El sacerdote Sixto Varela no puede ser nombrado en cargos eclesiásticos porque el Vaticano está investigando si cometió un presunto delito. La medida fue impuesta por el obispo de Alajuela, monseñor Bartolomé Buigues Oller “para que el proceso se lleve de la mejor manera, tranquilos en paz y para que él prepare su defensa”, según la Diócesis alajuelense.
El proceso se inició en Alajuela, cuando la Diócesis informó al Vaticano sobre sus acciones. “Este 15 de febrero, se le dio a conocer al presbítero Sixto Eduardo Varela Santamaría información sobre su caso de parte de la Congregación para el Clero en Roma, luego de que la Congregación romana conociera una investigación previa a tenor del canon 1717 (cuando los superiores tienen noticias creíbles de un delito y deben investigar con cautela, sin afectar la fama del implicado) que se realizó meses atrás.
“El padre está siendo acompañado por su abogado canónico y se le brinda el respectivo sustento económico”, indicó la Diócesis alajuelense, añadiendo que el cura tiene total libertad para salir de su casa y movilizarse. Por otra parte, se desconoce el presunto delito bajo investigación, ya que “se debe respetar el proceso que se lleva a cabo en el Vaticano”.
Esta suspensión la dio a conocer el periódico La Teja.
En agosto del 2021, la Diócesis de Alajuela suspendió a Varela durante seis meses por celebrar misas en latín, con un ritual que está prohibido en el país. Estas eucaristías se caracterizan porque el sacerdote se coloca de espaldas a los asistentes y el rito es más complejo por las contestaciones que deben dar los fieles.
Cuando se cumplieron los seis meses, el 15 de febrero del 2022, la Diócesis alajuelense negó el levantamiento de la suspensión, pues el presbítero no cumplió las reglas establecidas al usar sus redes sociales para evangelizar.
El sacerdote es conocido por sus particulares polémicas, desde llamar “ateos disfrazados” al presidente de la República, Carlos Alvarado y a la primera dama, Claudia Dobles, hasta subir una foto de la diputada Paola Vega al lado de un caballo con la descripción “al buen entendedor...”.
En febrero del 2016, cuando Varela era el párroco de San Joaquín de Flores, en Heredia, impidió que un hombre fuera padrino de bautizo. Jefrey Ulate, un publicista que aspiraba ser el padrino de la hija de su prima, acusó a Varela de impedírselo por ser homosexual.
En ese entonces, este medio consultó al padre y contestó que no es porque fuera homosexual, es porque el joven “abiertamente ha dicho que no cree ni en Dios ni en la Iglesia”. El ser homosexual “no es impedimento mientras se viva una sexualidad pasiva, una sexualidad no escandalosa, que no viva una homosexualidad abierta, manifestada, congregándose en marchas”, aseguró el sacerdote en esa ocasión.
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