A pocos días de celebrar Navidad y Año Nuevo, 25 de cada 100 ticos planea romper su burbuja social para compartir con otras personas que no forman parte de su hogar.
Si ese comportamiento se convierte en una realidad el 24 y el 31 de diciembre, sumado a que muchos se olvidan de las prácticas que previenen el contagio del coronavirus, aproximadamente una de cada 4 personas estará en riesgo de contraer la covid-19 y diseminar el virus.
Estas personas que pretenden exponerse a un mayor riesgo pertenecen a sectores económicos holgados y con educación universitaria.
Los datos provienen de la Encuesta Actualidades 2020, realizada por el curso de Diseño de Encuestas por Muestreo, de la Escuela de Estadistica de la Universidad de Costa Rica (UCR), cuyos resultados trascendieron la mañana de este miércoles.
Este estudio fue dedicado en su totalidad al análisis de la pandemia, informó el docente Johnny Madrigal Fallas.
Estudiantes de Estadística investigaron la percepción de los costarricenses en 12 temas vinculados con la pandemia.
En el estudio, de cobertura nacional, se entrevistó a 1.287 personas, entre el 10 y el 27 de octubre, todas de 18 años y más, usuarias de celular, que constituyen más del 97% de la población costarricense.
De acuerdo con la encuesta, el porcentaje de quienes planean romper su burbuja es mayor entre quienes han adoptado menos las medidas para prevenir el contagio (33,7%); entre ellas, el distanciamiento social, uso de mascarilla y lavado de manos, recomendadas por las autoridades de Salud.
Por otra parte, el estudio indica que la tradición de hacer tamales está presente en un 57,3% de los hogares. Sin embargo, solo un 29% los hará.
“Los resultados sugieren que la tamaleada, de no tenerse los cuidados debidos, puede contribuir a diseminar el virus, pues al tomar cuenta el porcentaje de hogares que hará tamales, la magnitud es más alta (35%) cuando en estos residen personas que se someterán a riesgo de infección en las noches del 24 y 31, si se compara con los hogares en los que no residen este tipo de personas (26,8%)”, menciona el estudio.
Impactos percibidos del coronavirus
Entre los principales resultados de esa encuesta, destaca el riesgo percibido de infección entre las personas.
Según el estudio, la población se siente medianamente vulnerable. Ese riesgo de infección es, en promedio, de 5,6 (en una escala de cero a 10) y la severidad en la salud en caso de padecer el contagio es 6.
Además, sobresale la respuesta que da un importante grupo (30% del total), que se expone todos los días a contraer el virus porque sale de su casa sin protección, no se lava las manos al llegar a su residencia, continúa saludando con contacto físico a otros, y participa en reuniones o fiestas.
“Esta magnitud es mayor entre fumadores (37,8%) y entre quienes admiten practicar pocas medidas para prevenir la infección (41%)”, advierte el estudio.
Lo anterior sucede a pesar de que un 85% considera que tienen un conocimiento bueno o muy bueno para prevenir el contagio.
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Quienes se autocalifican de esa manera, se exponen en menor medida al coronavirus (26,3%, según la encuesta), mientras que quienes dicen poseer un conocimiento regular, malo o muy malo lo hacen en mayor magnitud (41% dijo regular y 35,8% malo o muy malo).
Apoyo a regulaciones
La encuesta analizó un conjunto de diez medidas establecidas por las autoridades sanitarias para mitigar y contener la propagación del virus desde que se declaró la emergencia nacional, en marzo.
Una de las que aún se mantiene en pie, la restricción vehicular, mostró entre los consultados un apoyo medio (promedio de 5,3 en una escala de cero a 10). Las regulaciones de ingreso a los locales comerciales son las más apoyadas (promedio de 8,3).
Noviembre y diciembre se visualizan como meses en los que el número de casos aumentará, según la población (54,5%), que en su mayoría, está de acuerdo en mantener las regulaciones actuales (52,7%), pero no en no aumentarlas (16,1%).
“Es probable que la deteriorada situación económica que están experimentando los hogares en el país contribuya a obtener este resultado”, interpretan los investigadores.
Quedarse sin dinero es la preocupación más frecuente entre las personas consultadas por la UCR: 89% dijo que le preocupa mucho.
A un 78,7% le preocupa ser asintomático, un 70,6 manifestó preocupación por su salud física y mental (66,6%), mientras que un 9,9% de la población reconoció haber tenido manifestaciones de ansiedad por la covid-19 en las últimas dos semanas.
Esta última cifra fue mayor en mujeres (14,7%), entre quienes tienen enfermedades crónicas (13,2%), en personas que perciben un riesgo de infección alto (12,4%) y que valoran alta la severidad en su salud en caso de infectarse (14,1%).
Además, se encontró que es más alta cuando la persona reside en un hogar que tiene grandes dificultades económicas con el ingreso mensual que reciben (18,9%).
El estudio también repasó la situación económica debido a la pandemia. Un 63,2% los hogares admitió haber sido perjudicados. La reducción de los ingresos reportada alcanzó el 50% en un 70% de esos hogares.
“Esto se explica, en parte, porque 62,5% de los hogares experimentó alguna afectación laboral debido a la covid-19 (38,8% por suspensión laboral, 35,4% por reducción de jornada, 26,6% por despido del trabajo o 14,9% por cierre de un negocio).
“Ante esta situación, 65,3% de los hogares desarrolló alternativas para generar ingresos adicionales (46,2% ingenió nuevas formas de ganar dinero en lo que se hace, 35,9% trabajando en otro oficio o 26,2% haciendo teletrabajo). El impacto económico hizo que los rubros de gasto que más han disminuido debido al coronavirus son, precisamente, los que dinamizan gran parte del comercio y los servicios en el país”, concluye el estudio.
Estos tienen que ver con gasto en ropa y zapatos, que disminuyó un 44,4%, con comidas fuera del hogar, que cayó 41,6%, y en recreación y entretenimiento, que reportó una reducción de un 40,5%.
“Saber que 31% de los hogares, con grandes dificultades económicas, no solo han tenido que disminuir el gasto en alimentos, sino que también aumentaron el gasto en agua, luz o electricidad (65,4%), en la telefonía o Internet (43,2%) y en el transporte y combustible (28,9%) es un ejemplo más de las manifestaciones de desigualdad que aún bajo los peores escenarios se pueden presentar en el país”, dice la encuesta.