En las primeras 22 semanas del año (que finalizaron el 2 de junio), el Ministerio de Salud registró 1.107 denuncias por maltrato y violencia intrafamiliar en adultos mayores. La situación recrudece conforme aumenta la edad, pues la mitad de las posibles víctimas tiene más de 75 años.
Si se toma en cuenta toda la población de esa edad, el abuso ha llegado a 20,8 personas mayores de 65 años por cada 100.000, pero hay diferencia por género. De las 1.107 víctimas, 647 son mujeres (59%) y 450, hombres (41%). Y si se ve por población, 24,5 de cada 100.000 mujeres en Costa Rica han sido agredidas en este año, mientras que esto ha sido vivido por 17,2 por cada 100.000 hombres. Sin embargo, después de los 75 años, la violencia se perpetra por igual contra mujeres y contra hombres.
Estas son algunas de las conclusiones de un reporte emitido por Salud con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemoró este 15 de junio. La información destacó dentro del más reciente Boletín Epidemiológico.
Las notificaciones provienen de instancias que atienden casos de violencia. Por ejemplo, del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) y de servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), como Ebáis, clínicas u hospitales. También se utiliza información de las delegaciones del Ministerio de Seguridad Pública, algunas Oficinas de la Mujer de las municipalidades, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), así como juzgados y atenciones privadas. Salud agrupa todas estas denuncias como ente rector en la materia.
Esto, sin embargo, no quiere decir que sean todas las víctimas, estos solo representan los casos denunciados o descritos por las instituciones, pero pueden darse muchos más hechos que permanecen en el anonimato porque no se busca ayuda. Al tratarse de violencia intrafamiliar y de que los perpetradores sean de su círculo más cercano, el proceso de denunciar y buscar apoyo es más difícil.
¿Qué adultos mayores reciben más violencia?
Luego de analizar los datos, resalta que la provincia con mayor violencia ejercida contra la población mayor es Puntarenas, con 29,5 denuncias por cada 100.000 adultos mayores residentes en el lugar. Dentro de esta, la zona sur tiene la mayor proporción. Según el reporte, la violencia intrafamiliar en esta región es más alta para todas las edades.
“Es importante indicar que la zona sur sigue siendo el foco de incremento de casos notificados y como se ve indistintamente de la edad de las víctimas”, cita el documento.
Como ejemplo, el cantón con mayor violencia contra la tercera edad es Golfito, en donde el índice por 100.000 adultos mayores agredidos llega a 67,4 por cada 100.000.
Por el contrario, la provincia con menor cantidad de denuncias es Heredia, con 10,1 por 100.000. Esta provincia tiene un comportamiento que sobresale dentro del país, porque la segunda provincia con menos denuncias por violencia es Guanacaste, con 14,9.
Formas de violencia ejercida a adultos mayores
No todos los abusos recibidos en el hogar son iguales. Tampoco impactan por igual a hombres y mujeres. En las mujeres, es más común el abuso psicológico, mientras que en los hombres la principal forma de agresión es la negligencia.
En otros rubros es más pareja la relación, por ejemplo, en el abuso físico y el sexual. En este gráfico se ve la forma principal de violencia recibida, pero una persona puede ser víctima de más de un tipo de agresión.
Las secuelas de la agresión
El boletín también da cuenta de las diferentes formas de afectación en las víctimas de esta violencia intrafamiliar. Estas son algunas de ellas.
Daño físico: fracturas, hematomas o heridas, como consecuencia de la violencia física.
Problemas de salud mental: el maltrato psicológico puede causar ansiedad, depresión, insomnio y otros trastornos emocionales.
Aislamiento social: el abuso puede llevar a que el adulto mayor se sienta aislado y evite el contacto con otros familiares o amigos.
Disminución de la autoestima: si el maltrato es constante puede afectar la confianza y la percepción de su valía.
Impacto financiero: la violencia patrimonial puede resultar en la pérdida de recursos económicos o el control de sus finanzas.
Mayor vulnerabilidad a enfermedades: el estrés y la ansiedad causados por el abuso pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades.
Mayor mortalidad: mayores probabilidades de fallecer prematuramente.
¿Cómo enfrentar la violencia contra el adulto mayor?
El documento también da consejos para prevenir la violencia contra este grupo de la sociedad. Esto debe verse a diferentes niveles: familiar, académico, de gobierno local y de gobierno central.
Combatir el edadismo: el prejuicio basado en la edad es una de las causas de que el maltrato a las personas mayores a menudo se pase por alto.
Desarrollar estrategias efectivas y asequibles para prevenir el maltrato y promover el buen trato. Esto puede incluir capacitación, sensibilización y apoyo interdisciplinaria.
Generar datos de calidad: investigaciones rigurosas pueden ayudar a comprender mejor el problema.
En Costa Rica existen varios recursos para denunciar el maltrato a los adultos mayores. Usted puede acudir al Conapam o a los Juzgados contra la Violencia Doméstica. También puede llamar al 911 o acudir a la Defensoría de los Habitantes.