Tenía 33 años y no se le conocía ninguna enfermedad. Por el contrario, era muy deportista, pero se complicó rápidamente luego de contagiarse con la covid-19 en una actividad social familiar.
“En siete días, entró a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y a los 14 días falleció”, relata Guiselle Guzmán Saborío, médica jefa del área de Salud Colectiva, de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La historia de este hombre es real. Guzmán la conoce de primera mano, y la puso para ejemplificar dos situaciones que están sucediendo hoy, en el nuevo contexto de la emergencia nacional por la pandemia.
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La primera situación tiene que ver con el cambio en el perfil de las personas más afectadas con la covid-19: se pasó de adultos mayores, a gente más joven. Un 80% de los internados hoy en algún hospital de la Caja, dijo Guzmán, tiene menos de 70 años.
El dato más reciente aportado por la Caja la noche de este miércoles, indicaba que 963 personas estaban internadas por esta causa en alguno de sus hospitales; 348 (36%) de ellas requirieron atención en una UCI.
De estos 348, el 76% (267 personas) tienen entre 40 y 69 años, siendo mayoritario el grupo de 50 a 59 años (31,7%, o 107 personas), seguido por quienes tienen entre 60 y 69 (28%, o 97 pacientes), y los que tienen entre 40 y 49 (18%, o 63 personas).
Además, según la médica, especialista en Epidemiología, también están encontrando entre este grupo personas que no tienen factores de riesgos.
“No son diabéticos o hipertensos, pero no tienen una vida saludable: no se alimentan bien ni hacen actividad física. Su estado natural es pro inflamatorio. Siempre tienen dolor de cabeza, comen mal, no realizan ejercicio y están sometidos a mucho estrés.
“El virus lo que tiene es que se pega a estos receptores inflamatorios de los vasos sanguíneos, y la persona hace una descompensación exagerada. Por eso, en jóvenes produce infarto cerebral, infarto al miocardio, y mueren”, comentó Guzmán.
La segunda situación detectada es la aparición más frecuente de brotes de la enfermedad en familias.
“Estamos viendo familias enteras contagiadas. Desde antes de Semana Santa, empiezo a ver fotos de familias revueltas, sin ningún tipo de protección, y los resultados de esto ahora los estamos viendo en los hospitales”, agregó Guzmán.
Las autoridades de Salud y de la CCSS, reconocieron este martes que el incremento exponencial de casos tiene al sistema de salud saturado, con índices de ocupación en UCI superiores al 90%.
En 24 horas, se registraron 2.434 casos confirmados más y otros 16 decesos. Tres hospitales están sin camas para enfermos en condición crítica o severa.
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“Tenemos seis semanas de tendencia creciente, y tres semanas en donde el crecimiento ha sido exponencial. En hospitalizaciones, efectivamente, tenemos datos muy importantes porque antes teníamos más adultos mayores hospitalizados.
“Los más grandes están representando la hospitalización más pequeñita, lo que pasa es que no dejan de ser para nosotros importantes porque siempre tienen 15 posibilidades más de fallecer que un jovencito”, explicó Guzmán al referirse a los efectos positivos de la vacunación de los adultos mayores.
Esta población está distribuida en los dos primeros grupos de priorización, de los cinco definidos por los equipos de Salud, que comenzaron a recibir la vacuna contra la covid-19 desde finales de diciembre.
La CCSS anunció este miércoles el inicio paulatino de la vacunación en población entre 18 y 57 años, con algún factor de riesgo.
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Sin embargo, y con tendencia creciente, las personas de menor edad están comenzando a incrementar su presencia en los hospitales, especialmente en Cuidados Intensivos.
2021 trae crecimiento acelerado
De acuerdo con datos del Área de Estadística en Salud de la CCSS, de enero al 23 de abril, tuvieron internados en hospitales a 3.951 pacientes afectados por covid-19. Ese número acumulado en cuatro meses corresponde al 44,4% del total atendido en todo el 2020 (8.889) por esa misma causa.
