Carlos Araya Leandro, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), solicitó archivar un expediente disciplinario contra un funcionario que hoy es investigado por la Fiscalía por presuntas anomalías en la construcción de edificios universitarios.
En el 2020, la Contraloría Universitaria le advirtió a la Rectoría de que un funcionario de apellido Cotter Murillo habría faltado el deber de vigilancia en relación con la construcción del edificio de Nanociencias del Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales (CICIMA).
Una investigación encontró que, en los planos de licitación, se excluyeron los diseños electromecánicos necesarios para la funcionalidad y uso de los laboratorios de investigación del edificio de Nanociencias.
Si bien el empleado alegó que no hubo suficiente presupuesto, para la Contraloría Universitaria no era admisible la desatención de los deberes de supervisión tanto en la detección de la problemática como en la toma de acciones en procura de entregar un edificio que cumpliera con las condiciones requeridas.
No obstante, luego de revisar los hechos, la rectoría solicitó el archivo del expediente administrativo, limitándose a hacer una llamada de atención a Cotter. Consideró que esa medida era “suficiente”. En ese momento Carlos Araya Leandro fungía como rector en transición de la UCR.
El rector agregó que, sobre el equipo faltante, “existió un compromiso de la administración para adquirirlo e instalarlo, minimizando así el impacto a la unidad académica”.
Cotter fue uno de los detenidos por la Fiscalía el 5 de febrero en allanamientos por el supuesto delito de falsedad en la recepción de bienes y servicios contratados. Este caso está relacionado con hechos que habrían sucedido entre 2017 y 2020, cuando los detenidos supervisaron y aprobaron las obras del Laboratorio Ciclotrón PET/CT, aparentemente, sin una inspección adecuada, informó este medio.
El martes, el rector comentó que, debido a que estaba en Liberia, Guanacaste, no tenía a mano información de lo sucedido en el 2020. No obstante, mencionó que “está casi seguro de que ese informe de auditoria fue el primero que salió con respecto a esta situación (las supuestas irregularidades con los edificios).
“Pues estoy en rectoría ocho meses (en el 2020), de manera transitoria y me toca resolver a mí. Era el primer informe que se conocía, no había ningún indicio del que hubiese nada más; el funcionario Cotter Murillo nunca había sido sancionado anteriormente. Envié el caso a la Junta de Relaciones Laborales pidiéndole una llamada de atención con copia al expediente del señor Cotter Murillo”, comentó.
Agregó que actuó conforme a lo recomendado por la asesoría jurídica.
“Yo no lo nombré en ningún lado (...)”, afirmó, al explicar que el funcionario se mantuvo en su plaza en propiedad.
Recientemente, La Nación también dio a conocer que el Consejo Universitario de la UCR presentó una denuncia ante la Fiscalía por supuestas irregularidades con cuatro edificios, incluido el Ciclotrón, que se construyeron con fondos del Banco Mundial como parte del Programa de Mejoramiento Institucional.
La Contraloría Universitaria presentó información sobre las auditorías forenses e investigaciones sobre presuntas irregularidades en la construcción y recepción de edificaciones universitarias.
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Lo hallado en el laboratorio de nanotecnología
La investigación OCU-R-109-H-2020 señala que, a partir de febrero del 2016, el funcionario Cotter fungió como coordinador de la Unidad Ejecutora del Plan de Mejoramiento Institucional (UEPMI) y Director de la Oficina Ejecutora del Plan de Inversiones (OEPI), cargos que mantuvo simultáneamente incluso hasta la emisión del informe de responsabilidades en mayo del 2020.
En su condición de coordinador de la UEPMI y director de la OEPI, dice el informe, Cotter solicitó al Departamento de Planificación y Diseño replantear el proyecto del edificio de Nanociencias debido a que la construcción de la obra, que estaba prevista en el diseño de los planos y especificaciones técnicas del 2015, sobrepasó el disponible presupuestario de $1.125.080.
Sin embargo, el 19 de diciembre del 2017, el director del Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales (CICIMA), Esteban Avendaño Soto, informó a Cotter de que una serie de equipos electromecánicos, indispensables para el correcto funcionamiento del edificio de laboratorios, no estaban en el cartel adjudicado.
De acuerdo con la investigación, habrían sido excluidos sin tomar en consideración la opinión técnica del usuario final y poniendo en riesgo el traslado de los equipos del CICIMA al nuevo edificio.
El 19 de enero del 2018 , Cotter respondió: “Le presento mis disculpas si no fue informado con anterioridad por el equipo de profesionales que desarrollaron este proyecto; sin embargo, por motivos de fuerza mayor y debido a que el proyecto se debía ajustar a un presupuesto establecido, fue necesario eliminar de la licitación los equipos mencionados por usted en su oficio”.
Los equipos excluidos, según Cotter, fueron UPS, compresor de aire, planta eléctrica de respaldo, baterías de respaldo y sistema de agua de enfriamiento.
En una de las entrevistas realizadas por la auditoría interna, Cotter Murillo manifestó que, “cuando se determinó que había que recortar casi el 50% del presupuesto para el proyecto, el usuario claramente no iba a estar contento”.
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