración de la Procuraduría General de la República (asesor jurídico del Estado) sobre las posibilidades de aliarse siempre y cuando no comprometa su actividad monolítica de importación, refinación y distribución de hidrocarburos.
De esta forma la Refinadora espera obtener la venia para continuar con la empresa conjunta, cuyo único propósito será modernizar la planta de Moín.
Según la oficina de prensa de la Contraloría, el documento está en estudio de la División Jurídica, que deberá responder la nueva petición de refrendo en 20 días.