Este lunes 26 de junio, Raymundo Herrera Porras tenía cita con el cirujano oncológico del Hospital México para dar seguimiento a un cáncer avanzado de colon. Esta cita era clave pues en ella definirían el paso a seguir luego de un intenso tratamiento de quimioterapia para reducir el tamaño de siete tumores producto de una metástasis en su hígado.
Recién pensionado debido a su enfermedad, Herrera Porras tuvo que sacar ¢350.000 de su Fondo de Capitalización Laboral (FCL) para pagar de su propio bolsillo dos tomografías que no podía esperar a realizarse en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Según contó Herrera, él no puede permitirse las largas listas de espera debido a la etapa en la que se encuentra su enfermedad. Además, no podía acudir a la cita de este lunes sin los resultados de esos estudios, los cuales serán decisivos para definir si es o no candidato a una sétima cirugía que le permita prolongar un poco más su vida.
Este vecino de Quepos, en Puntarenas, tampoco puede sentarse a aguardar los plazos que, en promedio, rondan los 122 días de espera para realizarse una tomografía en el Hospital México, donde le corresponde por zona de adscripción. En dicha lista, hay 2.485 pacientes en fila, en su mayoría oncológicos.
Raymundo no tiene el tiempo para esperar cerca de 180 días que tarda, en promedio, un especialista en Radiología en interpretar las imágenes de tac ya hechos. Herrera conoce casos de “colegas de enfermedad” a quienes el cáncer avanzó o han muerto porque no tienen los recursos para pagar exámenes y se vieron obligados a esperar en la Caja.
El Hospital México tiene 3.000 enfermos a quienes ya les hicieron los estudios de tomografía pero aún les adeudan la interpretación de los resultados para definir el siguiente paso en sus tratamientos.
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El director del Hospital México, Douglas Montero Chacón, confirmó a La Nación que la jubilación de especialistas en Radiología, sumado a la fuga de médicos a servicios privados y a la reducción de jornadas solicitada por varios de estos profesionales están entre las causas de las prolongadas esperas para los pacientes.
Un 85% de los enfermos en fila, ya sea por una tomografía o la lectura de estos estudios, tiene algún tipo de cáncer. También hay personas con padecimientos neurológicos y ortopédicos.
“El hospital ha realizado varias opciones de solución, como redistribuir horarios para darle mayor tiempo a los reportes, y jornadas de producción todos los días. Las jornadas iniciaron hace dos meses; sin embargo, la oferta es insuficiente frente a la demanda”, reconoció Montero Chacón.
¿Por qué es tan importante una tomografía? Según la Clínica Mayo, es uno de varios estudios radiológicos que combina radiografías desde diferentes ángulos alrededor del cuerpo para crear imágenes (o cortes) transversales de huesos, vasos sanguíneos y tejidos blandos.
Los estudios tienen varios usos: desde examinar lesiones internas por accidentes y otros traumatismos, hasta diagnosticar enfermedades o lesiones, y planificar tratamientos médicos, quirúrgicos o de radiación, como en el caso de enfermos oncológicos.
Cáncer no espera
Alexandra Núñez, vocera de la organización Unidos contra el Cáncer, externó su preocupación por las extensas listas de espera para los pacientes oncológicos; particularmente con los tac del Hospital México, donde corroboró la cifra de 3.000 enfermos en espera de que les interpreten los resultados de estos estudios.
“El factor tiempo es fundamental en cáncer. Un paciente a quien se le hizo un tac en octubre y a la fecha no le dan el reporte, si se lo dan ahorita no le va a servir porque un cáncer cambia en cuestión de días.
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“El México tiene la infraestructura, pero el asunto aquí es la falta de recurso humano especializado. Lo que tengo entendido es que no cualquier radiólogo puede leer algunos tipos de tac. Se necesitan tomar decisiones para corto y largo plazo. Se necesitan más radiólogos, mejorar el ambiente laboral de la Caja por la fuga de especialistas a lo privado”, manifestó Núñez.
Hay pacientes a quienes, por ejemplo, les tienen que hacer un tac cada seis meses y esos plazos no se cumplen en la Caja, dijo Núñez. Son enfermos a quienes la CCSS les paga una terapia carísima y se la deben mantener quizá por más tiempo del necesario, porque no les pueden hacer la tomografía o la lectura del estudio no está en el tiempo que la necesitan.
“Eso no le conviene al paciente y por supuesto tampoco a la Caja. Estos tratamientos deben caminar sincronizadamente”, advirtió la vocera de Unidos contra el Cáncer.
Puede ser que todo lo de Radiología no funcione, pero en este momento, manifestó Núñez, el tema son los tac. Para otros tipos de lectura pueden usar técnicos y otros médicos.
Emergencia institucional
Las listas de espera son particularmente críticas en Radiología. Las citas pendientes para procedimientos diagnósticos de primera vez eran 552.802 en marzo, con un plazo promedio de 146 días de espera (casi cinco meses), ligeramente superior a la registrada en el 2019, de 144 días.
La especialidad más crítica en procedimientos diagnósticos es Radiología, con 378.504 citas pendientes al 31 de marzo, casi el 70% del total de la lista de espera en procedimientos, y un promedio de espera de 143 días.
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Las autoridades de la CCSS declararon recientemente emergencia institucional las listas de espera. La declaratoria del 24 de mayo faculta a la institución utilizar los recursos disponibles en el fondo de la Unidad Técnica de las Listas de Espera (UTLE).
Desde entonces, no han sido anunciadas más medidas en dirección de reducir tiempos y listas.
Según un reportaje de La Nación, del 21 de mayo, 175.630 personas esperaban por una operación, con un promedio de espera de año y cuatro meses, según datos a abril. En Ortopedia y Neurocirugía el tiempo se eleva a más de dos años.
Las citas de primera vez pendientes con especialista sumaban 245.220 en marzo, con un tiempo promedio de espera de 378 días (poco más de un año), aunque hay máximos de 2.238 días en consulta externa (seis años).