Y, ojo, corresponden solo a las primeras 16 semanas epidemiológicas de este año, y no a las 43 que registraron 8.889 internamientos por esta causa en el 2020.
Las hospitalizaciones registradas que requirieron atención en UCI hasta el 23 de abril, representan un 58,3% del total de hospitalizaciones de todo en 2020. Una evidencia más de cómo los casos crecen exponencialmente.
Un 46,7% del total de internamientos del 2021 que requirieron UCI se registran en personas entre 41 y 64 años. Y un 25,5% en personas entre 19 y 64 años. Un año antes, ese porcentaje era de 19,6%, tomando en cuenta las 43 semanas epidemiológicas que registraron casos covid-19.
Guiselle Guzmán atribuye el incremento a varios factores. Cita un artículo de JAMA (revista científica), que describe que, en Estados Unidos, vieron que entre la población de 18 a 34 años, el 21% requiere UCI, el 10% ventilación mecánica y el 2,7% fallece.
“Dicen que aunque la proporción de fallecimientos es mucho más baja que en el adulto mayor, en este grupo de 18 a 34 se les ve más efectos o complicaciones cardiovasculares.
“En este grupo, esas complicaciones están asociadas porque se ve más obesidad, hipertensión y diabetes. Las personas que tienen esas enfermedades están directamente relacionadas con un mayor efecto cardiovascular y mayor riesgo de fallecimiento. Esto es súper importante porque es gente que queda con discapacidad por un evento cardiovascular”, advirtió Guzmán, porque esto puede pasar también en Costa Rica.
Según la especialista en Inmunología, Olga Arguedas Arguedas, quien también dirige el Hospital Nacional de Niños, el tropismo, o la afinidad de los diferentes agentes infecciosos por huéspedes de ciertas características, ha registrado un comportamiento interesante en el caso del SARS-CoV-2.
“Las primeras variantes del virus tenían este tropismo específico para producir enfermedad más severa en los mayores y con enfermedades asociadas. Pareciera que las nuevas variantes han modificado un poco su tropismo: les gusta las personas más jóvenes y está produciendo enfermedad más grave en este grupo de edad”, informó la especialista.
“En el caso de infección del virus de la covid-19, ¿por qué perdona la vida a unas personas y mata a otras? Hay una gran heterogeneidad de desenlaces entre los individuos contagiados. Ya sabemos que a mayor edad y cantidad de comorbilidades, hay más riesgo de desenlaces adversos.
“Sin embargo, hay casos raros de personas mayores y con comorbilidades que no se enferman gravemente. En el otro lado del espectro, también hay casos raros de personas jóvenes sin factores de riesgo, que se enferman gravemente y mueren”, resume la especialista.
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Arguedas concluye que ninguna edad y condición garantiza un desenlace específico.
“Se está investigando si hay algunas variaciones en los receptores de las células que median el proceso inicial de inflamación que podrían explicar estas diferencias observadas.
“Lo que sí se tiene de cierto a la fecha, es que no hay elementos específicos de que hay familias a las que les va bien con la covid y otras a las que no. No se ha encontrado ningún factor genético, ni de protección ni de susceptibilidad en familias completas”, aclaró Arguedas ante informaciones que han circulado en esa dirección.
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La inmunóloga reitera que hay factores protectores para tener una respuesta inmune equilibrada.
Mencionó la actividad física, que ayuda a regular la respuesta inmune. También la exposición controlada a la luz solar, porque mejora la síntesis de la vitamina D, y la nutrición adecuada, porque aporta elementos como el zinc.
“El sistema inmune es muy susceptible a las emociones. Las personas que viven en condiciones de estrés o de profunda tristeza, tienden a tener respuestas inmunes menos eficientes que quienes son serenos o de ánimo más optimista”, advirtió.
Colaboró con esta información la periodista Irene Rodríguez