De puerta en puerta, casi 1.500 técnicos de atención primaria que laboran en los Ebáis de todo el país volverán a la calle, en un intento por contener la pandemia.
Con equipos de protección personal para evitar contagio y proteger a otros, retomarán visitas de seguimiento, luego de seis meses de dar solo consultas virtuales.
Los asistentes de atención primaria en salud (Ataps) serán los soldados responsables de cumplir la directriz emitida por la Gerencia Médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en apuesta para retomar el control sobre la covid-19 y aplanar la curva de casos que para este martes 22 de setiembre contabilizaba 760 fallecidos y 66.000 infectados.
Según el gerente médico de la Caja, Mario Ruiz Cubillo, el plan es volver a la comunidad la acción estratégica de identificar poblaciones de riesgo, en vulnerabilidad psicológica, social, física y económica.
Desde lo local, dijo, se fortalecerá la búsqueda de casos, el seguimiento de contactos, las investigaciones de campo y en el control de brotes.
Ese seguimiento de contactos será básico, pues la trazabilidad de los contagios se perdió desde finales de junio, cuando el país comenzó a registrar niveles de infección que, en las últimas semanas, sobrepasan el millar de infectados por día.
Esto vuelve materialmente imposible seguir la cadena de contagios de cada una de esas personas y emitir órdenes sanitarias de aislamiento.
Ruiz declaró que la aplicación EDUS, descargada en más de dos millones de celulares, todavía no se utilizará para rastrear personas que tuvieron contacto con un infectado.
Explicó que la CCSS está a la espera del criterio de la Agencia de Protección de Datos de los Habitantes (Prohab), el cual podría estar en 15 días.
“Queremos que nos aclare si es viable desde el punto de vista legal. Con base en ese criterio, y si hay viabilidad, la CCSS lo implementaría con un proyecto piloto. Queremos estar apegados a la ley sobre todo porque esto tiene que ver datos de las personas”, dijo el gerente.
Cortar cadenas de transmisión
La tarea encomendada a los 1.500 técnicos de los Ebáis es, literalmente, lo vital en estos momentos: cortar las cadenas de transmisión de la enfermedad al recordar a las personas la importancia del distanciamiento físico, de no romper su burbuja social, el uso correcto de la mascarilla, el lavado de manos y el protocolo del estornudo y el tosido.
Además, vigilarán de cerca la evolución y el control de las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión –dos de las comorbilidades más frecuentes entre quienes se complican y mueren por covid-19–, y actualizarán los carnés de vacunas, tanto en población adulta mayor como en menores de edad.
Al mismo tiempo, estarán alerta para detectar situaciones de riesgo social en las familias, como abandono de adultos mayores, pobreza, maltrato o adicciones, problemas que podrían complicar la condición social y de salud de una persona si contrae el nuevo coronavirus.
No son tareas desconocidas para ellos, en absoluto. Sin embargo, en el contexto de una pandemia, adquieren mayor relevancia en el objetivo que se persigue: contener y mitigar el avance del coronavirus.
“Ahorita vienen tiempos muy difíciles donde debemos tener más coraje que nunca para salir adelante, tener fe esperanza ... vamos a hacer todos los esfuerzos posibles. Los compañeros irán casa por casa, lo que sea necesario, para educar a la población y explicarles cómo salir y protegerse.
“Todo este esfuerzo es para que podamos continuar como sociedad mientras llega la vacuna y la cura”, explicó el gerente en referencia al periodo de mayor apertura que se inició hace unas semanas bajo el lema “Costa Rica trabaja y se cuida”.
Primero por videollamada
Jacqueline Monge Medina, coordinadora Nacional de Enfermería de la CCSS, explicó que la pandemia ha obligado a reorientar la visita domiciliaria tradicional, que ahora será mixta.
Primero, se localizará a la familia utilizando algún medio tecnológico (llamada, videollamadas o plataformas como Zoom), y se realizarán visitas presenciales de seguimiento en aquellos casos a los cuales no se les pueda contactar remotamente.
Dentro de las herramientas tecnoĺógicas autorizadas para usar están los aplicativos institucionales (SIFF WEB o SIFF móvil, que pertenecen al Expediente Digital Único en Salud, EDUS), y las plataformas de comunicación Teams, Webex Teams o Zoom; el teléfono y el correo electrónico.
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“La información de estas familias ya la tenemos en el sistema de información de ficha familiar. ¿Cuándo haremos esta visita presencial? Cuando no se les pudo contactar por medio tecnológico, o cuando detectamos algún riesgo, como personas adultas mayores con una débil red de apoyo, familias con algún riesgo social (maltrato, pobreza) o quienes no tienen bajo control sus enfermedades crónicas”, explicó la jefa de Enfermería.
Músculo al primer nivel
El primer nivel de atención, integrado por más de 1.000 Ebáis (Equipos de Atención Básica en Salud), será reforzado. Es un proceso que se venía dando pero que la llegada de la pandemia aceleró, reconoce el gerente médico.
Reforzar el primer nivel significa, entre otras cosas, contener y mitigar la pandemia desde la base del sistema, para desahogar los otros niveles de atención en salud, más complejos, que están integrados por los hospitales regionales y los nacionales y especializados.
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Ruiz confirmó que fueron los mismos asistentes de atención primaria en salud (Ataps) quienes solicitaron regresar a las calles, porque conocen la importancia del trabajo que pueden hacer desde lo local.
Se les facilitaron 1.336 tabletas para que registren ahí toda la información directamente en el EDUS.
Ellos son quienes más conocen, en este país, la situación de las familias, son quienes, muchas veces, activan las alertas, como se pretende hacer en esta ocasión, bajo el contexto de la pandemia.
La visita de seguimiento que ahora harán los Ataps durante lo que resta de la emergencia nacional por la covid-19 se realizará de acuerdo con las prioridades y necesidades identificadas y definidas por el profesional de Enfermería, informó la CCSS.
En los casos que corresponda la visita presencial, agregó la institución, esta deberá ejecutarse bajo las medidas de seguridad que incluyen el uso del equipo de protección personal.
Se considera fundamental que el funcionario esté alerta para detectar situaciones en que la persona, por una condición de pobreza o de desempleo a causa de la covid-19, haya abandonado los tratamientos de sus enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión.
Entre los casos de covid-19 que se han complicado, y hasta dentro de los fallecidos, se han encontrado historias de personas cuya descompensación de las enfermedades de fondo los llevó a agravarse con esta nueva enfermedad respiratoria.
La sumatoria del trabajo desde este primer nivel de atención y los esfuerzos institucionales para aumentar las camas moderadas y de cuidados intensivos, son consideradas estrategias fundamentales en la lucha contra la pandemia.