Un consejo técnico del Ministerio de Salud analiza si se tomarán medidas o no sobre la distribución del Prepulsid, un medicamento muy usado en niños para tratar el vómito frecuente.
Hasta el pasado 31 de diciembre en Estados Unidos se había asociado el consumo del cisapride (genérico del Prepulsid) con 341 casos de trastornos en el ritmo cardiaco.
De todos ellos, 80 murieron, según un reporte de la Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), del pasado 23 de marzo.
La venta de este fármaco será restringida en Estados Unidos por la propia empresa fabricante, Janssen Pharmaceutical, el próximo 14 de julio.
A partir de esa fecha solo se venderá a pacientes con un diagnóstico muy preciso.
Sin embargo, esa medida se tomará únicamente en Estados Unidos, que fue donde se detectaron los casos.
José Mora, presidente de Janssen para México, Centroamérica y el Caribe, achacó los problemas que se presentaron en ese país al mal uso de este medicamento.
"Se estaba utilizando en Estados Unidos de una manera no adecuada, es decir, se usa en dosis más altas o con productos con los que no se puede utilizar" afirmó Mora.
Según pediatras y farmacéuticos, el Prepulsid es de consumo muy frecuente en Costa Rica para tratar el reflujo gastroesofágico, una alteración de los movimientos del estómago que impulsa la comida hacia el esófago y frecuente en algunos niños pequeños.
Se utiliza para tratar desde recién nacidos hasta adultos.
De acuerdo con Yamileth Leveritge, del Centro de Control de Intoxicaciones, está contraindicado en pacientes con predisposición a las arritmias o que consuman ciertos medicamentos.
En estudio
Desde ayer, un consejo técnico de inscripción del Ministerio de Salud, busca reportes de norteamérica y la Comunidad Europea sobre este producto, para ver si se toman medidas como la suspensión o la restricción de la venta en el mercado costarricense.
Así lo informó la directora del Departamento de Control de Drogas del Ministerio de Salud, Marielos Morales.
De ser así, la disposición abarcaría no solo al Prepulsid sino a todos los medicamentos que contengan cisapride.
Él, al igual que Morales, aseguran que este producto debe venderse bajo receta médica.
No obstante, la pediatra Isabel Hidalgo, del Hospital Nacional de Niños, así como algunas farmacias consultadas ayer por La Nación, reconocieron que este medicamento se vende sin necesidad de una prescripción.
El precio del jarabe pediátrico ronda los ¢1.600. También se distribuye en tabletas de cinco, diez y 20 miligramos.
El jefe de Neonatología del Hospital Calderón Guardia, Carlos Peña Obando, explicó que si bien esta medicina no la distribuye la Caja Costarricense del Seguro Social, muchos galenos recomiendan su compra a los asegurados.
Por las venas
La directora del departamento de control de drogas del ministerio aseguró que en nuestro país no se ha reportado ningún caso de efectos contrarios al Prepulsid.
"El medicamento, bajo tratamiento muy cuidadoso, no tiene problemas", afirmó.
Muchos de los casos de pacientes con efectos contrarios detectados en Estados Unidos se dieron en personas que sufrían una predisposición a los problemas cardiacos o consumían algunos medicamentos contraindicados.
La farmacéutica Graciela Salazar explicó que este fármaco utiliza los mismos transmisores nerviosos que controlan el ritmo cardiaco.
Entre las medicinas que no se pueden combinar con el Cisapride se citan los antimicóticos (para tratar hongos) y ciertos antibióticos.
Hidalgo y Obando coincidieron en las bondades del medicamento.
No obstante afirmaron que existen tratamientos alternativos, aunque menos eficientes.
Por el momento, esperan la decisión del Ministerio de Salud, que hoy podría emitir un pronunciamiento al respecto. Por el momento, este despacho recomienda a los pacientes consultar a su médico.