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Los 1.700 indígenas cabécares habitantes de Alto Telire, en Talamanca, contarán con dos puestos permanentes de salud a mediados del 2018.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) invertirá unos ¢2.000 millones en los edificios, cada uno de 595 metros cuadrados de construcción, los cuales estarán ubicados en Bajo Bley y Piedra Meza.
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La Junta Directiva aprobó en su sesión del jueves la adjudicación para construir esos dos puestos de visita periódica, informó la Caja en un comunicado de prensa.
El proyecto incluye una sede para Ebáis y un albergue para que los indígenas puedan pernoctar, debido a las distancias que deben recorrer. Además, habrá otro albergue para los funcionarios del equipo de salud y un aula para actividades de capacitación y educación.
El tiempo estimado para la conclusión de las obras es de 70 semanas (aproximadamente un año y cuatro meses), plazo que incluye el diseño y construcción de los edificios, que serán levantados en madera.
"La Caja está dando sus primeros pasos de contribución a la meta carbono neutral al utilizar madera, comentó Paquita González Haug, de la Gerencia de Infraestructura y Tecnologías.
La Caja atiende las necesidades de salud de esta población desde hace una década, para lo cual cuenta con el respaldo de la sección aérea del Ministerio de Seguridad, que facilita el helicóptero con el cual se traslada, cada tres meses, el equipo de salud.
Según informó la institución, los cabécares de esta zona viven en condiciones de pobreza y bajos niveles de salud. Aquí la mortalidad infantil es de 20 por cada 1.000 nacidos vivos, mientras que la tasa nacional es de 7,77.
Este esfuerzo institucional, dijo González, es un compromiso de las autoridades de la CCSS de acercar los servicios de salud a estas comunidades que viven aisladas y que de otra manera no podrían tener acceso a la atención médica en condiciones seguras y acordes con su cultura.
Funcionarios de la Caja suben periódicamente a Alto Telire para atender a los cabécares.
La segunda visita del año la realizaron el 30 de mayo, tardó dos semanas y, en esa ocasión, además de llevar atención en salud trasladaron cientos de kilos de ropa, víveres y útiles escolares.
