En abril del 2015, la entonces jefa de Cardiología del Hospital México, Sofía Bogantes, denunció públicamente la muerte de más de un centenar de pacientes en espera de cateterismo y de cirugía cardíaca en ese hospital.
Casi diez años después, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) conoció un informe que revela una nueva lista de espera de cateterismo de 1.743 pacientes y otra de cirugía cardíaca con 353 enfermos en fila; muchos desde el 2019.
El informe presentado este sábado 23 de marzo, reconoce que muchos de esos pacientes quizá ya no tengan posibilidad de resolución por hemodinamia, y requerirán cirugía cardíaca, con las complicaciones adicionales que esto trae. Se calcula que un 30% podría necesitar cirugía de corazón después de tanto tiempo de espera. Durante la discusión del informe no mencionaron posibles muertes de enfermos en espera.
La revelación de Bogantes detonó en aquel entonces una crisis sin precedentes en la CCSS. Todos metieron mano en el asunto: la Asamblea Legislativa, el Ministerio Público, la Defensoría de los Habitantes y la propia Junta Directiva de la Caja. La cardióloga fue alejada de su puesto por seguir con sus denuncias. Dos años después de sus revelaciones, Bogantes insistía en que las muertes de pacientes en espera de cateterismo continuaban.
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Como reacción, la CCSS la destituyó de su puesto y la envió a diferentes hospitales, incluido el Nacional de las Mujeres (antigua Maternidad Carit), en los que Bogantes carecía de las condiciones mínimas para trabajar, según denunció la especialista.
La sesión extraordinaria de Junta Directiva, de este sábado 23 de marzo, fue entonces una especie de dejá vu de lo vivido en el 2015. Un equipo técnico de la Gerencia Médica, coordinado por David Sancho, presentó a los directivos la propuesta para optimizar las listas de espera de procedimientos cardiovasculares; básicamente, cateterismos cardíacos y cirugías cardíacas.
El plan, que seguirá en discusión al regreso de la Semana Santa, propone invertir más de ¢330 millones en un plan de jornadas de pago por resultados para sacar, en un plazo máximo de ocho meses, estas listas de espera en procedimientos cardiovasculares.
Se propone iniciar con el hospital de Alajuela. Los cardiólogos hemodinamistas están dispuestos a operar sábados y domingos en Alajuela, confirmó la Gerencia Médica.
En la presentación de una hora, salieron las cifras de pacientes en listas de espera. Los técnicos empezaron a describir situaciones críticas en el mismo hospital donde se dieron los hechos denunciados por Bogantes casi diez años atrás.
El médico David Sancho reveló que cinco de los angiógrafos de la CCSS ya cumplieron su vida útil. Hay tres para los cuales no hay repuestos porque son equipos obsoletos. Estos aparatos son los que se utilizan para hacer procedimientos de hemodinamia.
La atención de los pacientes que requieren estos procedimientos se sostiene con los equipos que funcionan en los hospitales San Rafael de Alajuela, San Vicente de Paúl, en Heredia, y Calderón Guardia.
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, de los Institutos Nacionales de Salud, de Estados Unidos, el cateterismo cardíaco, o estudio hemodinámico, es un procedimiento para diagnosticar y tratar afecciones cardíacas.
Le permite al médico analizar el corazón más minuciosamente para identificar problemas y realizar otras pruebas o procedimientos.
Las enfermedades cardiovasculares mataron a 7.734 personas en el 2022, reveló el informe de la Gerencia Médica. De estas muertes, 1.454 se dieron en personas entre los 15 y 64 años. Del total de consultas por esta causa en ese mismo año, 41% también corresponde a pacientes en ese rango de edad.
Crisis sin resolver
Martha Rodríguez González, representante sindical ante el máximo órgano de decisión de la Caja, y quien en su momento apoyó desde la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca) a Sofía Bogantes, recordó que la comisión técnica de la Gerencia Médica nació en el 2015 “porque se murieron 143 (sic) pacientes esperando un cateterismo”.
Entre las decisiones que se tomaron en aquel momento, recordó Rodríguez, estaba la construcción de la torre quirúrgica del Hospital México, o CISOP (Cuidados Intensivos y Sala de Operaciones). Hubo un compromiso de destinar un piso a Cardiología. Sin embargo, actualmente es usado como bodega, denunció Rodríguez.
La situación del Hospital México sigue siendo crítica. Al 31 de julio anterior, 269 pacientes de ese hospital tenían una cirugía cardíaca pendiente. Eran casos del 2019. David Sancho explicó que se decidió diferir estos casos a otros hospitales, con lo cual se logró reducir la cantidad a 189 enfermos en lista. Pero ese número sigue siendo crítico.
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De las dos salas de Hemodinamia del Hospital México, solo una funciona, informó Sancho. Cuando a la otra sala se le da un uso continuo hay que parar porque los equipos se sobrecalientan.
Sin embargo, Sancho reconoció que la patología cardiovascular sobrepasa a cada centro individualmente, por lo que una de las recomendaciones es abordar esta situación como institución y país. Anualmente, la compra nacional de insumos para terapia endovascular cuenta con un presupuesto de $30 millones.
“Tenemos que visualizar la realidad que tenemos como país. Son los hospitales centrales los que se están quedando sin equipos”, dijo Sancho.
El gerente de Infraestructura, Jorge Granados, informó que está en proceso de elaboración el cartel que permitirá sacar la licitación para reponer los angiógrafos de los hospitales Nacional de Niños y San Juan de Dios.
Esa gerencia también desarrolla los estudios de factibilidad para sustituir un equipo del Hospital México. Además, se traerá un angiógrafo nuevo para el Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, que ayudará a desahogar a la red del Hospital México.