Rusia ofreció trabajar en el incremento del comercio y las inversiones con Costa Rica, pero evitó dar el apoyo a iniciativas que este Gobierno impulsa en materia de desarme mundial, cooperación internacional y su intento de integrar en el 2008 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Tales fueron las conclusiones de una reunión que tuvieron ayer el vicecanciller ruso, Serguey Kisliak, y el canciller costarricense, Bruno Stagno, como evidencia de unas relaciones “excelentes”.
Las autoridades rusas se comprometen, por ejemplo, a eliminar la doble imposición arancelaria que rige para ciertos productos.
La idea es reducir el déficit comercial tico en relación con la Federación Rusa, merced a un inestable intercambio de bienes y servicios. Ahora solo se exportan productos por $17 millones anuales, mientras que hace ocho años eran $34 millones.
Menos fructífera fue la exposición de tres iniciativas costarricenses en política exterior, pues Kisliak evitó comprometer el apoyo.
Sobre un tratado internacional para reglar el comercio de armas, el europeo dijo que hay interés, pero analizarán más detalles pues su país es uno de los principales vendedores de armas en el mundo.
Sobre el “Consenso de Costa Rica” (plan para que países menos pobres también reciban ayuda de los desarrollados), Rusia esperará conclusiones de expertos, aunque reconoció el “componente ético” del plan”.
Sobre la candidatura al Consejo de Seguridad, Stagno explicó que Rusia (uno de los cinco miembros fijos) acostumbra no anunciar el apoyo con antelación.
Stagno insistió en la necesidad de estrechar lazos con Moscú. La embajada tica allá carece ahora de personal, tras el cese del embajador, Plutarco Hernández.