Treinta adultos mayores de siete hogares de ancianos han fallecido desde finales julio, cuando se detectaron los primeros casos de covid-19 en estos centros de larga estancia.
Un reporte del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), con fecha del 28 de setiembre, confirma un incremento de muertes en el Hogar de Palmar Sur de Osa, donde se inició un brote el 26 de agosto. Ese día, trascendieron las dos primeras muertes ahí.
Desde entonces, en dicho centro han fallecido ocho de sus 45 residentes.
En total, hay casos en 29 de los 76 hogares de larga estancia que existen en el país. Esto representa casi un 40% del total de estos centros en donde viven entre 3.000 y 5.000 adultos mayores.
Las 30 muertes hasta la fecha, han sucedido en los siguientes hogares:
- Asociación Vicentina de Escazú: 10 muertes. Aquí se reportaron los primeros decesos, el 23 de julio.
- Asociacion Hogar de Ancianos de Palmar Sur de Osa: 8 muertes.
- Asociación Nacional Hogar de Ancianos Santiago Crespo Calvo de Alajuela: 7 muertes.
- Hogar NOA: 2 muertes.
- Asociación Hijos de Nuestra Señora de los Desamparados: 1 deceso.
- Casa Hogar San José Hermanas de Sión: 1 fallecido.
- Asociación Hogar de Ancianos Nuestra Señora del Rosario: 1 fallecido.
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Los otros hogares que han reportado casos, pero no fallecimientos, son:
Asociación Hogar de Ancianos Casa Nazareth; Asociación Hogar Carlos María Ulloa; Asociación Albergue de Ancianos de San Miguel de Desamparados; Asociación de Atención Integral del Anciano San Cayetano; Hogar Paz y Bien, y Asociación Albergue de Rehabilitación al Alcohólico Adulto Mayor Indigente.
También figuran la Asociación Gerontológica de Curridabat; Residencia Gracias a la Vida; Asociación San Vicente de Paúl de Puriscal; Fundación Génesis para el Desarrollo de Personas en Riesgo Social; Asociación Doteña de Protección al Anciano ; y Asociación Hermanas de los Pobres de San Pedro Claver.
Además, hay casos en la Asociación Hogar para Ancianos Presbítero Jafeth Jiménez Morales, de Grecia; Asociación Hogar de Ancianos San Vicente de Paúl, de San Carlos; Asociación Benéfica Hogar de Ancianos José del Olmo; Asociación Hogar de Ancianos de Alfaro Ruiz; Asociación Hogar de Ancianos de Guatuso Julia Bolaños Valverde y Asociación Centro para Ancianos San Agustín.
Finalmente, figuran en la lista la Fundación María; Asociación Asilo de la Vejez de Cartago; Asociación Hogar de Ancianos de Esparza Carlos Venegas Moya; y la Asociación Hogar de Ancianos de Limón Víctor Manuel Casco Torres.
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De julio a la fecha, 264 de los 1.508 adultos mayores albergados en esos 29 centros han sido confirmados con la covid-19. La enfermedad también afectó a 81 trabajadores de los hogares.
En Costa Rica, hay 76 hogares de larga estancia, donde unos 2.400 adultos mayores reciben asistencia las 24 horas, según Conapam.
La Federación Cruzada Nacional de Protección al Anciano (Fecrunapa), sin embargo, los calcula en más de 5.000 personas.
Hasta este lunes, se habían confirmado 73.14 casos en el país, de ellos un 6,7% son adultos mayores. Sin embargo, de las 861 víctimas mortales, el 67,9 son mayores de 65 años (585).
Para protegerlos
Estos centros han tenido que realizar numerosas modificaciones para adaptar la infraestructura y los servicios a los requerimientos que han surgido con la pandemia.
Por ejemplo, cuartos de aislamiento para los casos sospechosos y menos severos, y la compra de equipo de protección personal (mascarillas, caretas, batas) y sustancias para desinfectar las instalaciones.
Desde marzo, en estos hogares están prohibidas las visitas de familiares y amigos de los residentes, así como el ingreso de cualquier persona que no forme parte del equipo de trabajo.
Por eso, es factible que el nuevo coronavirus ingresara a los primeros hogares entre el personal responsable del cuido de estos adultos mayores.
En otros países, como España, Italia y Estados Unidos, la covid-19 ha causado una gran mortalidad entre la población albergada en hogares de ancianos.
Los adultos mayores son especialmente susceptibles de enfermar, complicarse y morir por diferentes razones.
Con el envejecimiento, el sistema inmunológico se debilita. Además, las personas mayores conviven con varias enfermedades al mismo tiempo (comorbilidades) que, si no están bien controladas, los convierte en presa fácil de cualquier enfermedad.