La Sala Constitucional aceptó ayer prolongar la vida útil del relleno sanitario de Río Azul, ubicado en La Unión de Cartago.
Nueve meses antes, la misma Sala había fijado el cierre del vertedero para el domingo 19 de noviembre (mañana).
Sin embargo, ahora los magistrados consideran que la clausura del relleno debe realizarse en un “plazo razonable” fijado por el Ministerio de Salud y bajo “una planificación formal y rigurosa”.
Los altos jueces estiman que el cierre inmediato de Río Azul causaría un grave trastorno social, ambiental y sanitario dado que los órganos competentes de la Administración no han concretado los megarrellenos sanitarios que vendrían a sustituir el botadero.
Asimismo, la Sala IV pidió a la ministra de Salud, María Luisa Ávila, fiscalizar la ejecución efectiva del plan que defina su cartera para el cierre definitivo del vertedero, el cual opera desde 1973.
El pronunciamiento de la Sala surgió a una solicitud de aclaración presentada por el Ministerio de Salud, con el objetivo de que se les permitiera a los ayuntamientos llevar la basura a Río Azul por algunos meses más.
Dicha petición pretende dar tiempo a que entre en operación otro vertedero metropolitano. De hecho, la empresa EBI planea empezar a construir pronto un nuevo vertedero en el cantón de Aserrí.
Plazo. La ministra Ávila anunció ayer que la otra semana definirá la fecha definitiva de cierre de Río Azul. Para ello, planea analizar una serie de informes técnicos.
Alexis Cervantes, director ejecutivo de la Federación Regional Municipal del Este (Fedemur), solicitó que Río Azul siga operando hasta julio del próximo año.
A partir de ese momento, incrementarán las obras de cierre técnico, que consisten en la estabilización del vertedero para que se convierta en un parque y un centro nacional de reciclaje.
Fedemur es la administradora del relleno sanitario.
A Río Azul llega la basura producida en ocho cantones metropolitanos: Curridabat, Montes de Oca, Tibás, Moravia, Coronado, Alajuelita, Desamparados y La Unión de Cartago.
Los habitantes y comerciantes de esos municipios generan unas 550 toneladas de basura al día.
Los cantones de Aserrí, Escazú y Goicoechea ahora llevan los desechos al relleno de la empresa EBI en La Carpio, al oeste de la ciudad de San José.