En forma sorpresiva, la ministra de la Condición de la Mujer, Yolanda Ingianna Mainieri, presentó anoche su dimisión "irrevocable" a ese cargo y al de presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, en carta enviada al mandatario Miguel Angel Rodríguez.
"Efectivamente, presenté mi renuncia irrevocable. Yo creo haber dejado las cosas que me propuse hacer: dejo una institución moderna, como el Instituto, con una estructuración terminada. Ahora, vuelvo a mi vida intelectual y académica", en una entrevista telefónica efectuada por La Nación, a las 9:30 p. m.
Este es el segundo cambio en el Gabinete desde que el presidente Rodríguez inició labores, el 8 de mayo. Antes había renunciado Claudio Gutiérrez, titular de Educación, quien adujo que se había comprometido a ayudar en el gobierno durante los primeros 100 días de la administración Rodríguez para luego volver a sus labores académicas. Su renuncia se dio a los 115 días.
Al consultársele a Ingianna si ella también había asumido su puesto con un plazo definido, respondió que, al comenzar sus labores, pensó que iba a quedarse hasta el final de la administración. "Lo que pasa es que en el camino una va descubriendo otras posibilidades. Estoy clara en que lo que yo pensé que podía hacerse como Ministra de la Condición de la Mujer lo dejo terminado y hecho".
Ningún problema
La filósofa y exprofesora de la Universidad de Costa Rica negó rumores de que su salida se debe a diferencias de criterio o roces con Lorena Clare, primera dama, y Astrid Fischel, primera vicepresidenta de la República.
"No he tenido problemas, en lo más mínimo. Con la Primera Dama tengo excelentes relaciones desde 1993 y con Astrid Fischel me liga una vieja amistad desde nuestros tiempos de estudiantes de la UCR. De ninguna manera se debe a roces. Me voy por razones de tipo personal", aseguró.
Ante la renuncia, Rodríguez envió un fax a los medios de comunicación en el que explicó que acepta la decisión de Ingianna y le agradece su trabajo de delinear las políticas para avanzar hacia la igualdad de la mujer en la sociedad costarricense. Su labor, indicó el Mandatario, fue de suma importancia en la tarea de impulsar la incorporación femenina en espacios donde ha visto cerrado su paso desde tiempos antiguos, así como en el campo del combate contra la violencia doméstica y el maltrato.
La exfuncionaria, hija de inmigrantes italianos, asegura que recibió suficiente apoyo del Gobierno para cumplir con sus labores. "Lo que pasa es que una siempre quiere más, porque las demandas son muchas y muy grandes, y porque el proyecto concebido que yo asumí es muy ambicioso e integral, y busca impactar en todos los ámbitos".